Ir a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoMundo
Seminario
La discordancia del psicoanálisis y su transmisión

wwww.edupsi.com/discordancia
discordancia@edupsi.com

Organizado por PsicoMundo

Dictado por : Rosa López


Capítulo I - El santuario de la sociedad analítica


Transferir clase en archivo .doc de Word para Windows

Comencemos por uno de estos textos, el primero que tomamos de la olla ese día que dice:

" Una cierta tentativa de inmovilización, con un carácter casi religiosos, de nuestras conjeturas teóricas, elevadas a la categoría de dogmas, o de ciertas normas técnicas del tratamiento psicoanalítico, veneradas como rituales, sólo pueden tener sentido en la medida en que sigamos pensando que 'nuestro' psicoanálisis es un instrumento mágico que hay que preservar de toda contaminación y en toda su pureza, en el santuario de sociedades psicoanalíticas con la configuración de privilegiados grupos esotéricos" 7.

Estas palabras de un, por entonces, joven psicoanalista, Mauricio Abadi, hablaban de un cuestionamiento en el seno de la primera institución psicoanalítica en Argentina: la APA.

"¿cómo leer para marcar toda la ironía que Abadi está tratando de señalar en esta inmovilización producto de está idealización y preservación religiosa?"-se escuchó decir ese día del Seminario, mientras en un solo gesto echaba el primer condimento hecho del texto y de su propia palabra y entonación.

Las palabras de Abadi señalan, como miembro joven de la Asociación y al mismo tiempo como público comprometido en la institución, una situación que por entonces, comenzaba a tener sus voceros que la denunciaban.

En el año 1967, 10 años antes de la muerte de Pichon Rivière y 10 años después de su separación con Arminda Aberastury, se edita un libro cuyo eje temático es la problemática de la formación y la enseñanza del psicoanálisis en el seno de la APA. Se trata de Historia, enseñanza y ejercicio legal del psicoanálisis firmado por Arminda Aberastury, Marcelo Aberastury y Fidias Cesio. El tema del ejercicio Legal del Psicoanálisis manifiesta que tempranamente se intentó "legalizar" y "profesionalizar" el psicoanálisis. ¿De qué legalidad se habla?

Angel Garma escribe el prólogo, en el que saluda a los autores y habla de "legislación psicoanalítica". El prólogo de Garma es de una importancia inusitada cuando lo que estamos tratando de investigar es la transmisión y la enseñanza. Indudablemente es para seguirlo paso a paso. Al presentar el capitulo histórico que es el de Fidias Cesio, dice:

"Es importante y necesario para un buen desarrollo psicoanalítico por diversos motivos. Algunos provienen de que todo buen movimiento psicoanalítico se desarrolla necesariamente en un ambiente de resistencias, lo que le convierte en un movimiento esotérico. [Tomemos nota: dice que son las resistencias las que lo convierten en esotérico] Y no porque los psicoanalistas así lo deseen, sino porque la misma índole de su ciencia y método provocan su rechazo ambiental que incluye la incomprensión y, por lo tanto, la necesidad de aislamiento.

El ambiente persecutorio existe hasta dentro de las asociaciones psicoanalíticas, que no pueden menos de asimilar parte de las resistencias ambientales*. Existe también dentro de la mente de los psicoanalistas, a pesar de los muchos años de la duración y de la eficacia de su tratamiento psicoanalítico8"

Con estas palabras se pone de manifiesto que si lo que se busca es la eficacia de un psicoanálisis y la eficacia leída bajo estos parámetros, evidentemente no hay eficacia.

Pero a todas luces las palabras de Garma van dirigidas a alguien. Debemos entonces contextualizar: este libro y su prólogo han sido escritos al fragor de las "luchas intestinas" en la APA, las primeras con este carácter cuestionador, que terminaron más tarde en la escisión de los que se constituyeron de allí en más en dos grupos: Plataforma y Documento.

El Instituto de Psicoanálisis fue creado en 1945 y como lo afirma también Jorge Balan,9 en los años 60 se desarrollaron los gérmenes de la crisis que terminó con la escisión. En ese entonces la formación, que había sido al principio de características similares a las de antes de la constitución de la APA, es decir, como la de un "círculo informal", se había cerrado y se habían impuesto numerosas restricciones a los candidatos, -largas listas de espera, varias entrevistas, pruebas psicológicas, relato de la historia de vida del entrevistado, etc- antes de entrar a un programa rígido de seminarios que se extendían por cuatro años. Luego de la crisis del '71 esto se desplomó, todos los titulares pasaron a ser didactas y los candidatos podían elegir su programa de formación, lo que volvió a generar discenso, ruptura y la fundación de APDEBA10. Primer punto para tomar en cuenta: discensos que se resuelven en fundaciones.

Estas escisiones tienen sus prolegómenos que no son mencionados por Garma, más que hablando "a todos pero dirigiéndose a algunos". En 1959 y debiendo asumir la presidencia de la APA, se vio obligado asimismo a convocar a un simposio sobre la relación entre analistas.

Es en ese espacio que Mauricio Abadi, sostuvo que las asociaciones analíticas se conformaban como sociedades secretas, con rituales y aislamiento total del medio. En el prólogo de Historia, enseñanza y ejercicio legal del psicoanálisis, Garma toma evidentemente lo que Abadi pronunció en esa oportunidad y que extrajimos de la olla en la reunión11.

Como se puede apreciar, las palabras de Garma no están dichas porque sí y debería haberlas entrecomillado. Pero de esa forma hubiera tenido que referirse a los hechos recientes y a los que predeciblemente se venían.

Un poco más adelante Ángel Garma agrega:

"Si las agrupaciones psicoanalíticas olvidan su historia, hay algo en ellas que no trascurre bien y que conviene modificar. Por este motivo Freud, en dos ocasiones, se sintió obligado a escribir historias del movimiento psicoanalítico en las que enfatizaba su propia persona. Cuando Freud redactó "La historia del Movimiento Psicoanalítico" y "Autobiografía", el movimiento psicoanalítico tendía a disminuir su atractibilidad por lo que debería constituir su fuente de gravedad y se escapaba hacia vaguedades, como las de un Adler o de Jung"12.

La advertencia de Garma no es tomada en cuenta ni por él mismo. Si la historia se escribió para que el movimiento psicoanalítico no disminuyera "su atractibilidad" y no se escapara "hacia vaguedades", todo lo que se escribió en esa historia después, está hablando de que no se trata sólo de historia y aún de que en ella no se ha tomado en cuenta qué mella podían hacer esas "vaguedades", qué interrogantes levantaba a ese movimiento. Tensar la cuerda en el acontecimiento que plantea el surgimiento de esas "vaguedades" en lugar de remendar el agujero que forma con una historia, hubiese sido una respuesta más a tono con la índole del psicoanálisis.

Preferimos plantear, como en algún momento lo hizo Oscar Masotta, que la historia de la evolución de un tipo de actividad no puede dar cuenta, en términos explicativos, de ella, sino al revés. Elegimos así, el planteo de la discontinuidad y dispersión que marcan los hechos o acontecimientos.

Uno de los puntos que precisamente el movimiento psicoanalítico ha descuidado es el del movimiento. Porque lo que pone en juego esta advertencia de Garma es lo estanco. No se puede obviar que el movimiento empezó con ese grupo que se reunía en casa de Freud a discutir sobre psicoanálisis, entre los que estaba Adler. Y que un movimiento también se produjo cuando Jung, el hereje, se acerca al psicoanálisis y transmite su entusiasmo a más de uno de los que luego formaron la guardia de Freud: Jones, Abraham, Ferenczi. Pero el movimiento al que nos estamos refiriendo es el de los hechos que irrumpen y al hacerlo, rompen el ritmo monocorde y lineal que plantean los que pretenden evoluciones, provocando a su vez sismos conceptuales y doctrinales.

En Argentina un movimiento comenzó también con reuniones informales, en casa de Rascovsky, reuniones casi familiares, de las que participaba también Pichon Rivière -otro hereje- y Arminda Aberastury. ¿quién y cómo se determina quiénes son los herejes en el movimiento psicoanalítico? La lucha de distintas Asociaciones por el reconocimiento de la IPA deja una larga lista de supuestos herejes que perdían la partida, entre ellos por ejemplo, en EE UU el otrora niño mimado de Freud, Otto Rank. ¿No son herejes los que, sin más, se ponen supuestamente a "repetir" lo que otro dice? Digo supuestamente, porque generalmente se trata de un trozo digerido sin masticar y el resultado de esa digestión se lanza al público, "como le sale" y como si eso fuera la palabra del otro, cualquier otro, X. Y como resultado de cada digestión resulta un bolo que no tiene la más remota relación con el dicho inicial.

Foucault decía en 1977, al prologar el Anti Edipo, de Deleuze y Guattari que no había que tomarlo como algo canónico, - que es cuando se hace dogma y luego se repite- sino como un arte, en el sentido del ars erótico. Quizá el arte nos enseñe cómo salir de lo canónico. No el arte en general, el artista, un artista. Precisamente Deleuze y Guattari escarbaron sin piedad en el psicoanálisis y horadaron la fijeza en la que caen sus conceptos.

Felix Guattari, en una sesión cerrada13 del seminario El acto psicoanalítico el 31 de enero de 1968 toma la palabra para decir que todo lo que se desarrollaba en la École Freudienne de Paris desde hacía años, no era más que un estricto plagio de las formulaciones de Lacan y que tenía la impresión de que había una inhibición, clásica en los mecanismos de grupo que hace que la mayoría, entre los que se incluye, tengan dificultad de ponerse en acto en los campos específicos. Hay para Guattari una dificultad para hablar de sus propios compromisos en el psicoanálisis, o más aún, un no querer ir más allá. La respuesta a su intervención fue: no se comprende de qué está hablando.

Guatari ¿es un hereje? Lacan bromeaba con lo de la herejía. Jugaba con RSI y hérésie*, decía RSI como herejía y herejía como RSI. ¿Eso es una herejía? ¿De qué dogma y de qué iglesia estamos hablando?

El diálogo de sordos al parecer, se repite en el prólogo de Garma.

Este autor usa un término que extrae de la física: habla de "fuerzas centrífugas destructivas" . La física nos enseña precisamente, que la fuerza centrífuga sólo es concebible cuando hay movimiento. La fuerza centrífuga expande el movimiento del centro hacia fuera porque plantea un centro. El hecho de considerar que hay un centro -el círculo de didactas, se infiere- ¿no generará precisamente por eso el movimiento centrífugo destructivo en las "evoluciones" psicoanalíticas? No sería desacertado esta lectura de lo ocurrido con estas instituciones. Así se produciría a partir de este hecho puntual tomado y vivenciado como tal otro tipo de movimiento disruptivo, tectónico.

Pero Garma postula que las resistencias hacen que un psicoanalista disminuya en su "capacidad comprensiva y terapéutica" y que sus formulaciones psicoanalíticas se van alejando cada vez más de las que ocurren en la obra de Freud, por lo que, lamentablemente no sigue esta vía que sugiere su texto.

El prólogo sigue:

"Este fenómeno va acompañado de una disminución de los recuerdos del psicoanalista para lo ocurrido durante sus años formativos y de desvalorización de la capacidad de los que fueron sus profesores.

Es un tipo de amnesia referente a lo que se podría denominar la infancia psicoanalítica del psicoanalista. Su génesis es análoga a la de la amnesia infantil. Esta es consecuencia de las resistencias en contra del desarrollo instintivo libidinoso que ocurren en la infancia por dos clases de motivos. Unos son internos, como la existencia de un período biológico normal, en que la genitalidad humana disminuye en intensidad. Otros son motivos ambientales, como los de tipo educativo represor.14

Estas conclusiones que Garma obtuvo del congreso sobre la relación entre analistas, son una lectura en la que la interpretación es utilizada como advertencia supuestamente inmovilizante. Inmovilidad que no fue conseguida y el conflicto se resolvió en escisión y posterior fundación de dos nuevas instituciones. ¿con qué tiene que ver entonces la fundación de una institución de psicoanálisis?

Prosigue Garma:

"Justamente con su amnesia infantil, que es de tipo represor, el individuo suele desvalorizar a sus padres. Considera que tuvieron actuaciones pobres con él, lo que proviene, en parte, de una proyección en ellos de su propia incapacidad amorosa. A veces el individuo crea también el ensalzamiento de un tipo de madre casta, a la que imagina envolviendo con sus brazos cariñosos a sus hijos desvalidos y protegiéndoles del padre malvado. De un buen tratamiento psicoanalítico suelen surgir los padres con aspectos más valiosos.15"

Se puede apreciar en este párrafo el aditamento de la interpretación edipiana del hecho, con el agravante de sostener que uno sale normativamente de un análisis, digamos, "exitoso", con aspectos más valiosos de los padres. Para Garma por allí pasa la transmisión. Lo que sale de un psicoanálisis es un padre valioso- psicoanalista. El punto es que con lo que afirma, además pone en duda determinados análisis didácticos finalizados hasta ese momento y por ende a esos didactas, él entre ellos. Pero no se explicita en este prólogo. Ni tampoco hay a partir de estas denuncias, un cuestionamiento del psicoanálisis didáctico tal como lo están concibiendo y por ende, de la formación.

Según el prólogo de Garma el psicoanálisis didáctico es considerado como parte de la enseñanza junto a la supervisión, los cursos y seminarios. El didáctico es para Garma la base fundamental de la enseñanza. No se plantea siquiera el problema de la transmisión porque el didacta mantiene durante todo el análisis la calidad de enseñante. Asevera que no es un rito de iniciación secreto, sino que constituye una desindoctrinación, ya que "lleva a descubrir y con ello a prescindir de imperativos mentales parásitos (...) deja de estar enajenado o sea en lo ajeno, en lo propio del otro para llegar a ser él mismo". Llega a ponerlo como un "exorcismo de objetos malos internalizados". ¿Cómo puede sostener entonces, que el didáctico no está aquí considerado como un rito de iniciación?-.

El candidato al final de un análisis va a ser él mismo. El psicoanalista, -se encarga de decir- no le da "orientaciones", pero a medida que va "comprendiendo" sus contenidos psíquicos, se los comunica, sin imponerle nada extraño a su personalidad. Ahora bien, comunicar algo al candidato, según la comprensión del psicoanalista ¿no es algo extraño a la personalidad del psicoanalizante?. Esto sólo se puede sostener con lo que sigue: es el psicoanalista el que enseña al psicoanalizado a verse a sí mismo -se ve en el psicoanalista-. Todo el tiempo el lugar del maestro, está instituido del lado del psicoanalista. Como esta enseñanza no es perfecta, agrega, hacen falta los cursos y seminarios de los institutos.

En Argentina, hubo un supuesto comienzo que, ya vimos, tuvo sus prolegómenos, y tuvo como protagonistas a Pichon Rivière, Arnaldo Raskovsky, Angel Garma, Celes Cárcamo, Marie Langer y Guillermo Ferrari Ardoy, estos dos últimos más cuestionados como auténticos fundadores en las distintas reseñas sobre la participación de cada uno como pionero. Guillermo Ferrari Ardoy ya no pertenecía a la APA cuando se pide el reconocimiento a la IPA en 1943 ya que se había instalado definitivamente en EE UU. La llegada de Marie Langer al grupo fue posterior a esa fecha.

Desde su creación y por 10 años la APA tuvo una organización propia. Sus miembros titulares y didactas no habían aumentado, salvo la inclusión de Luis Rascovsky en 1945. Según Marie Langer la primera actividad de la APA fue una lectura colectiva de Freud coordinada por Angel Garma en la que participaban didactas y candidatos. Hubo un cambio después de esos 10 años. Marie Langer habla de "abusos de transferencia que hacía la gente de la APA (...) en todos los sentidos: erótico, económico, de manipuleo político -política de la lucha por el poder en la APA, desde luego, no de gran política-"16.

Después de la guerra, en 1949, se produce el reconocimiento oficial. También la institución internacional retoma los Congresos y los contactos con todas sus Asociaciones, entre ellas la local, que por supuesto también participa en esos congresos. En 1956 viene Anna Segal a Argentina, 8 años más tarde lo hará Donald Meltzer.

En los seminarios se estudiaba la obra de Freud -comenzaron con Mas allá del principio del placer dictado por Garma, como puerta de entrada para la introducción de Melanie Klein. ¿Por qué este auge de la "orientación kleiniana" en Argentina?. Arminda Aberastury tuvo correspondencia con Melanie Klein desde 1942, pero nadie menciona que ella influenciara sobre el resto de los pioneros de la APA. Peter Gay indica que a partir de la década del '30 comienza a haber kleinianos en Europa. Esta orientación, dice, alcanzó gran difusión en Inglaterra, Argentina y en algunos institutos de EEUU.17

Seguramente el hecho de que Jones estuviera presidiendo la IPA, que fuera durante mucho tiempo el único corresponsal de la APA, hacía que la corriente inglesa, con Melanie Klein a la cabeza, hiciera pie en estas tierras. Por qué Arminda Aberastury no siguió con Ana Freud como guía en su análisis de niños y rotara hacia Melanie Klein es una pregunta que queda abierta. El hecho concreto es que tanto Anna Segal como Donalt Meltzer, los visitantes que venían desde la Internacional eran seguidores de Klein. También es de señalar que si bien Garma se formó en el Instituto de Berlin, se destaca en esta historia que fue "hermano" de análisis de Paula Heimann.

El artículo de Arminda Aberasturi tiene la característica de estar en un tono sumamente simple y un lenguaje bastante corriente. Por otro lado, por más que digan y redigan que es la enseñanza de la obra de Freud el fundamento del Instituto, el lenguaje es "kleiniano". Verbigracia:

"Sabemos que el tratamiento psicoanalítico tiene, como uno de los fines fundamentales fortalecer la capacidad para relacionarse con los objetos externos e internos de un modo más amplio y adecuado18.

Si eso es un fin de tratamiento psicoanalítico no podemos dejar de marcar que es pedagógico y que sostiene de ante mano desde el analista, absolutamente a priori, lo que es "bueno" para "el paciente", para "todo" paciente.

Por otra parte, Aberastury propone leer cronológicamente a Freud y actualizarlo y sugiere "enseñar lo básico de la obra de Freud" sin decir qué entiende por eso. De igual manera, en otros seminarios se estudiarían "los puntos de vista que Freud formuló sin desarrollar" de los que partieron Abraham, Ferenczi, Klein, etc. Y en otros llamados "teóricos": los sueños, teoría general y especial de las neurosis, etc. Le da un espacio importante al control, ya que existe una preocupación marcada por lo que denominan "la técnica", las vicisitudes de su aprendizaje que repercuten en el interpretar analítico.

Se puede afirmar que en la APA el tema de la interpretación, la analizabilidad, la transferencia y contratransferencia se había tornado un problema de difícil solución en la que la interpretación tomada desde allí, marcaba de manera aplastante todas las demás cuestiones.

German García en La entrada del psicoanálisis en Argentina, extrae de la Revista Argentina de Psicoanálisis del 1/2/57,dedicada a este tema, una frase de Leon Grimberg y dice:

"La unidad es postulada como Bien Supremo, la división es el Mal que debe conjurarse por la madurez: "Por otra parte, es exacto que en la situación competitiva desarrollada con tanta intensidad en esta sesión, -está hablando de un caso- el analista, por sentirse momentáneamente trabado y dominado por la actitud del analizado, se veía impedido de dar interpretaciones más elaboradas, más maduras, más genitales si cabe la expresión en este caso"19.

También elige de la Presentación del primer número de la Revista de la APA lo siguiente:

"El psicoanálisis nació como una necesidad terapéutica para interpretar y aliviar los sufrimientos de un determinado sector de pacientes".

Y agrega: "Su evolución ulterior lo condujo a ampliar el campo de sus actividades médicas y de su material inicial constituidos por los psiconeuróticos; fue extendiéndose en un sentido para dar una interpretación más profunda de los mecanismos mentales ocurrentes en la psiquiatría. Por otra parte aspectos insospechados hasta entonces de la medicina interna pasaron a ser campo fértil para sus investigaciones. De ahí surgió la actual medicina psicosomática, hoy en plena evolución, y cuyas perspectivas futuras se pueden ya vislumbrar"20.

La APA toma para sí, como terreno de disputa, el suelo médico: el psicoanálisis planteado de este modo, alivia el sufrimiento de un determinado sector de pacientes, es una especialidad médica más.

Arminda Aberastury al comienzo de su artículo dice que si bien durante mucho tiempo casi no hubo literatura sobre la formación analítica, en los últimos 10 años la situación ha cambiado. La dificultad de hablar de estos temas reside, según la autora, en que con ello se pone en tela de juicio al didacta que debe ser la prueba de la eficacia del método.

Cita unas palabras de Michel Balint que expresan que "la tensión que así se crea en los grupos analíticos culmina en una "inhibición del pensamiento" que repercute sobre el sistema de enseñanza. Para él este "pensamiento inhibido" es el primer índice sospechoso sobre la validez del entrenamiento".21

Es de gran valor este punto de partida, mucho más cuando Aberastury dice que los Institutos realizan cambios en los planes de enseñanza pero no expresan cuáles fueron los motivos que los condujeron a hacerlos. Arminda Aberastury sigue sosteniendo que en las comunicaciones no hay casi ninguna que estudie en especial las condiciones de la enseñanza de la teoría y técnica en el Instituto de Psicoanálisis.

El analista con la cultura

Se oyó en la voz de otro de los que cocinábamos aquel día en el Seminario la de Freud:

"Si algún día se fundara una escuela* superior psicoanalítica -cosa que hoy puede sonar fantástica-, debería enseñarse en ella mucho de lo que también se aprende en la facultad de medicina: junto a la psicología de lo profundo, que siempre sería lo esencial, una introducción a la biología, los conocimientos de la vida sexual con la máxima extensión posible, una familiarización con los cuadros clínicos de la psiquiatría. Pero, por otro lado, la enseñanza analítica abarcaría disciplinas ajenas al médico y con las que él no tiene trato en su actividad: historia de la cultura, mitología, psicología de la religión y ciencia de la literatura. Sin una buena orientación en estos campos, el analista quedaría inerme frente a gran parte de su material*"22.

Y agregó:

"Estoy de acuerdo. Estas cosas que suceden tienen que ver con los análisis. Me parece como natural engancharse en la cuestión del ideal. Que los ideales caigan, esto tiene que ver con los análisis. El funcionamiento de las escuelas, está cuestionando los análisis"..

En enero de 1953 Lacan, Director provisorio del Instituto de Psicoanálisis envía un proyecto de enmienda a los estatutos propuestos por Sacha Nacht. Esta cita de Freud figuró como epígrafe en su Exposición de Motivos, precedida del título Psicoanálisis y enseñanza. Lacan no dice de dónde extrajo la cita, pero es de ¿Pueden los legos ejercer el análisis? La frase que se leyó en la última reunión del Seminario corresponde a la traducción con la que contamos nosotros que es algo distinta de la que figura en la versión castellana de Escisión Excomunión Disolución.23

En esta "Exposición de Motivos- Psicoanálisis y enseñanza" de Lacan, encontramos que se nutrió en Freud y en los problemas que este último fue planteando en cuanto a la transmisión del psicoanálisis y cuál fue el tratamiento cuidadoso, problematizado, que de entrada dio a este terreno. Lejos de la posición de la APA y de Nacht, Lacan propone el comentario de textos, habla de función creadora de la praxis, la puesta a prueba del análisis como ciencia de lo particular en el transcurso de una experiencia, la crítica clínica y fenomenológica que vuelve a cuestionar a la luz de los datos analíticos, tanto las normas de la psicopatología clásica como el valor efectivo de la intervención técnica. Pide que el Instituto, para estar a la altura de lo que es la experiencia del análisis, no participe en exigencias formales de exámenes y asistencia.

Esta fue la que Nacht había presentado:

Exposición de Motivos

En particular no habrá que olvidar que la separación en embriología, anatomía, fisiología, psicología, sociología, clínica, no existe en la naturaleza, y que no hay más que una disciplina: la neurobiología, a la que la observación nos obliga a agregarle el adjetivo humana en lo que nos concierne"24.

La cita es del "Prefacio de introducción biológica al estudio de la neurología y de la psicopatología" de Monakow y Mourgue. La misma brinda el tenor del contenido de sus motivos que no difiere de lo que sostiene la Revista Argentina de Psicoanálisis en su primer número.

En el trabajo de Arminda Aberastury no hubo mención de los conflictos en la S.P.P. cuando Jacques Lacan, que desde 1948 era miembro de la Comisión de Enseñanza, redacta el Reglamento de dicha Comisión. ¿Es que una reglamentación en una Sociedad, que va a dar por resultado una escisión, no merece ser tomada en cuenta?. Sin embargo a la APA le hubiese venido muy bien. Porque la crisis en Paris se desarrolla precisamente en torno a la creación del Instituto de Psicoanálisis. A todos nosotros nos hubiese venido muy bien preguntarnos sobre la necesidad o no del Instituto de Psicoanálisis, creado en la IPA, su relación con la formación analítica, sobre la necesidad o no de reglamentar la formación analítica y su relación con el método psicoanalítico. El por qué ha sido el tema de controversias, luchas intestinas, escisiones y apresuradas fundaciones

Notas

7 Balan J. Cuéntame tu vida Ed. Planeta 1991. pp. 198

* remarcado mío

8 A. Aberasturi, M. Aberasturi, F. Cesio Historia, enseñanza y ejercicio legal del psicoanálisis Ed. Bibliográfica Omeba 1967 pp.11

9 Cf. Balán J. ibid

10 Asociación Psicoanalítica De Buenos Aires

11 comienzo de Cap I

12 A. Aberasturi, M. Aberasturi, F. Cesio Historia, enseñanza y ejercicio legal del psicoanálisis ibid. pp. 11 y sig.

13 Las sesiones cerradas fue una de las maneras que Lacan se dio a partir de 1965, es decir desde la fundación de la École Freudienne de Paris, de plantear la enseñanza. En esas sesiones participaban los que, a través de un movimiento expresaban su deseo por escrito de participar en ellas para presentar trabajos y discutir sobre estos temas.

** En francés herejía consuena con RSI

14 Ibido pp.12

15 Ibid

16 M. Langer Memoria, historia y diálogo psicoanalítico Folios Ediciones 1984 pp.82/83.

17 Gay P. Freud una vida de nuestro tiempo Ed. Paidos 1989 pp.523

18 Ibido pp.58

19 G. Garcia La entrada del psicoanálisis en Argentina Ed. Altazor 1978 pp. 205/6.

20 ibid pp. 207/208. Las itálicas están así en el texto original.

21 Ibid. Pp.52

* subrayado mío

22 Freud S. ¿Pueden los legos ejercer el análisis? pp.230 Ed Amorrortu 1986

23 La frase que figura allí es: "Si tuviese que fundar una facultad analítica -idea que hoy parece fantástica-, desde luego se enseñarían allí materias que también enseña la Escuela de Medicina: junto con la "psicología profunda", la del inconsciente, que seguiría siendo el plato fuerte, habría que enseñar también, tan ampliamente como fuese posible, la ciencia de la vida sexual, y familiarizar a los alumnos con los cuadros clínicos de la psiquiatría. Por otra parte, la enseñanza analítica también abarcaría ramas completamente ajenas al médico, y cuya existencia ni siquiera entrevé en el curso del ejercicio de su profesión: historia de la civilización, mitología, psicología de las religiones, historia y crítica literario..." J-A Miller Escisión Excomunión Disolución Ed. Manantial 1987

24 ibid pp. 26 y sig.


Ir a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoMundo

Logo PsicoMundo