Seminario
La discordancia del
psicoanálisis y su transmisión
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Dictado por : Rosa López
Capítulo VIII - ¿Qué se enseña en la institución psicoanalítica?
Transferir clase en archivo .doc de Word para WindowsUna voz del Seminario, saca de la olla para que compartamos la voz de German García:
"Hoy cuando los tontos repiten "disolver y perseverar" sin entender nada de la historia del psicoanálisis en Francia, tampoco de la propia, un acta de fundación es un acto de fundación. Porque comenzamos por una parodia podemos evitarnos cualquier imitación 103"
La voz joven expresa en su tono que la Universidad transmite las cosas como verdad absoluta y eso no te permite el cuestionamiento, esto de cuestionar al texto es algo que en la experiencia universitaria no se da.
El detalle que agregamos fue que estas palabras, sacadas de su contexto original, que habíamos cocinado entre todos durante las sesiones del Seminario, y que habían sido seleccionadas para que entraran en este nuevo caldo para darle y darse un distinto sabor, formó parte de la revista Conexiones en Psicoanálisis104. Masotta había muerto y hoy tienen un color y un sabor distinto: estas fundaciones no atrapan en definitiva el tono y la hechura del acto psicoanalítico. La Escuela Freudiana de Córdoba vivió un tiempo efímero y nos dejó el testimonio a través de su revista.
Sosteniendo la disolución como parte del acto analítico, como siendo lo propio del carácter disolvente del psicoanálisis partimos de los artículos que acompañaron y dieron forma a la fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires.
En el número 5/6 de su revista editado en julio de 1977, la Escuela Freudiana de Buenos Aires, con Masotta a la cabeza, se dedica a desplegar el interrogante sobre la institución psicoanalítica. Han decidido dejar en suspenso la proposición de Masotta y trabajar sobre el tema. Hay un buen comienzo, ya que parten de cuestionar la jerarquía del saber que pone en juego la institución universitaria y que asigna al psicoanálisis el sentido de una pedagogía normativa: en ese ámbito las certezas jamás se cuestionan.
Asimismo descartan evidenciándola, la otra opción que se ha presentado al psicoanálisis: la de obtener a través del mismo una promoción como médico. Buen comienzo, decimos. Ni el ámbito universitario ni el médico pueden conducir a otra cosa que a la normativización, a la normalización que se opone al fundamento mismo del método psicoanalítico. Intentan, afirman, mantener la zozobra del fin del análisis en la institución que crearon.
Trabajaron durante un año sobre algunos textos que les permitieron adentrarse en las dificultades que suponían las instituciones del psicoanálisis.
El primer artículo firmado por Mirta Katz, Anabel Salafia, Norberto Ferreira entre otros, desgrana varios temas, analizando la propuesta de Masotta: Autoformarse, implica "planear lo instituido en forma de grupos de investigación". Han trabajado un año y es hora de echar una mirada sobre lo que hicieron. Primer interrogante: ¿cuál ha sido su forma de inserción en el movimiento psicoanalítico?. Esta pregunta abre otro problema que es el del movimiento psicoanalítico -reservado hasta ese momento al de la IPA- y la particularidad de la enseñanza y trasmisión sostenida por Lacan y la École Freudienne de Paris que se desmarca de ese movimiento y a la cual ellos, con su acto de fundación, se articulan. Pero esto no aparece en este artículo de este modo. Ocupa su lugar una dicotomía: internacional- argentino. De internacional, aparentemente no hay nada. Y por el lado de "argentino", además de reconocerse de Buenos Aires, resulta que en todo ese año leyeron, dialogaron, investigaron, pero
"(...)pocas veces (muy pocas) han reflejado un examen de otras instituciones o de la institución del psicoanálisis en la Argentina. Ningún trabajo se ha propuesto investigar las causas de la "difusión" de la doctrina freudiana en Buenos Aires105 por ejemplo(...)"106.
También objetan no haber investigado la historia de los símbolos, historia y morfología de la lengua, significantes que preceden u organizan nuestra práctica o imperan sobre ella.
El psicoanálisis se escribió en alemán y, para muchos de nosotros se difundió en francés (¡!) Otras instituciones se formaron en la lengua del psicoanálisis inglés.
¿Dice esto de una permanente confusión de lenguas o alude a la existencia de una lengua perdida?"
¿Perdida? ¿Es una nueva crítica que los autores dirigen a lo que hasta ese momento -y no solamente, hoy lo podemos afirmar- se ha venido dando en nuestro país? Porque acto seguido se refieren a la invitación hecha por Xavier Bóveda a Freud a establecerse en Buenos Aires.
Una lengua "perdida" aparentemente y que no obstante cuando se habla del pasaje a otra lengua, con un establecimiento sistemático de la obra integral de Freud, organizada y en orden cronológico, aparece la traducción al español en primer lugar, siendo sólo 4 los idiomas que lo han hecho de esa manera y entre los cuales no se cuenta el francés precisamente - Lacan no se cansó de señalarlo y de indicar a sus alumnos que leyeran a Freud en alemán-.
Lopez Ballesteros en primer término en España y en vida de Freud, comenzó a traducirla desde 1924 y hasta 1942 había 17 tomos que se suspendieron con la Guerra Civil en ese país. Esta tarea fue proseguida en Argentina por Ludovico Rosenthal, realizándose entonces la edición completa. Acordamos entonces con los autores del artículo de Cuadernos Sigmund Freud: esta obra de Rosenthal está perdida o abandonada. No se volvió a reeditar.
Otra voz trae nuevamente en esa última Sesión culinaria del Seminario la voz de German García para dar este toque a la cocción:
"Para nosotros será necesario reflexionar sobre la traducción: "Una buena traducción -escribe Callois- no es, pues, una traducción literal ni una traducción literaria /pero infiel)...Traducir bien es inventar el texto (vocabulario, sintaxis estilo) que habría escrito el autor si su lengua materna hubiese sido la del traductor y no la suya. (...)Un análisis estilístico mínimo de nuestros textos mostraría el castellano plagado de construcciones pasivas, la sintaxis marcada en la otra lengua.(...) El préstamo, el calco, la traducción literal, la transposición, la modulación, la equivalencia, la adaptación: problemas y estrategias que la traducción plantea. Otro idioma es un corte, la traducción de otro idioma es un pasaje invertido hacia la invención de la propia lengua. Leer un texto implica encontrar el registro musical en que se encuentra escrito, traducir un texto es perder y volver a encontrar esa música en otro registro.107"
La voz señala que hemos estado trabajando en el pasaje de lengua, de todo lo que implica en relación a la transmisión, un ejercicio muy válido de la producción hacia la invención de la propia lengua. Intertextualidad en acto.
Del texto de García extraemos varios puntos que nos interesan. Sin lugar a dudas el libro El idioma de los lacanianos de Baños Orellana también lo ha hecho. No dudamos que seguramente este último lo ha leído ya que le antecede en casi 20 años, tomando nota además que Baños Orellana forma parte del Centro Descartes que fue creado por German García y que publica su primer libro en Atuel.
Este pasaje que extrajimos ocupa su lugar en el texto para objetar la enseñanza que calca, lo que obtura la transferencia, el pasaje de psicoanalizante a psicoanalista.
Jorge Baños Orellana en su libro rescata y nosotros con él, la tarea de lectura como un acto particularmente subrayable. Toma entonces la Presentación del segundo congreso (octubre de 1969). Baños la aísla como ejercicio de lectura porque Masotta descubre enunciados teóricos en los andamios de la escritura y precisamente en uno de los últimos escritos de Freud, el Esquema del psicoanálisis: Cito a Masotta:
"Es que Freud ignoraba a Freud? En efecto: no. El testimonio -decíamos nosotros- se encuentra en el Esquema. No es que pretendamos ser modernos: pero el Esquema no es sino el bosquejo rector de una lectura de Freud por Freud. De otra manera, por qué o para qué Freud habría escrito esas páginas cuyo objetivo, seguramente, no fue la divulgación. Pero ¿pensaba en una audiencia de legos? ¿En quien o qué pensaba? Nosotros decíamos que Freud pensaba en la propia doctrina que había construido a lo largo (subrayado) de su propia vida y en su destino histórico. Dicho de otra manera: cuando Freud escribe el Esquema defiende su teoría contra el destino, necesita persuadir, quiere enseñar cómo leer su propia obra. El concepto de la exposición es aquí, y por lo mismo retórico (dando a esa palabra su acepción primera). En el Esquema, Freud despliega una retórica persuasiva, sabe que la verdad de su teoría depende de su propia capacidad de persuadir a su "audiencia", aunque no se lo diga a sí mismo del todo, puesto que la estructura persuasiva se halla a un nivel -se podría decir- no absolutamente de superficie. La estructura persuasiva aquí parece coincidir con la estructura del esquema y sería preciso por lo mismo interrogar a esa estructura para entender de qué habla el Esquema. Hay en el Esquema -nuestra lectura se inspira en el excelente libro de Martial Guerooult sobre Descartes- el "orden de razones" que constituyen la teoría. Piénsese en el contenido de los cinco capítulos de la primera parte:
I) segunda tópica
II) última teoría de los instintos
III) teoría de las fases del desarrollo sexual
IV) teoría de las "cualidades psíquicas"
V) doctrina del sueño
Poniéndole Fechas a este orden queda: 1)1923.- 2) 1920.- 3) 1905.- 4) 1899.- 5) 1899. ¿qué indica la inversión? Se pregunta. El orden constituía en sí mismo, un ajuste doctrinario. Esto no está en ningún lado. Es Masotta el que lo lee en su dispositivo formal. Esta es por supuesto, la lectura que Masotta aconseja.
Masotta también nos vuelve y nos devuelve al tema de la enseñanza con el cual hemos seguido este año el tema de la transmisión del psicoanálisis. ¿qué se enseña? ¿Es factible una enseñanza del psicoanálisis que no sea academicista? Y si la hay ¿es enseñanza? Jorge Jinkis en Lo que el psicoanálisis nos enseña dice: "En su último escrito Masotta presentaba la escisión como un aprendizaje. Esta enseñanza ¿la hemos aprendido?108"
Pensado desde aquí lo que se nombra enseñanza es más bien un trabajo compartido, porque se trata de pensar con otros, donde se de el intercambio. Hay un trabajar con otros, amasar con otros algo que hasta entonces y sin su aporte sería harina y agua. De esta manera, no es una enseñanza, en su acepción tradicional, pero puede dar lugar a un aprendizaje.
Grado y jerarquía como problema en la institución psicoanalítica
En Cuadernos Sigmund Freud 5/6 hay una confusión entre el movimiento psicoanalítico internacional y lo que fundó Lacan fuera de él, porque se destaca como dentro de ese movimiento el hecho de ser aceptada la Escuela Freudiana de Buenos Aires por su homónima de París. ¿es una nueva crítica irónica? Dice:¿aceptamos o nos aceptan? Es bastante problemático el tema. ¿Qué significa que la aceptaron, la aceptaron como qué?. ¿Qué significó para Lacan y su Escuela que apareciera ésta otra, que también se dijera freudiana y que hubiera partido de un Grupo que se nombraba lacaniano109?
La Escuela Freudiana de Buenos Aires, no formó parte de la École Freudienne de Paris. ¿Qué estatuto tenía entonces? Masotta dice frente a los miembros de la École Freudianne de Paris, tal como figura como epílogo de Ensayos lacanianos y que allí está titulado COMENTARIO PARA LA ECOLE FREUDIENNE DE PARIS SOBRE LA FUNDACIÓN DE LA ESCUELA FREUDIANA DE BUENOS AIRES, que lo que intenta transmitir versa sobre "los caminos que condujeron a la reciente fundación", "el relato del comienzo de una experiencia". Lo cierto es que no aparece en ningún escrito o testimonio los efectos, ni qué significó y significa esta aceptación. Lacan ¿habría recibido en ese momento otras demandas de Escuelas que solicitaran su aprobación?
En la carta dirigida por Masotta a sus compañeros de la escuela firma como Director de la Escuela Freudiana de Buenos Aires y Membre, Analiste Practicien de l'École Freudienne de Paris. Lo que está a la vista entonces es que del relato de Masotta resultó su propia nominación dentro de la École. Ni en los otros artículos ni en la tapa de la publicación figura la adhesión o aceptación o grado de participación de la Escuela en relación a la de Paris. Tampoco salvo tangencialmente llegan a plantearse como problemático este punto que no sería de descuidar, porque Lacan no funda un movimiento "internacional". Lacan habló alguna vez de su "grupo italiano" o de sus "lacanoamericanos", pero mucho más tarde, aún cuando no figuraban como miembros de la EFP.
En este tiempo de la fundación de la EFBA Masotta era su Director y Lacan evidentemente, no lo era. De todas formas hay una cuestión que salta a la vista a través de un nuevo interrogante: ¿vale para Argentina, el reclamo de ser freudiano? Seguramente si, la historia de la APA, el alcance que había tenido transformando su práctica conforme a todo tipo de teorías que distaban mucho del pensamiento y la letra freudiana: La psicosomática de Franz Alexander, las buenas recomendaciones de Jones -que habían seguido sin chistar- de dejar el alemán y comenzar con la lectura de Freud y todo lo que venía de Inglaterra, en ese idioma que se aprestaba a ser el que capturara la IPA, a pesar de los esfuerzos hechos por Rosenthal en su traducción y revisión de la de Lopez Ballesteros. La técnica había pasado a ocupar un plano sobresaliente en los estudios que el Instituto proponía.
Era entonces, una tarea perentoria volver a formar a las jóvenes camadas en el pensamiento freudiano, de meterse dentro del texto freudiano, desmenuzarlo, interrogarlo. De cuestionar también a la APA y a la IPA, no ya en torno a la democratización de la institución que era lo que se venía planteando -Plataforma, Documento- sino en la formación de analistas y los fundamentos del psicoanálisis. La novedad estaba dada por el estudio al mismo tiempo del texto de Lacan, que objetaba fuertemente lo que la APA sin más digería.
El artículo de Cuadernos S. Freud plantea los peligros de la imitación y del modelo con respecto a la de Paris. Si bien toma el hecho de que necesitan una permanente confrontación con lo que reciben, agregan: heredamos o usurpamos y a partir de allí un análisis de lo institucional en el marco familiar y edípico: Masotta padre, quizá de una horda, ellos usurpando o heredando -parece que ya lo habían matado tres años antes- y la relación entre los miembros de la institución, desde la igualdad dejando entre paréntesis la cuestión de las diferencias.
Se señala, sí, que la historia de las instituciones psicoanalíticas habla de luchas reivindicativas, ideales de justicia e igualdad como resultado de una tenaz presencia de las diferencias. La presencia de las diferencias es tenaz, sí. Y es tenaz la insistencia en no atender lo que hace al método psicoanalítico. La imposición de la jerarquía prevalece sobre el mismo en las instituciones psicoanalíticas e invade y da forma al didáctico y a los controles, estatuidos ambos desde la misma jerarquía.
Para trabajar este tema de la jerarquía toman a Lacan en los primeros párrafos de la Proposición del 9 de octubre cuando hace la diferencia entre gradus y jerarquía110.
Algunas de las definiciones de gradus que nos pueden servir para ubicarnos en lo que Lacan plantea son:
En ciertas escuelas, sección en que los alumnos se agrupan, según su edad y el estado de sus conocimientos. Es decir, en una escuela el hecho de que un alumno esté en 5º o 6º grado no implica ninguna jerarquía de uno con respecto al otro.
División de una escala (línea graduada) que sirve como unidad de medida para apreciar ciertas variaciones.
Número de orden que expresa el de factores de la misma especie que entran en un término o parte de él. 111
El ser Analista Miembro de la Escuela no implica ninguna jerarquía, sino sólo pertenencia y cierto grado de compromiso. El ser Analista de la Escuela tampoco. Es el marco que le da la escuela al pase y al hecho de autorizarse el analista de sí mismo.
El didáctico rompe el acto analítico
El segundo artículo corresponde al segundo día de las jornadas, cuyo tema fue el análisis didáctico. Comienza con varias preguntas: ¿desde qué momento se diferenció análisis terapéutico y didáctico?; ¿porqué es didáctico?; ¿qué es la didáctica?.
Si por nuestra parte intentamos adentrarnos en el tema encontramos en primer término que didáctica es el arte de enseñar. Ahora bien, ¿quién enseña en un psicoanálisis? Porque el hecho de que el saber sea supuesto del lado del analista no quiere decir que este sea el que enseña, que esté estatuido que él enseña. Y si fuera así ¿qué enseña? ¿Una técnica?
Citando las palabras de Fidias Cesio los autores del artículo lo hacen contestar: "el análisis didáctico tiene una característica que lo define y lo diferencia netamente ...el paciente busca a un analista que se 'compromete' a hacer de su analizando un semejante a Sí mismo en lo que hace a su función analítica (...) la liberación de la libido fijada en los síntomas neuróticos encuentra como solución la identificación con el analista-padre"112. Sostienen, citando a Maud Manonni, que de esta forma el psicoanálisis se transforma en una educación del ego.
He allí la didáctica. Los autores reconocen que hay en ello una ruptura con el proceso del psicoanálisis, o, diríamos nosotros, con el acto psicoanalítico -proceso remite a linealidad temporal que tampoco tiene que ver con el psicoanálisis- son todas normas de acción sancionadas e impuestas al candidato; entre él y su analista en un didáctico, está el aval.
A pesar de que en estas Primeras Jornadas y en algunos trabajos, no en todos, hay lugar para algunas generalizaciones por ejemplo sobre la entidad "neurótico" en relación a deseo y demanda, causa, ley, castración, saber, verdad, también es cierto que hay cierta actitud de interrogar al psicoanálisis. Pero, como le pasa a Ulloa en su trabajo sobre institución, creemos que no se puede interrogar al psicoanálisis, al psicoanalista, sin hacer lo propio con todo el edificio nocional y conceptual. Masotta dice del producto de estas jornadas, en su proposición del 30 de marzo que hay un exhibicionismo anarco. Podemos afirmar que no se trata de exhibicionismo, hay una discusión sostenida de todo lo que hace al tema del didáctico, la proposición de Lacan y la de Masotta. Quizá se quedaron en el camino y no fueron a fondo con las producciones teóricas de Freud y de Lacan.
También hay algunos trabajos que echan una mirada cuestionadora sobre lo que está pasando en el corto período de existencia, diciendo que la Escuela que se pretendió de formación es campo olímpico de discursos universitarios. Se trata de un momento difícil para la Escuela, que no termina de ponerse sobre la mesa y que al parecer, Masotta en su carta intenta ordenar a través de un nuevo modo de funcionamiento, que, sabemos, no durará mucho tiempo. Al parecer, hay disparidades, que no sería un problema, y, lamentablemente, también un intento de uniformidad.
Por poco que uno se fije cuando toma una publicación donde hay artículos de diferentes autores, en este caso todos miembros o candidatos a miembros o al menos todos en relación a la escuela, no puede dejar de notar la disparidad, es decir, la no identidad de criterios, la no identidad de estilos, la no identidad de posiciones. Ergo. Una escuela, no garantiza ni uniforma prácticas ni posiciones, ni teorizaciones con respecto a esa práctica. Lo que se hace en nombre de una escuela, no pasa por la uniformidad.
Hay evidentemente quienes, dentro de una escuela denostan o se abalanzan como jotes encima del diferente. Es interesante, porque el "control de la disparidad", fue una de las causas de la creación de la internacional en torno a Freud. Lacan inventó las sesiones llamadas cerradas de su seminario como un espacio para testimoniar por parte de aquellos que recibían su enseñanza. Obtuvo poca producción, mucha reproducción y un cuestionamiento casi nulo.
Pero si bien encontramos en el primer artículo sobre el didáctico, como en algunos otros de las Primeras Jornadas de la EFBA una verdadera ensalada rusa de infinidad de nociones psicoanalíticas, es necesario marcar la importancia de este documento y de fecharlo. La fundación de la escuela fue el 28 de junio de 1974. Desde entonces la misma se ha abocado al tema de qué institución es la que quieren sostener, qué del didáctico, la supervisión, la enseñanza. Se han tomado su tiempo y han producido varios trabajos en los que se descubre las lecturas y las discusiones que han sostenido. Lo que recoge esta revista llega hasta el fin de las segundas jornadas o sea hasta el 1º de julio de 1977. Denotan tres años de trabajo intenso.
En Paris mientras tanto Lacan dice el 3 de noviembre de 1973 que la experiencia del pase es una experiencia en curso. Y algo más: lo primero que obtuvo de la proposición del '67 es "la huida alocada de cierta cantidad de personas cuyo sostén y fidelidad yo estimaba"113. Siguió produciendo este tipo de movimientos hasta culminar con la disolución, por parte de Lacan de la École en 1980. Es en este ámbito que despunta la Escuela Freudiana de Buenos Aires quizá en un principio, sin saberlo.
Masotta viaja a Europa y va a radicarse finalmente a Barcelona, España, motivado principalmente, según German García, por amenazas que había recibido, probable quizá, por los momentos que se vivían, a los que no dejó de hacer lugar en su discurso.
En el Cuadernos Sigmund Freud Nº 4 en el que se encuentran los trabajos presentados en las Jornadas Sigmund Freud, está el de Oscar Masotta pronunciado el 1 de octubre de 1973: Sigmund Freud y la fundación del psicoanálisis, cuyo epígrafe reza:
Antes de leer mi homenaje a Freud, quisiera referirme a un incidente de mi propio psicoanálisis. En un sueño que tuve pocos días atrás aparecía la espalda tersa y bronceada de una mujer en la playa, arena ardiente, donde se deslizaba mi deseo. Las asociaciones me condujeron a la última vez que estuve con mi amigo Lito Marín, en 1964, en una pileta de natación cercada de alambres, junto a una de nuestras sucias playas del Río de la Plata. Mi amigo, sociólogo argentino, se halla encerrado hoy en una soleada cancha de fútbol en Santiago de Chile114.
El comienzo de su conferencia fue referido a esta coyuntura histórica, que más que enmarcar estas Jornadas, como él mismo lo señala, la fisuraba, su "negro del texto estaba teñido por la sangre de un presidente muerto", pródromo de lo que seguidamente sucedería en Argentina, por lo que no sería difícil pensar que Oscar Masotta fuera amenazado de correr la misma suerte de su amigo en Chile y haya debido emigrar.
Desde Europa continúa en la Escuela a través de la correspondencia. El 10 de octubre de 1975 escribía:
"Acabo de recibir de París la invitación oficial, vía D. Simatos, para hablar en las jornadas de la École sobre nuestro grupo argentino, y simultáneamente la invitación del propio doctor J. Lacan para hablar personalmente con él sobre las relaciones de la Escuela Argentina con la Francesa (...)"115.
En otra carta fechada el 28-11-75 escribe que, ya en Paris, comentó a Simatos su intención de invitar a Lacan y aprovechar para realizar un Congreso en Buenos Aires sobre "la formación del analista". Manifiesta haber sido acosado a preguntas, y, sin quererlo o a sabiendas dice que el problema específico de la Escuela es la introducción del didáctico en el pase. "Es el punto que ustedes tienen que trabajar", escribe. Las razones por las que Lacan no vino a Argentina no están explicitadas. De hecho la situación de nuestro país no alentaba para nada este tipo de visitas desde entonces y por ocho años y es una de las razones por las que, finalmente Lacan arribará a Venezuela y no a Argentina en 1980.
A partir de estas cartas y de lo que aparece en las Primeras Jornadas, la Proposición de marzo del '77 de Masotta adquiere otro carácter. En la carta del 12-6-75 se autopropone Director Fundador de la Escuela Freudiana, por tres años, para asegurar la Escuela, y por ese término, un Director. Su autonominación así tiene el estatuto de un apertura : "recomiendo que los Estatutos sean a la vez [...] un acto de 'autonominación' pero 'ratificada' desde afuera por este testigo apenas exterior que es el 'Director Fundador'116. Está ubicado en un adentro- afuera, fundador y tercero acompañante de la constitución de la escuela. Es además Director de la revista, algo que evidentemente le han propuesto. En febrero los miembros de la Escuela hacen entrega de los 10 trabajos de las Primeras Jornadas a Masotta, a Lacan y a Simatos y reciben como respuesta la propuesta de Masotta, que acaba en primer término con la ilusión de la igualdad, según la misma presentación de las Segundas Jornadas lo autentifica.
Hay algunas cuestiones con las que hoy no acordamos, pero debemos ubicarnos en el tiempo de la producción de estos trabajos de Cuadernos Sigmund Freud Nº 5/6, tiempo joven de la Escuela por un lado y tiempo joven de la puesta a prueba de la proposición de Lacan de donde surge parte de los temas que se están planteando.
Los trabajos presentados en su conjunto cuestionan el didáctico, tal como lo entiende la Asociación Psicoanalítica. En tanto tiene que avalar y producir analistas, normativiza el análisis, yendo con ello en contra de lo que desde Freud es un análisis. Sancionan e instituyen la "solución", que no es otra que la identificación con su analista "modelo de", entendiendo el análisis justamente a la inversa, si desde Freud se trata de que es el analizante quien "funda la situación". Toman una frase de Freud extraída de Análisis terminable e interminable que está fechada en 1937 donde presenta lo que él entiende por una análisis "didáctico". El párrafo se presta para ello, ya que, si bien los autores remarcan la parte en que Freud dice que el didacta habrá cumplido su finalidad una vez que haya infundido al aspirante la segura convicción de la existencia del inconsciente, no deja de poner al analista en función de enseñar en una muestra que tiene por fin juzgar si el candidato posee las aptitudes necesarias para proseguir su formación, con lo que al mismo tiempo, se pierde el rumbo del análisis.
Se escucha entonces otra voz que trae la de aquellas Jornadas que Cuadernos Sigmund Freud 5/6 reproduce:
"No carece de importancia rasgar las vestiduras del juez y saber que se esfuma la función analítica cuando baja el martillo sobre el diván. Si se piensa que el juicio del analista concierne a algún tipo de normalidad, Freud destaca en El Yo y el Ello que: el 'análisis no apunta a hacer imposible toda reacción patológica (...)', los objetivos del terapeuta no pueden consistir en 'borrar todas las peculiaridades del carácter humano en aras de una esquemática normalidad' "117
La voz por su parte agrega: Muchas veces es antinómica la relación entre el discurso jurídico y el discurso analítico. El psicoanálisis ha apostado a hacer valer su método, la singularidad. No hay nada en el psicoanálisis que apunte a la adaptación de aquello que ha sido tomado de la concepción aristotélica del bien común. Es uno de los aportes fundamentales de Lacan.
Los miembros de la EFBA toman entonces lo que les sirve para decir que el objeto del psicoanálisis es la relación que el saber mantiene con el inconsciente. Hay una crítica marcada hacia el juicio de analizabilidad que es un juicio de valor, que abre camino al prejuicio. La normalización propuesta al paciente, afirma uno de los trabajos presentados, consiste en una identificación con el yo que tendría la mejor adaptación a la realidad: precisamente el yo del analista.
Otro de los presentes en nuestra última sesión del Seminario se apresura a prestar su voz a otro trabajo de Cuadernos 5/6 que nos acerca a Lacan para poner en tela de juicio el punto de la formación:
"Nunca hablé de formación analítica, hablé de formaciones del inconsciente. No hay formación analítica. Del análisis se desprende una experiencia, a la que es completamente errado calificar de didáctica. La experiencia no es didáctica"118
Este texto está extraído de una intervención de Lacan sobre la experiencia del pase y fue citado también en uno de los trabajos de las Jornadas de la EFBA La cita sigue, para poner a Lacan en el mismo tono de esa nota de Freud citada más arriba, que ellos hacen resonar para nosotros:
"un análisis implica por cierto la conquista de un saber que está ahí, antes de que lo sepamos, esto es, el inconsciente, y desde luego que el sujeto puede aprender allí cómo es que eso se produjo. En este sentido, y sólo en este sentido, un análisis es didáctico."119
Otro trabajo puntúa que la palabra didáctico no aparece en el original alemán de Freud. Señalemos que en las traducciones al español figura sólo en la traducción de Lopez Ballesteros en ese párrafo al que ya aludimos de Análisis terminable e interminable y alguna que otra vez como atributo del Instituto.
La enseñanza es expuesta de una manera absolutamente afín al método psicoanalítico: "se ajusta, dice un trabajo, más al chiste, al acto fallido y al sueño", con lo que se colocan a tono con Lacan: "la formación de la que hablo es sólo la de las formaciones del inconsciente". Esto está en el espíritu y en el estilo que sustenta el psicoanálisis y al menos nos puede servir para tomar nota de ello.
En otro artículo, pero en el mismo camino se señala que el aprendizaje es la muerte del mito de la connaturalidad del saber, de una pérdida del índice seguro de la vivencia. Dice con justeza que lo que hay de Heimlich en el saber se convierte en Unheimlich , las ideas familiares se convierten en extrañas y el goce insuficiente del discurso amenaza las certidumbres.
También apuntan acertadamente contra el mito del origen al adherir con Lacan y Nietzsche, al hecho de que si todo descubrimiento es inactual, se niega así la posibilidad misma de ese origen, al igual que el del objeto del descubrimiento.
En cuanto a la entrada a la Escuela, sostienen que muchos vienen de otras instituciones, con una carga de experiencias sufridas, pero, muchas veces, sin poder dar cuenta de cuál era su lugar en esa institución, desconociendo incluso su implicancia en lo que denunciaban. La modalidad que proponen es similar a la del pase: una entrevista con un entrador, que a su vez lo transmite a un A.M.E. Éste a su vez al conjunto de los A.E. que son los que deciden la entrada. La similitud muere con esto último, porque indudablemente hay aquí un problema. El A.E es un grado al que arriba aquél que quiere que esa escuela autentifique su acto de pase a analista que dio ese paso. No tiene porque ser diferente al resto de los A.M.E, porque allí ya no hay grado, hay jerarquía. Uno puede entender que es sólo diferencia de grado, pero al poner al A.E en un lugar de privilegio en la toma de decisiones se apela a la jerarquía. El comité de recepción también es elegido por el A.E., lo mismo que los entradores. Los A.E son puestos así como conducción de la Escuela. El A.M.E también puede convertirse asimismo en una jerarquía.
Con respecto al pase, como ya lo señaláramos, es un punto problemático que marcó también en Argentina su dificultad: desde la propuesta misma de Masotta fue rechazado por algunos. Este tema puso sobre el tapete la diferenciación de grados y jerarquía que no siempre fue zanjado en las discusiones.
Uno de los artículos sostiene que
" análisis e institución merecen un tiempo de suspensión y un proceso lógico que de cuenta de su inadecuación".
Este planteo está en el mismo punto que venimos sosteniendo con Ulloa, pero, sabemos, la institución siguió su curso.
"El tránsito de psicoanalizado a psicoanalista es un mal paso; llevado hacia una meta desconocida, que no busca lograr, el psicoanalizado es arrastrado a un vacío: ir a la deriva, perderse, intentar franquearlo, tal es su destino"120.
Por eso no hay psicoanálisis didáctico a priori y la institución lo que hará es articular, autentificar, -es decir no es sanción- a posteriori esa experiencia a través del pase.
La diferenciación entre grado y jerarquía, su consumación, está en relación directa con la práctica concreta y no solamente con algo instituido per se, como se plantea en el didáctico:
"Parecería entonces que los grados dan cuenta de lugares o, mejor dicho, de la distancia entre los lugares.
Estos grados serán tales en tanto posibiliten el uso de la palabra. Pero cuando el grado se instituya como imagen ideal, hablaremos del efecto imaginario del mismo, es decir: la Jerarquía(...).
(...)Los grados se constituirán como el efecto de sentido a posteriori del trabajo realizado por cada uno, como por la historia personal y diferenciada que cada sujeto se crea en una institución a partir de su palabra121".
Por lo tanto las diferencias -de grados, se entiende- que marca Masotta en su carta y que de hecho ellos tomaron, están basadas no en la antigüedad, sino en un acto, en este caso, la firma de un acta -de fundación-. No es una diferencia histórica. El grado implica discontinuidad.
Trabajando la Proposición del 9 de octubre de Lacan, sostienen esta importante diferencia que se establece a partir de los actos que se atreve a desplegar cada quien, AME Analista Miembro de la Escuela, entre los cuales hay AE, en relación al psicoanálisis. Diferencia que cuesta seguir sosteniendo en el acontecer institucional.
Toda esta problemática plantea la cuestión de lo estatuido y lo estanco que también puede atravesar a una institución con "buenos propósitos" surgidos de proposiciones innovadoras como la que hizo Lacan, como la que trabajó la Escuela Freudiana de Buenos Aires, las que, por mucho permanecer incuestionadas, se pueden transformar en incuestionables. De allí la transformación de la movilidad de lugares que el gradus propugna se pasa irremediablemente a la inmovilidad de la jerarquía. Por ejemplo la conservación de ciertos lugares como casi inamovibles salvo renuncia u otra circunstancia similar.
grado jerarquía relativo a una verdad ejercicio de un poder posibilidad de producción teórica imposición de un discurso producción de analistas adoctrinamiento en una teoría constituida circulación del deseo ocupación de sitiales permanente movimiento punto de llegada de un logro aprisionante Con la proposición de grados es posible pensar en una Escuela que pueda sostener la coexistencia de discursos contradictorios y que sea capaz de soportar la tensión que esto implica. Desde ellos, el ejercicio de la diferencia hace posible un permanente cuestionamiento de los lugares.
Cuadernos Sigmund Freud 5/6 de la Escuela Freudiana de Buenos Aires de 1977, versó entonces sobre la institución y lo que se dio en llamar la formación de los analistas. Estos documentos que nos dejaron a través de los primeros números son, repetimos, de una gran importancia. No es muy común que las instituciones, las escuelas den al gran público este tipo de trabajo de "entre casa", este trabajo en la cocina de lo que va a dar por resultado un estilo dentro de esa reunión de analistas. Además nos permiten apreciar la enorme labor que se tomaron, los textos de los cuáles se sirvieron y analizaron y fundamentalmente, nos brindan la posibilidad de entrar en nuestra propia cocina con todo esta materia bruta, para hacer algo con ello.
El número siguiente, el 7 está fechado en diciembre de 1978 y el posterior el nº 8 en agosto de 1981. Evidentemente mucha agua corrió bajo el puente entre los dos últimos números entre los cuáles media casi tres años122. El nº 7 es dirigido por Oscar Masotta y su Consejo de dirección está integrado por Juan Carlos Cosentino, Jorge Jinkis y German García. El mismo discurre sobre los límites de la Interpretación. El siguiente está marcado por varios hechos: muerte de Masotta, muerte de Lacan, disolución de la École Freudienne de Paris, disolución de la homónima de Buenos Aires. El Comité de Dirección: Juan Carlos Cosentino, Jorge Goldberg, Pablo Kovalovsky, Juan Tausk, Isidoro Vegh. La muerte aparece sólo como homenaje a Freud en su 40º aniversario.
Su primera página señala la "vacilación" del Acta de Fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Se aclara que se conserva el nombre de la publicación, pero el estilo "resignifica una ruptura que actualiza la pregunta que en el Acta de fundación se promueve123". Asimismo subraya que no representa a un grupo, ni es la oficialidad de la Escuela, sino que es oficiante de la palabra.
En la segunda hoja se transcribe la carta de Lacan del 5 de enero de 1980 de disolución de la École Freudienne de Paris. Seguidamente, un texto de Isidoro Vegh, Cuestiones de Escuela, en el que habla de la dis-solución llevada a cabo por Lacan, sin ponerse él mismo y esa "nueva" Escuela Freudiana de Buenos Aires, en juego. Esta escritura nos pone supuestamente en la vía de Ulloa pero al parecer, no ha llegado a los miembros de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. No ha llegado, en todo el sentido de la palabra. No sólo por desconocimiento del texto, sino por el apresuramiento fundacional y el silenciamiento de las implicancias del acto de dis-solución, es decir de encontrar con él, el paso a una solución perturbadora de lo instituido institucional. Lejos de ello se apeló a la justicia para instituirse. La Escuela Freudiana de la Argentina lamentablemente, tampoco pudo soportar una dis-solución y también, hubo apresurada fundación.
Vegh plantea que "disuelve el mausoleo...a revisar cada cual su fardo". Aparentemente, ese estilo que tenía hasta entonces la Escuela Freudiana, de revisar su fardo en público no sigue estando porque su paquete no dice que el "mausoleo", si se refiere a Masotta y a varios otros, llama a su escuela ahora Escuela Freudiana de la Argentina y que la misma se considera fundada en 1974. Toma la invitación de Lacan de sumarse a la Causa Freudiana, pero, agrega, nada garantiza que hagamos honor a esta invitación. Sabemos que finalmente no lo hace: Convergencia fue su respuesta. Aunque la de la Argentina tampoco se sumó con el correr del tiempo a la École de la Cause124. En fin, la presentación está escrita en abril de 1980 y este Cuadernos que lleva por título Los sueños de Sigmund Freud, no dice sobre estos puntos, mucho más que eso125 .
Notas
103 German Garcia Salutación en Conexiones del Psicoanálisis 1Escuela Freudiana de Córdoba 1980.
104 Publicación de la Escuela Freudiana de Córdoba
105 Parece que consideraron que era un fenómeno porteño y no tuvieron en cuenta a Córdoba, Rosario, Tucumán
106 ibid pp. 17 a 24
107 Escuela Freudiana de la Argentina Homenaje a Oscar Masotta op. Cit pp. 87
108 Izaguirre M. El revés de la trama Editorial Atuel 1999 pp. 357
109 Es de destacar que fuera de Francia, es en Argentina y Brasil donde comienza a germinar el "lacanismo" ya en vida de Lacan. En España fue a partir de la llegada de Masotta y otros países como México o Suecia por la llegada de exilados argentinos después del Golpe Militar de 1976. En el resto, excepto Canadá es prácticamente insignificante.
110 La proposición del 9 de octubre de 1967 de Lacan, y teniendo en cuenta que hay dos versiones de la misma, en la versión que publicó Scilicet, es decir, la segunda versión, afirma:
"Sólo instituimos una novedad en el funcionamiento. Es verdad que a partir de ella surge la solución del problema de la Sociedad psicoanalítica. -No podemos negar que Lacan se mostró demasiado optimista-.
Esta reside en la distinción entre jerarquía y gradus.
Produciré en el inicio de este año el siguiente paso constructivo:
1) producirlo: mostrárselos;
2) ponerlos de hecho a producir su aparato, el cual debe reproducir este paso en estos dos sentidos.
Recordemos qué existe en nosotros.
Primero, un principio: el psicoanalista sólo se autoriza de sí -él, en la versión española- mismo. Este principio está inscrito en los textos originales de la Escuela y decide su posición.
Esto no excluye que la Escuela garantice que un psicoanalista surge de su formación.
Ella puede hacerlo por su propia cuenta.
Y el analista puede querer ser esa garantía, si así ocurre entonces sólo puede ir más allá: volverse responsable del progreso de la Escuela, volverse psicoanalista de su experiencia misma.
Mirado desde esta perspectiva, se reconoce que en lo sucesivo responden a estas dos formas:
I. El A.M.E. o analista miembro de la Escuela, constituido simplemente por el hecho de que la Escuela lo reconoce como psicoanalista que ha probado ser tal.
Esta constituye la garantía, distinguida primero, proveniente de la Escuela. La iniciativa le corresponde a la Escuela, en la que es admitido en base a un proyecto de trabajo y sin tomar en cuenta proveniencias o calificaciones. Un analista-practicante sólo está registrado en ella al inicio a igual título que cuando se lo inscribe como médico, etnólogo y tutti quanti.
II. El A.E. o analista de la Escuela, al que se le imputa estar entre quienes pueden testimoniar de los problemas cruciales en los puntos candentes en que éstos se hallan para el análisis, especialmente en la medida en que ellos mismos están en la tarea, o al menos en la brecha, de su resolución.
Este lugar implica que uno quiera ocuparlo: sólo se puede estar en él por haberlo demandado de hecho, o bien de forma.
111 Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation.
112 Op. Cit pp. 25 a 38
113 J. Lacan Sobre la experiencia del pase En Ornicar? Nº 1 pp.31 y sig. Ediciones Petrel
114 Op. Cit. Pp. 19
115 Cuadernos Sigmund Freud 5/6 1978 pp.97
116 ibid pp.97
117 Cuadernos Sigmund Freud 5/6 pp. 4
118 J.Lacan Sobre la experiencia del pase Op. Cit. Pp 37
119 Ibid
120 Ibid
121 Cuadernos Sigmund Freud 5/6 op cit. Pp 149
122 En realidad mucho agua y sangre entre las tres ediciones
123 Cuadernos Sigmund Freud 8 Escuela Freudiana de Buenos Aires 1981
124 Lo que propuso Lacan fue la Cause Freudienne. La École de la Cause Freudienne surge después.
125 Ibid