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Seminario
Función del padre en el discurso analítico
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Coordinado por :
Maria Laura Maldonado


Clase 10
Horacio Martinez

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Miércoles 19 de julio

 

Tomando algo que Lacan dice de un texto de Andrés Chi, donde él plantea que la relación del psicoanálisis con la literatura es de una aplicación inversa; que en todo caso es la literatura la que se aplica al psicoanálisis; cosa que también es cuestionada por Freud cuando dice que los poetas tienen una posición especial con respecto la cuestión del inconsciente.

Un escritor argentino tituló el trabajo de él de esta manera:

"No toda es vigilia
la de los ojos abiertos"

de Macedonio Fernández. Yo digo que es una aplicación al psicoanálisis porque esa frase de Lacan: "La mujer no toda es", la pone a partir de este planteo de Macedonio Fernández en este título, y a la vez Lacan permitió entender algunas cosas que intentaba decir Macedonio Fernández.

Habla de algo que 'no todo es'; ahora, cuál cosa es cuál cosa en este título, cuál sería el todo y qué cosa de ese todo no es todo. Pareciera ser: 'la vigilia'; pero si uno piensa un poco el título el todo es: 'la de los ojos abiertos'. Todas aquellas circunstancias en las cuales estamos con los ojos abiertos, como ahora por ejemplo, no en todas esas circunstancias estamos en vigilia. Dentro de ese todo que es: 'la de los ojos abiertos', hay un no todo que tiene que ver con la vigilia que es una parte del estar con los ojos abiertos.

Que es lo que conjuga con la frase de Lacan que dice: "la mujer no toda es". La frase de Lacan es más lacónica, más corta, pero no nos aclara cuál es el todo.

En "La vigilia no toda es", pero no toda es qué?: "la de los ojos abiertos". Pero la mujer, qué cosa "no toda es ?"

Se me ocurre pensar la frase de Lacan en referencia a dos grandes cuestiones: es diferente el peso de este es: "no toda es vigilia" que el de este es: "la mujer no toda es" porque el primero está en relación con un todo acotado que es: "el estar con ojos abiertos". El segundo es remite más bien al hecho de ser en general.

Con respecto al ser la mujer no es toda. De qué ser estamos hablando?: de ese ser del lenguaje, ser que es porque habla y en el habla, único lugar donde el ser se realiza.

Esta idea no es exclusivamente lacaniana en tanto está prácticamente desde los orígenes; Aristóteles planteaba algo parecido con respecto al concepto; y, por supuesto, tiene una gran incidencia en el pensamiento Haideggeriano cuando él habla del hombre como ese que habita en la morada del ser; y la morada del ser para Haidegger es el lenguaje. La única manera que tenemos de sabernos siendo es por el hecho de que hablamos, si no habitáramos el lenguaje ni idea tendríamos quienes somos.

Entonces: habitamos en el lenguaje, somos; pero la mujer no cabe toda, no es toda en el lenguaje.

El hombre es todo en el lenguaje?; Lacan diría que sí, que en la diferencia de este habituar el lenguaje donde el hombre está todo allí, mientras que la mujer no toda está allí.

Tendríamos que pensar también que esta idea del lenguaje, en este punto Lacan se desprende un poco de esta raigambre haideggeriana, donde el lenguaje remite por un lado a la ley y a la incidencia de la ley, de esta ley que venimos hablando en "Tótem y Tabú", que determina efectos en las posiciones sexuales y sociales de los individuos, y como veíamos en el ejemplo de "Tótem y Tabú" parecía ser una cosa de hombres y entre hombres. Primero aparece ese padre poseedor de todas las mujeres dictando una especie de ley de exclusión de todos los demás hombres salvo él; y luego todos los hombres se juntan, matan a ese padre e instauran estas dos leyes: la de prohibirse a las mujeres y la de prohibirse el asesinato del tótem.

Si se rememora la comida totémica, no hay ningún hombre que pueda zafar o de no participar de la culpa de matar al animal tótem.

La mujer está implicada en la ley pero en calidad de objeto; ese objeto que la ley determina como prohibido. El padre a partir del asesinato que los hermanos cometen quedan en este lugar de excepción.

En un intento de matematización Lacan propone dos fórmulas para estas dos cosas que estamos diciendo que son:

La x implica cada individuo sin importar quién.

Si aplicaramos este matema a este grupo en el seminario que conformamos aquí podríamos decir que este símbolo: es la premisa de 'ser graduado', entonces diríamos: para todo individuo que esté aquí, este individuo tiene que ser graduado; si no responde a ésto entonces no pertenece a este conjunto.

En este sentido aquí hay una premisa legal que funciona como organizador de este todo.

En: estaríamos hablando de un caso en particular: existe uno que responde a esta legalidad. Es el caso particular de esta ley general.

La ley general que se habían dado los hermanos era: no matar al padre y no poseer a las mujeres. Si todos ellos respondían a esta ley sin exclusión, esta ley se funda en la existencia de uno (el padre), que no participa de esta ley. Por ello se coloca arriba de Phi mayúscula una raya que implica negación:

existe al menos uno que no responde a esta ley.

Ésto se transforma en un elemento necesario para darle consistencia a esta ley, es decir, sin el padre de la horda primitiva la organización totémica no tendría sentido.

Este símbolo: (phi mayúscula) Lacan lo reserva como logotipo del padre (al falo como significante, como elemento de lo simbólico); que distingue de: (phi minúscula), que sería el falo pero en su vertiente imaginaria. El falo imaginario es aquel objeto que se produce a partir de la premisa fálica y ante la observación del genital del sexo contrario; aquel objeto que siempre está en menos porque o bien no se lo tiene, o bien si se lo tiene está amenazado de perderse. El temor a la castración y la envidia del pene, ambos efectos del Complejo de Castración, recaen sobre este objeto imaginario.

A nivel de lo simbólico el falo , como toda cosa que participa de lo simbólico, se inscribe, y por lo tanto, es algo positivo.

Esta inscripción simbólica no es la premisa fálica, no se lee: para todo x todos tienen que tener falo sino que en el matema: se ha producido eso que Freud llama el Complejo de Castración y en el aparato simbólico se ha inscripto este significante que es, como dice Lacan, significante de la diferencia. Todas las x que responden a esa inscripción son aquellas x que han pasado por el yugo de la castración.

En el ejemplo de "Tótem y Tabú" decíamos: tenemos ésto que Lacan llama el lado hombre (cuando escribe los matemas), pero las mujeres no están.

Voy ahora a ser referencia a un texto llamado "El Evangelio según Jesucristo" de José Saramago (escritor portugués); es un nuevo evangelio que cuenta la historia de Cristo. Les voy a leer un párrafo de un diálogo entre José (futuro padre de Cristo), y un viejo de la comunidad.

Cuando María queda embarazada le toca ir a sensarse al lugar donde había nacido; ellos vivían en otra ciudad y deben trasladarse a Belén (de donde era José), razón por la cual deben trasladarse a esa ciudad. En ese trayecto charlan José con ese anciano.

"No eres tu el único que dispone la vida de tu hijo.

--contesta José--, todo el poder está en el señor Dios, Él es quien lo salva; así fue siempre y así lo creemos. Pero hablame de mi hijo, qué has sabido de mi hijo?

Nada --le dice--, sólo aquellas palabras tuyas que en un relámpago me pareció que contenían otro sentido, como si mirando por primera vez un huevo tuviese la percepción del pollito que hay dentro.

José le responde: Dios quiso lo que hizo e hizo lo que quiso y en sus manos está mi hijo, yo nada puedo.

Le contesta el viejo: en realidad así es, pero estos aún son los días en que Dios comparte con la mujer la posesión del niño (porque aún está en el vientre de la madre).

José le responde: Que después, si es varón, será mía y de Dios.

O sólo de Dios" --le contesta el viejo--.

Todos lo somos (le dice José).

Contesta el viejo: "no todos, hay algunos que andan divididos entre Dios y el diablo".

José: "cómo saberlo" .

Y el viejo le contesta: "Si la ley no hubiera silenciado a las mujeres para todo y para siempre, tal vez ellas porque inventaron aquel primer pecado del que todos los demás nacieron, supieran decirnos lo que nos hace falta saber.

Qué?" (pregunta José).

El viejo: "Qué partes divina y demoníaca las componen, qué especie de humanidad llevan dentro de sí.

No te comprendo" (dice José), "me pareció que estabas hablando de mi hijo".

Responde el viejo: "No hablaba de tu hijo, hablaba de las mujeres y de cómo generan los seres que somos, si no serán por voluntad de ellas, si es que lo saben, que cada uno de nosotros es este poco y este mucho, esta bondad y esta maldad, esta paz y esta guerra, revuelta y mansedumbre."

Este texto me pareció interesante porque todo el tiempo, tanto José como el viejo, hablan de ellos como todo (todos los hombres, del hijo y de Dios que participa de la estructura --Dios es padre y es hombre--), pero hay una línea divisoria y están las mujeres; dice el viejo: 'si la ley no las hubieran silenciado quizás ellas podrían decirnos lo que somos, porque ellas , en todo caso, participaron del primer pecado'; el primer pecado, en la tradición de este texto sería el de Adán y Eva, llamado: original. Pero el primer pecado en la tradición freudiana es el haber matado al padre.

Podríamos decir: antes de haber matado al padre estas mujeres como todas las mujeres estaban en relación a éste; pero a partir de la ley hay silencio. Piensen en esto: esos hombres habían perpetrado un crimen, se prohiben esas mujeres, pero esas mujeres siguen estando allí, siguen siendo aquellas que participaron del goce sexual con este padre y del crimen posterior. Si la historia tiene que seguir había que callarlas porque eran una presencia doblemente molestas: como testigos del crimen y como partícipes de aquello por lo cual los hombres habían quedado excluidos.

De este lado Lacan escribe un matema:

que parece un universal, ahora para las mujeres, con la particularidad que coloca un guión que implica negación del lado del cuantificador que dice: no toda cada una de ellas responde 100% a esta legalidad.

De ésto Lacan deduce: " La(barrada) mujer no toda es". La imposibilidad de sostener a la mujer como una categoría; por eso escribe el La barrado.

Lacan dice: funcionar como x de un lado o del otro, freudianamente pensado, nada tiene que ver con las funciones anatómicas de cada uno, es decir, ser hombre o ser mujer es venir a funcionar como x, venir a ser argumento en relación a lo que se establece como premisa.

Vamos a pasar al Moisés para luego volver a ésto.

Del Moisés vamos a recortar algunas cuestiones que vienen al tema que queremos abordar. Cuáles son las hipótesis fuertes de Freud en este texto ?:

1) Moisés, el patriarca del pueblo judío no era judío.

2) El origen de la religión judía no es judía sino una forma de religión monoteísta egipcia que intentó imponer a sangre y fuego el faraón

Amenotep IV. Religión del dios Atón, dios único y universal, invisible, no representable.

Religión que no tuvo trascendencia porque, según Freud, el pueblo egipcio era un pueblo fuertemente politeísta, en el cual ese tipo de religión no tuvo mucho arraigo.

Uno de los personajes menores dentro de la corte de Amenotep huyó de Egipto llevando tras de sí a un pueblo que era cautivo de Egipto. Moisés les impone esta religión monoteísta y es él quien nombra al pueblo judío su pueblo elegido.

Tenemos aquí que ubicarnos en el Éxodo, camino que le lleva a este pueblo huir de Egipto, pasar por el desierto de Arabia y llegar a Israel.

Para resumir las hipótesis freudianas:

a) A este primer Moisés una revuelta del pueblo judío lo mata.

b) Cuando las tribus se establecieron a mitad de camino en Kadssh y se unieron con otras tribus de la zona, llamados Marianitas, reciben por influencia de éstas otra religión que es la religión de Jahvé (dios regional, de origen volcánico, cruel), y aparece un segundo Moisés (Marianita), que no es culto y de posición elevada sino un pastor quien aparece como caudillo de la religión de Jahvé.

Finalmente estas tribus reunidas llegan a Israel con una nueva religión que ya no era la de Jahvé.

Freud viene a plantear algo propio y clásico de la concepción del tiempo en psicoanálisis:

1) MOISES EGIPCIO

2) MOISES MARIANITA

RETORNO DE 1)

ASESINATO DEL

MOISES EGIPCIO

ENTSTELLUNG (desplazar– deformar)

Deformado y desplazado

TRAUMA

LATENCIA

RETORNO

 

Primero (1) tenemos al Moisés egipcio, a la religión de Atón y al asesinato de este Moisés; lo cual en términos psicoanalíticos podríamos equiparar a un momento de trauma.

Después (2) con un Moisés Marianita, con la religión de Jahvé, con un proceso de Entstellung, leída en los dos sentidos que tiene en alemán: desplazar y deformar. El tiempo de estadía en la zona de Kadssh es un tiempo de latencia en Freud en el cual se va haciendo una transposición, trabajo de desplazamiento que da el momento (3) llamado de retorno del tiempo (1), pero deformado y desplazado en el cual el crimen es borrado, los dioses son reunidos y los moiseses también, quedando una versión oficial de la historia donde hubo un único Moisés de origen judío que habló toda su vida de un único dios que es el dios que finalmente queda para la religión judía. Siendo ésto un punto de Retorno donde el momento (2) es esencial para realizar todas las transformaciones y borrar las huellas.

Ésta sería la lectura freudiana de la historia de Moisés y del origen de la religión judía; un origen en el cual se intenta borrar el peso de un asesinato. Nuevamente Freud encuentra en el origen de la religión una figura potente, poderosa, que es necesario asesinar pero que retorna a un lugar superior.

Freud mismo se ve llevado a hacer una relación entre lo planteado en el "Moisés..." y en "Tótem y Tabú", uniendo el origen de esta religión como el origen de toda religión y realizando un esquema de la evolución de las religiones partiendo del asesinato del protopadre: se mató al padre de la horda, se estableció la ley prohibición del incesto y de prohibición del asesinato ahora de ese padre elevado a la categoría de tótem.

Luego ese tótem animal comienza a tener ciertas características humanas, empiezan a aparecer muchos dioses, alguno de ellos, mitad animal, mitad hombre para, posteriormente, ser hombres acompañados por algún animal. Paulatina evolución que permite instaurar aquello que, supuestamente a estos hijos de la era primitiva, los llevó a realizar el rito: el padre vuelve lentamente a instaurarse como padre único, todopoderoso, creador.

Dice Freud: este asunto, en algún momento del mundo, comenzó a instalar un sentimiento de culpa insoportable. Aquel crimen que se quería olvidar se hacía cada vez más presente, y ya no eran épocas de hacer cada tanto comidas totémicas porque tales prácticas habían quedado en el pasado, inclusive prohibidas por estas nuevas religiones.

Dice Freud que Pablo (judío), inventó, a partir de una leyenda local, una nueva y última religión que vendría a aportar una solución al problema de la culpa. La solución fue que uno de esos hijos que mataron al padre diera su vida a cambio de la pacificación, que lavara el pecado de todos. Aparece así el cristianismo como la religión del hijo y no ya del padre; religión que no habla de culpa sino de amor, con un padre benigno dispuesto a velar por sus hijos.

Entonces, la evolución de la religión que propone Freud arranca del asesinato, vuelve a poner al padre en el centro de la escena y aquí la cosa se abre porque de las grandes religiones hubo una, la judía, que no aceptó lo del hijo y por lo tanto quedó en la posición de culpable, por un lado, pero siendo los únicos que mantienen la idea de ser los elegidos por el padre, por el otro.

Es interesante pensar que Freud postula, a través de este ensayo que es el último de los tres del "Moisés...", que quizás ese sea el origen del antisemitismo: una posición particular en que se coloca el pueblo judío en relación al padre, y que el resto de la sociedad, al menos la antisemita, es la que hace esta nueva alianza a través del sacrificio del hijo. El pueblo judío quedaría como el único testigo del crimen. Dice Freud que ésto los cristianos no se lo perdonan.

Freud va hablando, a partir de este esquema de la religión, de algo que sostiene nuestra tradición cultural: nos llamamos culturalmente como una tradición judeo-cristiana, reconocemos el origen de nuestra cultura en estas dos grandes religiones. Y occidente se sostiene, según dice Freud, del crimen y del retorno del padre.

Hay toda una serie de cuestiones que Freud se plantea en el texto de Moisés, sobre todo cuando se interroga por la conservación de esta historia de miles de años que se mantuvo y continúa incidiendo en la historia de todos nosotros (más allá que uno sea o no practicante de alguna religión monoteísta). El hecho cierto es que todos, en algún momento de la vida, atravesamos el Complejo de Edipo. Éste es la ' versión local' de esta misma historia.

Cómo consigue conservarse ésto y ser efectivo a lo largo de las generaciones?. Las conclusiones a las que llega Freud le da pie a Lacan para plantear la estructura del Otro y que el inconsciente es el discurso del Otro. Esta estructura, que Lacan llama el Otro, es una estructura transgeneracional. Allí se conserva; y a la cual todo individuo para ser humano, para ser parlante, tiene que acceder.

El inconsciente es el discurso del Otro, es el hecho de que uno pueda ser hablante, pero el ser hablante sea hablado por el Otro.

Decíamos en una de nuestras primeras reuniones que planteado de esta forma, el problema del padre continúa siendo un problema masculino; incluso el padre como muerto está del lado hombre. Entonces, las mujeres zafaron con respecto a ésto?.

No, que no, pienso yo, por dos grandes razones: por lo que Lacan dice: la mujer no toda es, y si no toda es, algo parece que sí; hay algo de la mujer que responde a esto que pasa del otro lado, no es ajena a estos efectos.

Los efectos determinan cosas distintas en la mujer pero no es ajena éstos. Por otra parte, por el hecho de haber nacido mujer ésto ni implica que alguien no quiera hacer argumento de este lado (hombre). Y a mi gusto, lo que Freud plantea como la vía de la femineidad (esa vía que desde la teoría del pene lleva a la niña al padre para esperar de él un hijo que sea el equivalente a lo perdido), viene a hacer argumento de este lado, del lado del falo que puede recibirse por vía paterna.

Para Freud la mujer era toda del lado fálico y por lo tanto no había, para Freud, mas posición que la histeria (aquella posición cuya base esta dada por la vía del pene).

Siempre pienso que en muchos aspectos la obra de Freud es producto de su escucha; es una manera de darle cuerpo teórico a su experiencia clínica que en sus comienzos era eminentemente en relación a la histeria. Así como decía en reuniones atrás que el Edipo que nos cuenta Freud es la vivencia neurótica del Edipo, así también podríamos decir que la versión femenina que nos cuenta Freud es la versión neurótica de la femineidad. Cuestión que Freud encontraba teóricamente como límite. En ese texto que se llama "Análisis Terminable e Interminable" Freud dice que la castración determina el límite del análisis para los dos sexos, y que no hay manera de hacer avanzar más allá un análisis en el caso de una mujer con respecto a la envidia del pene y en el caso del varón con respecto a los efectos del temor a la castración y de rivalidad con el padre.

Parecería ser auspicioso en este: 'no toda es' de Lacan con respecto a la mujer una puertita que la coloca en una posición en la cual no necesariamente tiene que ir a ser toda con respecto al padre.

Un aspecto de la mujer, como él mismo lo dice en el Seminario 20 puede estar más allá del padre.

Comentábamos también en la primer reunión si era posible ir más allá del padre. No sé si ésto que Lacan llama en el Seminario 20 llama 'más allá del falo' es homólogo a hablar de 'ir más allá del padre', pero al menos en lo que respecta a la estructura de los matemas, pareciera ser que sí, que el padre aparece como esa excepción que da consistencia a esta legalidad con respecto al padre. A su vez, permite que del lado de la mujer vaya más allá del padre; pero yo también entiendo, por lo que él dice en ese Seminario que eso queda fuera del lenguaje: lo que es, es dentro del lenguaje, y lo que no es, es fuera del lenguaje; sería un ser sin la consistencia que el lenguaje le da al ser que conocemos. Esto abre una serie de cuestiones para indagar cómo pensar ésto que aparece como un fenómeno no registrable en términos del lenguaje.

Pregunta: Freud marca en el "Moisés..." como que es imprescindible que ésto haya pasado; me preguntaba por qué esa necesidad de la importancia de que eso haya sucedido?.

Lic. Horacio Martínez: Justamente Freud se permite algo que siempre se permitió en nombre del psicoanálisis: develar una verdad. Lo cierto es que esa verdad él quiere que sea material, verdad histórica; pero por qué pone el acento en ésto?. Por una parte darle el estatuto de verdad a ésto hace que tengamos que hacernos pasibles de las consecuencias. Ésto no es una especulación, cosa que en otro textos lo dice. Él avanza más allá de lo que la religión tiene de ilusión. Si la ilusión tiene que ver con el hecho del padre vivo, del amor, etc, él quiere demostrar que ésto parte de un crimen. La verdad, en todo caso, es esa.

Freud recurre a un autor que lo toma como experto de cuestiones religiones, que es el único que plantea, leyendo una parte de la biblia, la posible existencia de este asesinato. Tanto peso tiene ésto que en un seminario Lacan invita a otro gran teólogo para que venga a dar cuenta de si era posible darle razón a este texto que Freud cita como antecedente bibliográfico; el teólogo con prudencia plantea que no, que nadie dentro de la tradición de esas religiones está de acuerdo, lo cual ésto a Lacan lo convence que sí porque lo que en la religión tiene eco es justamente el sostenimiento de la ilusión.

Freud habla de verdad histórica y no sólo lo dice con respecto a ésto sino que cuando habla de verdad histórico no habla de eso.

Este hecho que yo llamaba trauma, este hecho del asesinato (la verdad), si es TRAUMA está ligado a lo que Lacan nos ha enseñado a entender como del registro de lo real, como una irrupción de un elemento extraño a el registro de lo simbólico. Este proceso que Freud llama ENTSTELLUNG es ese largo proceso de elaboración por el cual este real es asimilado. Pero cómo es asimilado, como verdadero?. Sí y no, porque tenemos que tomar en cuenta los que nos dice Lacan que es que la verdad tiene estructura de ficción. Quiero decir: la verdad no es algo del orden del lenguaje (si bien está en relación con el orden del lenguaje), no es puro efecto del lenguaje. En Lacan (y ésto también lo toma de Haidegger), la verdad no es efecto del lenguaje sino que el lenguaje trabaja produciendo ficciones que de alguna manera (pero no toda), da cuenta de esa verdad. Lacan dice en el Seminario 11 que la verdad es en su estructura aleitheia (que es la misma que usa Haidegger acerca de la relación entre la verdad y el lenguaje), no puede decirse toda. La verdad como esa roca que el lenguaje intenta pulir y presentarla de una forma tal que sigue siendo esa roca pero que ya no es esa roca, la dice como ficción.

Lo interesante del texto freudiano es que en el origen hay Trauma (por lo tanto hay incidencia de lo real), y la verdad es esa pero que nunca se va a poder decir toda. Entonces, lo que la ciencia investigue va a ser una ficción; tan ficción como ésta que Freud nos cuenta. El tema es los efectos que produce.

Por ejemplo, una persona viene con un síntoma, y éste puede ser leído ficcionalmente desde distintos discursos; no podríamos decir que el psicoanálisis es más verdadero que otros discursos, pero el tema es los efectos que acarrea. En este sentido Freud se pone riguroso en el sentido de postular este punto inicial como necesario y es un punto al que sólo se puede acceder por una construcción; e inclusive podríamos decir que: cuanto mejor se lleve la ficción en la que uno habita con la verdad más efectos le va a permitir producir.

Pregunta: El planteo de Freud acerca de la femineidad, a simple vista, quedaría necesariamente del lado de la salida tipo complejo de la femineidad, cómo se podría plantear una salida que no fuera el de la femineidad neurótica?.

Lic. Horacio Martínez: Este matema: , no permite sostener, por ejemplo, que exista al menos una mujer que ocupe este lugar. es un matema complicado porque remite pero deja una parte en penumbras. Pero existiendo este matema sería posible que la cura de la histérica no terminara que aceptase con agrado tener un bebé. Pareciera ser que esa cura podría extenderse más allá de esta cuestión del falo. A dónde ?, esto es para pensarlo. Pero lo mismo plantea con respecto al hombre. Cuesta pensar que cuando uno habla de los hombres no está hablando de los varones y cuando habla de la mujer no está hablando de las mujeres. Pero estos matemas exigen pensar de esta manera: lo que se juega en este nivel, y en el terreno de las neurosis, determina esos efectos que Freud ve como límite que a grandes rasgos y básicamente son la histeria y la neurosis obsesiva. Ésto lo dice en muchos textos, como por ejemplo, "Las Fantasías Histéricas y su relación con la Bisexualidad". Él dice hacia el final de ese texto que la fantasía histérica reproduce en realidad dos fantasías: una masculina y una femenina. Según él lo lee la femenina es pasiva mientras que la masculina sería actividad. Actividad-pasividad es el punto anterior a fálico-castrado.

Pregunta: Estaba pensando en referencia a éstos términos: Pasivo-activo, castrado-fálico, sujeto-objeto; me parece que resulta difícil de sostener que lo masculino está generado en el sujeto, de lo fálico, de lo activo y sostener el lugar de la mujer como objeto es ésto: lo que se tiende es a ser sujeto no objeto; por eso pensaba en ésto del lado de lo masculino; yo no estoy muy segura que Freud crea que lo femenino esté en la histeria. En el artículo sobre "La diferencia sexual anatómica", yo creo que lo femenino no es lo histérico, que hay otra salida.

Lic. Horacio Martínez: Es cierto que yo cargo las tintas en algunos textos. Cuando uno lee de cierta manera perniciosa algunas cosas que dice Freud se puede concluir en ésto que planteaba en "Análisis terminable e Interminable", también dice en otros textos cosas que dieron pie para que otros autores pensaran coas distintas. Lacan leyó a Freud y leyó todas estas cosas que le dieron pie para plantear estos matemas y nos exige pensar otras cosas. Es cierto que la tradición del pensamiento tiende a ubicar al sujeto como activo y al objeto como pasivo y, si se quiere, ligar la masculinidad a la actividad y la femineidad a la pasividad; sin embargo hay dos detalles para no pensar tan así: Lacan dice que el sujeto es efecto del lenguaje, al ser efecto del lenguaje queda ubicado en . Aquel objeto, para Lacan, no tiene que ver con la pasividad sino con una posición casi contraria porque promueve movimiento en la medida que es un objeto que falta; objeto que hace que la pulsión se ponga a funcionar y a contornear, el objeto es el que causa el deseo. El objeto es una partícula que también se liga con la posición del 'no todo' porque el lenguaje no lo puede abordar. Cuando Lacan escribe la operatoria significante:

esa relación de un significante al otro, hay una producción que ese el objeto dentro de su teoría. Este objeto no es capturable por las redes del lenguaje, mientras que el sujeto es puro efecto del lenguaje, no hay sujeto fuera del lenguaje. en ese sentido diría: si lo masculino tiene que ver con el sujeto tiene que ver con ésto, está absolutamente atrapado por las leyes del lenguaje; mientras que esta posición del objeto es una posición fuera del lenguaje, que pone en funcionamiento la maquinaria del lenguaje y que es la activa en este sentido. Lo que ocurre es que en la medida que son cosas que caen fuera del lenguaje no podemos más que ficcionalizar. Hay un autor que dice que Lacan halla llamado a ésto objeto a, es en realidad el haberle dado un nombre a un fracaso, es un fracaso con respecto a la conceptualización. Que lo halla nombrado y matematizado permite que hablemos de eso, pero no sabemos de lo que hablamos, no sabemos que hay detrás de ese objeto, es un objeto vacío; y lo que se puede experimentar en esa posición es algo ineranable.

Pregunta: Aquel goce del cual participaron las mujeres con el padre de la horda no queda por fuera de la legalidad instaurada por la inscripción fálica ?, y que ésto para pensarlo clínicamente no tiene que ver con el fantasma, con la fantasmática?.

Lic. Horacio Martínez: Me parece que apunta a eso desde una versión que es la del demonio; la mujer participa del lenguaje; de eso que Dios nada quiere saber y manda a callar.

En términos freudianos diríamos que sí, que la mujer fue la que mantuvo su historia con el protopadre y de eso no dice nada. Diríamos también que Eva, la primera mujer, algo habló con el demonio que nunca vamos a saber qué es lo que fue; siempre hay una participación de la mujer en un terreno que no se lo puede decir; que en ese punto el lenguaje es impotente, que a eso no llega. Otra forma de llamar a eso es goce y se liga con esta especie de lugar inicial de la mujer. A mi gusto me parece que ésto debería pensarse a ese otro matema que es igual al anterior pero con su negación completa

que haría pareja con el matema del padre. Ese Otro que era la madre antes que hubiera Otro de la ley (y ahora estoy hablando de la madre individual de cada mujer), de ese goce que viene de la mujer antes de que venga la ley nosotros como vivientes no participamos. Ese goce está también inspirado por lo que Freud llamaba la experiencia de satisfacción, (experiencia previa a toda inscripción). Hay una inscripción, hay una repetición y una búsqueda de algo que no se vuelve a repetir pero que insiste. Sería una manera de pensarlo en el orden individual de cada sujeto.


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