Ir a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoNet
Seminario
Función del padre en el discurso analítico
http://wwww.edupsi.com/funcionpadre/
funcionpadre@edupsi.com

Coordinado por :
Maria Laura Maldonado


Clase 3
Hector Lopez

Transferir clase en archivo .doc de Word para Windows


Miércoles 17 de mayo 1995

El texto lacaniano en cuanto el momento y el lugar de la teoría que habíamos elegido no habla exactamente sobre el padre, ni está planteado para hablar precisamente sobre el padre, pero sí sobre el Otro, sobre de las distintas modalidades de relación del sujeto con el Otro, y una de las formas del Otro es precisamente el padre. Pero como el Otro también es la madre, también habíamos empezado a hablar de cuestiones inherentes a la madre y al padre.

Hemos elegido algunos comentarios aislados sobre todo del capítulo 16 del "Seminario 11", donde está planteada las dos operaciones de constitución del sujeto.

"El Seminario 11" es un seminario muy abstracto, muy conceptual, muy formalizado, que gira todo en torno a una lógica que es la lógica de las operaciones estructurales, o sea que hay una especie de salto cuando nosotros lo queremos ver en función de la clínica o de los efectos de esa estructura en la dramática, por ejemplo, del Edipo que es donde hacemos intervenir al padre, a la madre, al hijo, etc.

Este texto formalizado es un salto que nosotros mismos hacemos porque justamente que un texto sea formalizado da la posibilidad entonces de poder plantear o pensar muchos problemas a partir de estas relaciones lógicas. Eso como una primera aproximación: esta cuestión del acentuamiento de la lógica; lo dice Lacan mismo en el punto 12: "como los llevo de nuevo al terreno de la lógica cuya importancia esencial quiero resaltar"; está subrayando la lógica y no los efectos de esa lógica en la clínica o en la dramática del Edipo.

Este texto se correlaciona con un Escrito a su vez, donde todo esto está muy parecido porque si bien está formalizado, el "Seminario 11" es el que más se parece a un Escrito.

Este Escrito específico que se correlaciona, que se articula y está planteando las mismas cosas es: "Posición del Inconciente".

Lo que estábamos planteando, para los que estuvieron la vez pasada, es estas derivaciones, estos efectos que nosotros podemos pensar de estas operaciones lógicas que constituyen al sujeto y que Lacan inaugura en este Seminario que son las operaciones de alienación y separación.

La de alienación ya lo habíamos dicho como la sujeción del sujeto al significante que lo divide, o que no lo hace todavía un sujeto deseante pero que lo pone en el campo de lo irreconciliable con su propia naturaleza y desde donde se juega una forma particular de relación con el Otro; desde donde habíamos ubicado a la función materna, como el primer Otro primordial que le transmite al sujeto los primeros significantes que lo ponen en el campo de la significación y no de las necesidades naturales.

La operación de separación no es lo contrario a la alienación, y esto lo quiero acentuar porque he escuchado y he leído muchas veces que se plantea así: 'como que la separación deshace lo que la alienación produce'.

Si la alienación consolida una relación de dependencia pero no sólo de dependencia de la madre como persona, sino que consolida una relación de dependencia del significante, la operación de separación no es la operación que libera al sujeto de su dependencia con respecto al significante ni mucho menos. O sea que la operación de separación no es la inversa, todo lo contrario.

Cuando hablamos de operaciones de alienación y de separación hablamos de formas de dependencia, de maneras de relación del sujeto con el Otro, donde las dos son necesarias para su constitución y que tampoco las podemos sustituir a una temporalidad cronológica en el sentido que primero es una y después es la otra porque en la estructura ese tiempo de la cronología no existe, pero existe la simultaneidad de elementos en relación.

Y esto es importante porque permite un correlato clínico o una consecuencia clínica, y que es que el psicoanálisis no propone ninguna técnica de liberación o des-sujetamiento, no es ninguna teoría de la libertad del hombre, digamos más bien que es todo lo contrario, es un discurso acerca de la necesidad de la articulación a este lugar del Otro, llamemosle Madre para la alienación, llamemosle Padre para el momento de la separación; aunque esto es muy esquematico porque el Padre --si hablamos que se trata de la alienación al significante-- ya está jugado en la alienación y en la madre como vehículo en relación al lenguaje ya está jugada la separación también; bueno, pero esquematicamente en esta especie de 'reducción' manejémonos así: que la alienación tendría que ver más con la madre y la separación más que ver con alguna función paterna que tiene que producir alguna modificación en esta relación de dependencia con la madre.

Pero les decía que el psicoanálisis, la práctica analítica, no es un recurso ni es una práctica de la libertad, en todo caso es una práctica para que, dice Lacan en el "Seminario 22", "el nudo se haga bien", es decir que las ataduras y la articulación del sujeto a los registros de imaginario, simbólico y lo real se haga bien, sean posibles.

Y al contrario, la libertad va a estar más relacionada con la ruptura de estas articulaciones y más vinculada con el hecho psicótico que con la normalidad; así que si alguien pensó que podíamos ser libres....no sé, eso es algo que pertenece a un discurso, además, muy 'moderno', de la modernidad, de la libertad, del existencialismo, etc.

Pero el psicoanálisis no plantea ésto, al contrario, cuando Lacan plantea ésto recurre a un modelo, a una figura o a una imagen que es el Tripatium que es un elemento de tortura medieval que como dice la palabra está compuesto por tres palos a los que se ataba al sujeto para torturarlo. El Tripatium del sujeto son los registros de lo imaginario, lo simbólico y de lo real de los cuales lo mejor que le puede pasar es no salir de esa atadura.

Entonces, estábamos aproximándonos y dando algunas vueltas en torno a estas nociones de tal manera de despejar esta idea de la alienación como inverso a la separación desde el momento que son formas de dependencia con el Otro, y que, desde el momento que toda renuncia instintiva se hace --dice Freud-- por el amor de los padres (recuerden que la vez pasada habíamos acentuado que en el psicoanálisis lo que importa para la constitución es el amor del padre porque tiene una importancia absoluta), en el sentido que el sujeto renuncia a lo que llama Freud las tendencias instintivas anímicas por el amor de los padres.

Ya ven Uds. ahí que en ese mismo momento que renuncia por el amor de los padres, el sujeto, queda atado, sujeto y alienado a esta relación que es el amor de los padres. Ahí queda el sujeto como enganchado haciendo de este amor estructural un amor constitutivo del sujeto, no el amor que vamos a encontrar después con la vertiente de la identificación imaginaria, etc; sino de ese amor de los padres (que tiene que ver más con el deseo que con el amor en realidad --hablo de la palabra amor porque es la freudiana--) de la cual el sujeto depende para constituirse; a tal punto que en este mismo artículo va a aparecer que el deseo del Otro es fundamental para que se den estas operaciones de alienación y de separación, sobre todo el de separación, al menos así lo plantea Lacan acá donde el Otro es fundamental; y sin el cual no hay constitución subjetiva.

Por tanto, este amor es un amor estructurante, necesario y nada contingente.

En este texto yo les voy a citar dos párrafos donde Lacan dice:

"Sólo esta división (la división a la que se está refiriendo es esta división macho y hembra que tiene como representación psíquica actividad-pasividad) hace necesario lo primero que puso al descubierto la experiencia analítica que lo que habría que hacer como hombre o como mujer pertenecen enteramente al drama, a la trama que se sitúa en el campo del Otro, el Edipo es propiamente eso"; es decir que nadie aprehende lo que hay que hacer como hombre o como mujer en relación a la propia naturaleza macho-hembra, sino que es desde el Otro, desde el campo del Otro desde donde recibe su lugar de sexuado.

Fijense que importancia va a tener este deseo, este amor del Otro que va a depender, para poder constituirse en el campo sexuado, el de que esté constituídos, que haya una relación entre el sujeto y el deseo del Otro; mejor dicho: que haya una relación del deseo del Otro en donde el sujeto ocupe un lugar en ese deseo.

Aparte Uds. saben que muchas teorías de la psicosis inspiradas en Lacan, por qué no, me acuerdo por ejemplo, de Castoriadis Aulagnier, una autora que se lee en algunas materias de estudiante.

Ella plantea que la psicosis del niño se produce por no tener un lugar el sujeto en el deseo del Otro.

Castoriadis Aulagnier plantea como psicotizante a una madre que no constituye a su hijo en el plano del objeto metonímico del deseo, que no lo hace circular por la cadena significante y queda como puro objeto encapsulado en la realidad de su organismo; y por tanto, cuando ese chico nace y tiene su primera experiencia y como no tiene lugar en el deseo del Otro (porque no existe tal deseo del Otro representado por la madre), a veces, a eso atribuye la psicosis infantil.

Para madre psicotizante el niño "es lo que es", es lo que es en el plano cronológico, que no está anticipado, que no está constituído en el plano del deseo como objeto del deseo, como significante fálico de la madre.

Ella dice, por ejemplo, que va una paciente, una madre embarazada que está a punto de parir y que dice: 'mi suegra, la "abuela del pequeño psicótico futuro" (entre comillas) me dice que le teja batitas y que le haga ropita para el nene, pero cómo le voy a hacer yo si no sé cómo va a ser?'; y que ella se refiere --cuando se le pregunta sobre el embarazo-- a algo vinculado con la organicidad: 'si ahora siento unas molestias y me aprieta más acá y tengo problemas con la vejiga...' "es lo que es", no?; o cuando se le dice a una mujer porque está angustiada porque se ha hecho un aborto: 'no, pero no te preocupes si es un cacho de carne nada más..'.

Bueno, se comprende?, el problema de la teoría de Castoriadis con la psicosis cuál es?, el problema es que vuelve a situar a la madre en el eje de la cuestión y desconoce lo que para el psicoanálisis es el eje fundamental del advenimiento del sujeto al mundo y que es el padre.

Sobre esto hice hincapié la vez pasada, cuando les dije lo que tiene que hacer un ser humano como hombre o como mujer lo tiene que aprender enteramente del Otro. Recuerden la fábula Dafnis y Cloe (1), de Longo. El inocente debería ser, --lo podríamos plantear como lo plantea Lacan en el "Seminario 22" -- el que pretende que debe hacer las cosas por sí mismo--, y lo que demuestra la fábula es que estos niños para poder acoplarse, el varón debió ser iniciado por una anciana porque no sabía qué hacer ni cómo hacer.

No es una cosa natural en el hombre como lo es en el animal que se supone que no tiene relación con el goce ni con el deseo sino es el desencadenamiento de una cuestión instintiva. Habría que preguntarle a los caballos si gozan en el acto sexual; uno ve a un caballo con una yegua en el acto y ve un acto erótico absolutamente magnífico, pero ellos de eso seguramente ni noticias no?.

Avanzando un poquito en esta cuestión que es el enganche del sujeto y la necesidad de la dependencia del sujeto, no tanto de los cuidados de la mamá, pero sí de los significantes en el campo del Otro y la mamá como la encargada de transmitirlo, es que entre estos dos momentos que no son ni cronológicos sino lógicos, que es el de la alienación y de la separación, dice Lacan en la pág.215:

"Ciertamente estos procesos han de articularse circularmente entre el sujeto y el Otro, el sujeto llamado al Otro al sujeto de lo que él mismo ve a aparecer en el campo del Otro, el Otro que regresa allí. Este proceso es circular pero por naturaleza sin reciprocidad, pese a ser circular es asimétrico"

Aquí tenemos que detenernos un poquito. En la relación del sujeto con el Otro hay una ida y vuelta, hay una circularidad pero no hay una reciprocidad; de manera tal que estas operaciones están caracterizadas por dos momentos lógicos: por la no reciprocidad y por la torsión en el retorno. Se trata de una circularidad que hay en relación del sujeto al Otro y del Otro al sujeto, ida y vuelta. No hay reciprocidad en el momento de la alienación porque es el Otro materno, --podríamos llamar--, que está en posición de Otro absoluto que determina caprichosamente las necesidades del niño y divide al sujeto con respecto a su propia naturaleza ( que nunca tuvo ), a su propia organicidad.

No es una cuestión dialéctica en el sentido de llegar a plantear un yo-Otro donde la circularidad se cierra como un circuito imaginario que no tiene fin; acá hay una omnipotencia del Otro que determina al sujeto y que le hace perder, lo que ya habíamos dicho, y que está determinado como una primera pérdida vinculada aquí por Lacan con la reproducción sexuada que es común con los animales pero que tiene efectos diferentes en el hombre.

Esto de la reproducción sexuada implica una pérdida en el sentido que en la reproducción unicelular no hay muerte y en la reproducción sexuada es donde aparece la problemática de la muerte, de tal manera que nacer y morir es casi una misma cosa.

Y por otra parte nos vamos a encontrar con que en la operación de separación hay una torsión en el retorno, es decir que lo que el Otro le llega a proporcionar al sujeto, no es que le devuelva lo que el sujeto había perdido.

Si tenemos acá al sujeto y al Otro, acá del sujeto al Otro hay una pérdida, pero del Otro al sujeto no hay una devolución de lo que perdió en esta estructura de la alienación y en este momento de ser atrapado en el significante.

Una torsión en el retorno él dice que es una cuestión de borde, es una cuestión topológica; y efectivamente bastantes años después de este seminario él lo va a relacionar a esto con la Banda de Moebius.

Ya la relación entre el sujeto con el Otro entonces la tendríamos que graficar en la Banda de Moebius, a toda relación, ya incluyendo a la alienación y a la separación.

La torsión en el retorno implica que el sujeto va al Otro y lo que recibe del Otro hacia el sujeto, al producirse la torsión de la Banda de Moebius, viene a parar de este otro lado de la superficie unilátera, no vuelve al punto de partida. Si yo recorro como la 'hormiguita topológica', esta torsión hace que no se vuelva al punto de partida sino que se vuelva a esta otra cara de la superficie sin haber atravesado ningún borde, sin haber dado ningún salto; demostración que es posible, que en el retorno al punto de partida haya una torsión donde el retorno no es al punto de partida. El sujeto que se perdió en el campo del Otro para constituirse tiene que pasar por el campo del Otro --en principio el lenguaje-- cuando se encuentra con sí mismo, ya no se encontró con sí mismo; porque en psicoanálisis no corre el concepto de identidad.

Ya comentábamos la vez pasada la pérdida de ser, el ser del no-ente, el des-ser del sujeto, porque por más que el Otro me corresponda, me de, me enseñe y me instruya, lo que logra es cada vez que yo me pierda más porque cada vez estoy más atrapado por lo que él me dice.

Por eso en la pág. 215 Lacan habla de que el proceso es circular pero por naturaleza sin reciprocidad y asimétrico, pero lo que aún no puede plantear aquí Lacan es el aspecto topológico, que lo va a plantear después cuando empiece descubrir la riqueza de la topología para dar cuenta de una estructura que es difícil de asir; estaría dicha topológicamente.

Entonces en este momento él lo que usa es el Losange, no existe este matema: S à A porque él lo que pone acá en lugar del A, son efectos del Otro; como pueden ser la demanda para la fórmula de la pulsión:

$ à D, el objeto a para la fórmula del fantasma, que son cuestiones que están vinculadas al deseo del Otro. Entonces esto que es un Losange lo va a dividir de esta manera. En este vector va a poner la operación de la alienación, y en el vector del retorno va a poner la operación de separación.

^ Separación

v Alienación

No tiene todavía la Banda de Moebius para usar acá, sino que el vector que se relaciona también con términos lógicos, --pero lo vamos a dejar de lado--, está vinculado con el sujeto en el campo del Otro que ya divide al sujeto, pero es necesario que esta torsión en el retorno, que este retorno con una vuelta aún lineal que no es el sujeto que estaba en el punto de partida, sino que ya es un sujeto distinto donde se repite algo que va a otro lugar, y ya sí podemos hablar de la constitución del inconsciente, porque ese ya va a ser el sujeto barrado del inconsciente. Pero para ésto se necesita del deseo del Otro y de una pérdida que tiene que ver con la separación.

Dice Lacan: "entonces volvemos a encontrar aquí la constitución del sujeto en el campo del Otro" (tal como lo designa la flechita en la pizarra). "Lo característico del sujeto del inconsciente es que está bajo el significante que desarrolla sus redes, sus encadenamientos y su historia en un lugar indeterminado".

Acá, en la Banda de Moebius, el sujeto se constituye en el campo del Otro, pero está en un campo indeterminado --porque no tiene un lugar propio porque al ser una superficie unilátera ( de una sola cara)-- en la medida que no se sabe dónde está el lugar del sujeto y el lugar del Otro, o mejor dicho, el lugar del sujeto es el lugar del Otro porque es una sola cosa. No hay un lugar para el sujeto, el sujeto del inconsciente que queda en un lugar indeterminado. Bueno, ese es el problema.

Lo que tenemos que poder pensar es qué es lo que pasa en esta operación de separación o de torsión en el retorno, porque el chico va al Otro y ahí nos encontramos con la alienación, donde no es todavía un sujeto del inconsciente, es un sujeto dividido (hasta parece que el psicótico es un sujeto dividido, yo creo eso pues me es imposible pensar al sujeto fuera de una represión llamemosle primarísima que lo sitúa en el campo del Otro, si no es para él, sí al menos para el Otro); quiero decir entonces, en el campo del Otro el sujeto se tiene que encontrar con el deseo del Otro; cuando hablamos del deseo del Otro ya estamos hablando de algo vinculado con la relación al padre; porque deseo de la madre, es un deseo sin ley, es deseo caprichoso, es como un especie de unidad allí donde esta cortadura, que tiene que ver con la separación, va a tener que operar sobre eso, sobre esta alienación del sujeto al campo del Otro, va a tener que operar sobre esa indeterminación del sujeto.

Entonces, allí el sujeto tiene que encontrase con el deseo del Otro. Pero cómo se encuentra con el deseo del Otro?. Hay muchas maneras de decirlo, porque tendríamos que hacer jugar una serie de textos para ir armando la articulación. Lacan lo dice muy claramente:

"este intervalo que corta los significantes (llamemosle el deseo del Otro) que forma parte de la propia estructura del significante es la guarida en el que en otro registro de mi desarrollo he llamado metonimia" (la metonimia existe porque el lenguaje es articulado, porque si fuera continuo no existiría la articulación para que las metonimias se desplacen) "allí se arrastra, allí se desliza, allí se escabulle como el anillo del juego eso que llamamos el deseo. El sujeto aprehende el deseo del Otro en lo que no encaja, en las fallas del discurso del Otro; y todos los por qué del niño no surgen de una avidez por la razón de las cosas, más bien constituyen una puesta a prueba del adulto, un por qué me dices eso?, resucitado siempre de lo más hondo. Es el enigma del deseo del adulto."

Aquí los "por qué" del niño no dependen de la pulsión de saber, sino que los "por qué" insistentes del niño, es la estructura hablando por la boca del niño que sabe (la estructura) que cuando el adulto da una razón, da una explicación, siempre hay algo que se escapa (que se vincula con algo que no está dicho), y que es allí donde el deseo se ha deslizado, se ha escabullido, el deseo del Otro.

Cuando el niño me pregunta alguna cosa y yo le contesto desde la experiencia, desde la realidad o desde el diccionario, lo que sabe la pregunta del chico es que el deseo se ha escabullido y que el chico no sabe qué quiere el Otro, que quiere el adulto. Está en juego la demanda, la respuesta, pero no está en juego el deseo, o sí está en juego pero no aparece. Y se pasa la vida preguntando por qué, por qué, y por qué y se pasa la vida preguntando...pobrecito no?.

Entonces, haciendo una articulación con un seminario anterior con la cuestión que: más allá de la captura del primer piso del Grafo surge necesariamente una pregunta por el deseo del Otro que va a parar a un lugar donde se va a constituir después el significante de la falta del Otro; cuando decimos de la falta del Otro ya estamos hablamos de castración y si hablamos de la castración hablamos del padre. 'Estamos llegando con mucha dificultad, pero de alguna manera estamos llegando al padre acá, vemos cómo lo hacemos jugar'.

Pero, qué le devuelve esta cuestión con el encuentro del deseo del Otro?: le devuelve una nada.

Vamos a bajarlo más a la clínica o a la teoría pero en términos de efectos de la estructura. El sujeto se encuentra con que la madre desea, con que a la madre le falta algo, que él en tanto objeto aparece como un objeto en déficit con respecto a la satisfacción y al goce materno, y que aparece en la madre un deseo no colmado por la presencia del niño. Entonces dice Lacan: en este circuito el niño encuentra al Otro del Otro, pero como Uds. saben el Otro del Otro no existe, encuentra su ley, no hay Otro del Otro más que la ley que rige el deseo del Otro; de tal manera que ese capricho materno se revela como sujeto con una regulación, con una ley. Y esto es otro campo del Otro: el Otro de la ley. Porque el campo del Otro no es homogéneo, y tendríamos que situar que el campo del Otro es un campo de articulaciones lógicas que sostienen muchas funciones que yo lo podría dividir en cuatro partes:

Podemos situar a la madre como Otro del lenguaje en donde se aliena el sujeto para constituirse, y cuando aparece el deseo del Otro aparece que esta madre, que significó los deseos del niño, lo hace desde una regulación legal y ahí aparece otra versión, otra vertiente que es el Otro de la ley como una posición paterna.

Entonces, el sujeto se ve más allá del Otro materno en una relación con la ley, pero la ley qué le devuelve al sujeto?, le devuelve su ser finalmente?: no, sino que justamente aparece en esta operación donde el sujeto queda separado del objeto como goce materno, de un objeto que es él mismo en tanto sujeto, es una parte de sí mismo (pero no solamente eso). Queda separado, no de una mamá, sino del objeto.

Si la operación de alienación tiene que ver con el significante, separación tiene que ver con el objeto. Entonces, esta función relacionada con la función paterna y que es la operación de separación, es este encuentro con el deseo del Otro que transmite la ley. Deseo y ley, dice Lacan, son una misma cosa.

Pero qué le devuelve al sujeto?, le da una carencia, una pérdida. Porque si bien la ley es reguladora, es insensata. No tiene significado. Si quiero pensarlo a ésto de una manera inmediatamente fácil, accesible, piensen Uds.: de la manera como Leví Strauss trabaja la ley de prohibición del incesto cuando él dice que el pasaje de la naturaleza a la cultura está dada por una regla que no tiene ningún sentido sociológico, ni psicológico, ni moral, ni ideológico, ni de nada.

Es la condición de la regla que se sostiene estructuralmente del deseo del Otro que no es el Otro metafísico, entelequial, Dios, que está ahí, sino que es, en todo caso, sostenido por el deseo de todos los hablantes y que se transmite en la generación.

Entonces, hay una carencia, una falta en el sujeto introducida por esta operación de separación que implica la pérdida del objeto, la caída del objeto.

Freud, en sus primeros textos, dice que la pérdida fundamental del sujeto es la madre; pero después, la madre en: "Inhibición, Síntoma y Angustia" aparece como sustituyendo algún objeto irremediablemente perdido al cual llama Das Ding, que no es la madre ni tampoco es el objeto a, y que la madre tapona, sustituye en el Edipo. Freud ahí mismo en "Inhibición, Síntoma y Angustia" lo relaciona con una parte del propio cuerpo, y Lacan menciona como la pérdida de envolturas.

Pero, en ese momento, el mismo Freud utiliza todas las imágenes que generó Otto Rank con la cuestión del nacimiento, del trauma de nacimiento, para hablar de que el trauma es anterior al destete o a la pérdida de la mamá. En todo caso, la pérdida de la madre reproduce una pérdida primordial. Que eso se reactualiza en el campo de estas operaciones donde ya juega padre, madre, etc, donde ya estamos en el campo edípico, y estamos en el campo del padre y del objeto, etc, donde el sujeto a partir de la intervención del deseo del Otro pierde su estatuto de objeto de deseo del Otro, de objeto del goce.

Sucede que el Edipo es medio como un mito, una triquinuela que dice: la madre está prohibida, el objeto está prohibido. Quién lo prohíbe?, el padre.

Dice Lacan que el Edipo es el mito que tiene el neurótico acerca de una manera de poder plantear una cuestión de estructura que está reprimida. No es que la madre sea inaccesible porque está prohibida por el padre, sino que la madre como sustituto del objeto es imposible decir que es inaccesible porque está prohibida, es una manera de seguir sosteniendo la posibilidad. No es que sea imposible, está prohibida, ese es el Edipo.

Pero la estructura no es así, la cuestión es que es imposible el objeto; que es la pérdida originaria que el sujeto tiene que atravesar en estas dos operaciones que se juegan en el campo del Edipo y que el sujeto en esta especie de separación del goce materno queda separado del objeto y se instituye lo que conocemos como la carencia del objeto.

Habíamos visto que este Otro ubicado en cuatro lugares distintos, en cuatro funciones, --ya habíamos hablado un poco del Otro del lenguaje, del Otro de la ley, y del Otro del deseo que es correlativo al Otro de la ley-- es lo fundamental porque no hay desprendimiento del objeto si no es mediatizado por el deseo del Otro que forme la carencia, porque si no hay carencia no hay caída del objeto, es todo una totalidad; y por otra parte el deseo del Otro es un lugar mítico donde sucedería esta otra cosa de la unidad del sujeto y del objeto si las operaciones de alienación y de separación no existieran; pero de todas maneras es importante plantearlo para poder plantear las operaciones y de qué desprenderse.

Yo quería leer lo que está a continuación del párrafo que les leí recién. Dice:

"Ahora bien, para responder a esta captura el sujeto responde con la falta antecedente (recuerdan que ya había una falta antes) con su propia desaparición que se sitúa en el punto de la falta percibida en el Otro".

Hablábamos que el sujeto percibe en el deseo del Otro una falta.

"El primer objeto que propone a ese deseo parental cuyo objeto no conoce, es su propia pérdida --Puede perderme?. El fantasma de su muerte, de su desaparición, es el primer objeto que el sujeto tiene para poner en juego en esta dialéctica y, en efecto, lo hace --como sabemos por muchísimos hechos, la anorexia mental, por ejemplo. Sabemos también que el niño evoca comúnmente el fantasma de su propia muerte en sus relaciones de amor con sus padres".(Lacan 2 ).

Aquí volvemos al punto de partida que habíamos planteado acerca de la necesidad del amor del padre en el sentido que todos estos juegos del niño a hacerse el muerto ante los padres o el extremo en lo que sucede con la anorexia mental que sería una forma también de representar la muerte, es todo aquello con respecto al juego del niño a hacerse el muerto (no sé si Uds. recuerdan de su propia infancia a hacerse el muerto cuando llegaba papá y mamá, yo me acuerdo que me ponía los brazos en cruz), la fantasía, el fantasma de la muerte; el: puede perderme?, que refiere acá, el: puede perderme mi madre? o podría ser en otro punto: mi padre?; me quedaré yo perdido de mi padre?, porque si mi madre no me pierde como objeto, el sujeto se muere; pero si mi padre no ama al niño y no lo constituye, el niño se pierde también en la madre.

Esto es lo que está en juego acá en la cuestión de la desaparición. Este es un momento clínico donde el niño está jugado entre la alienación y la separación, donde jugar a estar muerto es el juego a estar alienado con el objeto materno; y el: puede perderme? es algo con lo que tiene que ver con la parición del sujeto, el sujeto debe parirse, debe parirse significa que debe expulsarse como objeto del campo del goce del Otro.

"Separare, separar, acudiré de inmediato al equívoco del se parare, latín del se parer, con todos los sentidos fluctuantes que tiene en francés

--tanto vestirse como defenderse, procurarse lo necesario para que los demás se cuiden de uno, y acudiré incluso, amparado por los latinistas, al se parere, el parirse de que se trata en este caso. Cómo, desde este nivel, ha de procurarse el sujeto?"

Todo lo que dijo antes de precaverse, etc, etc, es de precaverse de esta captura que habíamos relacionado de la boca del cocodrilo y de la alienación.

"Este es el origen de la palabra que designa en latín el parir (engendrer, en francés). Es término jurídico, como lo son, curiosamente por cierto, todas las palabras que designan traer al mundo: en indoeuropeo. La propia palabra parto tiene su origen en una palabra que, en su raíz, sólo significa procurar un hijo al marido, operación jurídica y, digámoslo, social."

"Procurar un hijo al marido", en esta cuestión va a seguir insistiendo después Lacan acá, en la función del sujeto en estas operaciones la de parirse, o sea, de expulsar el objeto, algo que ya había representado muy concretamente en el Seminario 10 como la expulsión del objeto anal.

En vez de estar todo yo en el campo del Otro y dado a la demanda materna --que se relaciona con el goce--, le hago un lindo popó en la pelela y se lo doy como un regalito y digo: 'mamá caca' y la mamá dice: 'hay que lindo nene, que lindo'. Bueno en vez de irme todo yo como 'una mierda'en el campo del Otro, me quedo de este lado parido, y el acto de parición es como una parición anal, en este caso de la problemática vinculada con la analidad. Me paro (de parirme) en el sentido legal y simbólico, entregando 'un ser extraño'.

Qué opinan Uds. de ésto, o qué modelo utilizan para pensarlo no?.

Pregunta: Lo que me pareció es como que hay muchos conceptos pero como que faltaría cómo se articulan. Cuando empezamos a hablar de la alienación vinculado con la mamá, y en qué momento vemos la intervención del padre?, porque hay como un momento, que si bien no son cronológicos, esto tiene que estar dado por vía la madre, tiene que haber antes un padre. Porque parecería que fueran cosas así sueltas; porque la alienación separación también de la manera que se presentó parecería como que es más importante la separación que alienación, parecería que no, porque es tan importante una como la otra. Parecería que faltarían articulaciones.

Dr. Héctor López: es verdad a lo mejor se divisó una cuestión de jerarquizar una operación en desmedro de otra. Habría que pensarlo, porque las dos son importantes porque se trata de dos momentos constitutivos que para lo que va a ser el sujeto como sujeto del inconsciente no tiene el mismo valor.

Pregunta: Lo que pasa al respecto que en el texto está mucho más desarrollado la alienación y la parte de la separación más adelante en relación a la interpretación, y por ahí la lectura misma te va llevando a hacer más hincapié en ese aspecto.

Dr. Héctor López: Si es así, casi todo el capítulo se dedica a la alienación y cuando después dice que la va a retomar, la retoma pero desde un plano totalmente distinto.

Pregunta: Además creo que por lo menos en "Los Cuatro Conceptos.." hay un referente que.., o al menos lo recordaba cuando decía que la separación estaba..., hay un registro en donde está articulando cuestiones de lógica que son bastantes complicadas, pero que tiene que ver más que nada con la pulsación de apertura y cierre del inconsciente.

A mi lo que me resulta más ordenador es los distintos momentos en que Lacan va trabajando la constitución del sujeto en relación al Otro; pero creo que hay en los seminarios de Lacan distintos tiempos que Ud. lo ha precisado bastante bien una está en relación al lenguaje, a la ley, al deseo y al goce, son momentos diferentes que Lacan va a ir planteando en la constitución del sujeto. Por lo menos en los primeros momentos en el seminario de la psicosis él está trabajando fundamentalmente en relación a la constitución del Otro, vamos a decirlo así, fenomenológicamente por qué en la clínica se produce esos tipos de trastornos de la afasia, por ejemplo, en los psicóticos, por qué no habla de esto como en el neurótico la significación constitutiva; un poco estaría dada la pregunta por qué habla de sujeto, cómo está introducido en el lenguaje y ahí hay un punto donde articula el significante al nombre del padre y bueno dice, el significante del nombre del padre es nada; recién pienso de que a partir del seminario de relaciones de objeto, puede articular el significante del nombre del padre como constitutivo del sujeto, como la constitución del sujeto en relación al lenguaje cuando puede elaborar un trabajo sobre la noción de objeto. El sujeto se constituye a partir de una carencia, de la pérdida de objeto; lo que articula el significante al nombre del padre es precisamente la pérdida del objeto. Eso que dice es un punto bastante interesante como para poder trabajar no solamente en el Complejo de Edipo sino por qué hay una estructura de tres en la relación madre-hijo; no es solamente el padre como presencia sino también el significante del nombre del padre en relación a la pérdida del objeto y al padre más que nada.

Dr. Héctor López: esto que Ud. está hablando me da una especie de orientación para continuar, una manera de continuar es con algo en relación a lo que plantea Lacan en relación al Seminario 3 que es el problema del padre, y el Seminario 5. Hay un capítulo, uno de los últimos que se llama: "La Carretera Principal" y en el cáp. anterior también... Pienso que con estos capítulos que encuentren Uds. en los seminarios con respecto al padre, nos vamos a manejar en un plano totalmente distinto a esta abstracción con la que nos hemos manejado hoy.

Por otra parte sería muy importante que leyéramos el cáp.7 y 8 del Seminario 5: "Las formaciones del inconsciente" que se llama "La Metáfora Paterna" porque ahí vamos a encontrar planteado, explicado, lo que Uds. están planteando acá con respecto a las relaciones del significante y el Otro.

Dra. Analía Cachiari: vos planteabas las operaciones de alienación en relación al sujeto y la separación en relación al objeto; yo me planteaba cómo poder relacionar ésto con lo que Lacan plantea en el Seminario 10 cuando empezando a trabajar cuestiones fundamentalmente al objeto a, plantea que el sujeto se presenta primero como objeto, entonces una manera que yo tenía de entenderlo es: bueno que en la separación el sujeto tiene que caer como objeto de goce del Otro.

Dr. Héctor López: El sujeto entra en la estructura en posición de objeto, pero me parece que ese objeto ahí es un poco más amplio, también es objeto de la demanda del Otro, por ej.; me parece que eso que hay una estructura como objeto se refiere concretamente a que no hay nada subjetivizado en él que pueda dar cuenta de ningún tipo de posición, que la posición es indeterminada porque está confundido con el Otro en la misma superficie de la Banda. Pero cuando hablamos de la separación en relación al objeto nos estamos refiriendo a una cuestión más específica, es decir, que la separación implica la separación justamente del objeto ese que él mismo es en relación al Otro. Tengo que ser objeto para que el objeto caiga.

Pregunta: yo creo que ahí está esto de 'jugar a hacerse el muerto', digamos que está puesto en juego la separación, si yo me muero qué le pasa al Otro?, también acá jugando con la propia; qué pasa si le falto al Otro?, y ahí el punto de angustia del Otro y el punto de angustia del sujeto en tanto empieza a circular esta falta o a poner en juego en esa escenificación aquello que en principio era el juego del fort da; también un juego de presencia y ausencia como intervención del significante, y ya puesto más adelante, cuando juego a hacerme el muerto, puesto bajo una situación dramática no?.

Pregunta: Yo con respecto a la alienación y separación que recién estaba comentando Analía y que vos decías hoy, yo pensaba que no se puede, creo yo, decir que la alienación se vincula ni con el objeto ni con el significante y la separación con uno de los dos, o sea, que la alienación corresponde a uno y la separación a otro; porque pienso yo que la alienación es tanto al significante como al objeto. O sea, es alienación a los significantes de la madre y al lugar del falo imaginario, y la separación es caer como falo imaginario por la línea del objeto y separarse de los sentidos de la madre. Porque no se puede decir aquí en este hemisferio está una cosa y aquí otra no?.

Dr. Héctor López: Tampoco se puede decir que la alienación está relacionada con el Otro materno y la separación con el Otro paterno; estas son formas esquemáticas para tratar de entender desde un punto de vista de los efectos de la estructura, porque sino sólo lo que podríamos hacer son fórmulas en el pizarrón de operaciones lógicas y bueno, llamamos a un lógico para eso. Hay que pensar al psicoanálisis para darle un poco de movimiento a eso; pero sí, estoy de acuerdo.

Yo apunto con --al decir que la alienación es al significante y la separación es del objeto--, que hay dos vertientes fundamentales en la constitución del sujeto; que el significante constituye al sujeto y que el objeto constituye al sujeto; estas dos vertientes, y que no son jerárquicas, es que no solamente es el significante lo que constituye al sujeto. Creo que ésto sencillamente está planteado por Lacan en el Seminario 10 cuando hace alusión a la cuestión de la pérdida de las heces y del regalo a la madre de su deposición como una forma de separación.

Lic. Martínez: No se estructura solamente el sujeto con decir que hay una anterioridad lógica del lenguaje, un mundo del lenguaje, sino no se sabría que hay una operación que constituya la pérdida del objeto.

Dr. Héctor López: Claro, si fuera así nos quedaríamos en el primer piso del grafo de la "Subversión del Sujeto.." nos faltaría el otro piso que es el piso del inconsciente y del deseo.

Notas

1Fábula que cuenta que "(...) allí los adolescentes sólo acceden al coito después de que el varón ha sido iniciado en los secretos de la sexualidad por una anciana. Quiere decir que no hay goce natural, ni sensibilidad vaginal que no sea a través de la transmisión del Otro." "[...]" (H. López, "Psicoanálisis, Un Discurso en Movimiento. Derivas del Descubrimiento Freudiano". p.127. 1995).

2Cáp.XVI: "El Sujeto y el Otro: La Alienación" en: "El Campo del Otro. Y Retorno a la Transferencia". Pág.222.


Ir a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoNet

Logo PsicoNet