Seminario
Infancia, derechos del
niño y psicoanálisis
wwww.edupsi.com/infancia
infancia@edupsi.com
Organizado por Fort-Da
Dictado por : Mercedes Minnicelli
Clase 4
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Ingresamos con esta clase al desarrollo del módulo 2 de acuerdo al recorrido planteado para este seminario.
Sobre fines del siglo XIX, principios del siglo XX, con Freud, se inicia una nueva etapa en el conocimiento del niño. La novedad que aporta el psicoanálisis a partir de Freud cuando enunciara el descubrimiento de la sexualidad infantil y sus efectos en la configuración del padecer anímico en el adulto, no resultó de fácil aceptación en aquellos tiempos y muchos siguen discutiéndola hoy en día,
Freud anuncia una distinción relevante al hablar tanto de "lo infantil del sujeto" como del "descuido de lo infantil" y del "infantil sujeto".
Sólo para que podamos acordar en qué sentido utilizaré los términos en esta clase y en las sucesivas diremos que:
En el primer caso, "lo infantil del sujeto" refiere a aquello que permanece muchas veces intacto en el adulto respecto de su propia infancia, exponiendo la a-temporalidad inconsciente.
Al exponer el descuido de lo infantil, en 1905, Freud postulaba "la existencia de una pulsión sexual en la infancia posee el carácter de una ley" (Freud, S. [1905]1995:157). Esta premisa básica del psicoanálisis, produjo una ruptura epistemológica respecto de la "noción de infancia" de difícil aceptación tanto en su tiempo de enunciación como en nuestros dí as.
Infans llamará Lacan al tiempo inicial del cachorro humano, tiempo en que aún no habla.
El infantil sujeto será aquel ser humano en pleno advenimiento, en tiempos de desarrollo y de conformación o constitución subjetiva. Tiempo de desvalimiento del cachorro humano que requiere del auxilio ajeno para su subsistencia no solamente respecto a la satisfacción de necesidades sino, para ser ingresado en el universo simbólico propio a la cultura, sujeto al lenguaje.
Niño e Infancia no significan lo mismo desde Freud así como tampoco de acuerdo al desarrollo del psicoanálisis de niños postfreudiano.
Excede los propósitos de este seminario, el formular un desarrollo conceptual de la noción de niño freudiana 1. En principio diremos que niño es un concepto n odal en la teoría psicoanalítica que da cuenta de la estructuración subjetiva.
"Llegamos entonces a niño como concepto trabajado por lo inconsciente. Nos detendremos a definir qué es un concepto. Lacan en el Seminario I, "La función creadora de la palabra" dice de ésta: "hace surgir la cosa misma, que es más que un concepto". El concepto, según Hegel, es el tiempo de la cosa; convocando a Heráclito agrega que en el concepto, se mantiene la identidad en la diferencia. El concepto hace que la cosa esté no estando allí, como en el inconsciente, fuera del tiempo". (Hillert, R.1994:11).
Luego de estas escuetas - y seguramente parciales - definiciones, haremos a lgunas breves puntualizaciones históricas respecto al desarrollo del psicoanálisis de niños. ¿Por qué detenernos en estos aspectos que podrían ser obviados? Justamente para ser coherentes con el desarrollo que propongo en este seminario r especto a la historización necesaria de las ideas y prácticas que, en muchos casos, se dan por naturalizadas no siendo consideradas en sus contextos de producción, generando un imaginario que da por sentado aquello que siempre es pasible de ser interrogado, analizado y ¿modificado?.
Entre el "siempre fue así" y el "no hay nada que hacer", entiendo que es tiempo de habilitar nuevos interrogantes clínicos volviendo a revisar la teoría con las nuevas preguntas que las infancias y adolescencias hoy nos convocan a formularnos. Es tiempo de instalar interrogantes donde en muchos casos gana la incertidumbre, habilitando nuevas vías de análisis y dispositivos que permitan operar en la creación de condiciones de subjetivación.
Los desarrollos en psicoanálisis de niños tiene mucho para enseñarnos al respecto. Quizás se trate, como antes decía, de regresar a los textos con nuevas preguntas. En ese camino nos encontraremos con puntos de imposibilidad, los cuales, más que inhibirnos, pueden habilitar otros senderos teórico clínicos y alternativas para el trabajo con aquellos niños que se encuentran en condiciones francamente desfavorables y deshumanizantes.
La herencia simbólica que recibimos del psicoanálisis de niños nos permite establecer distinciones de acuerdo a la línea de origen del mismo, inevitablemente asociada a los psicoanalistas de niños, su historia y las vicisitudes de encuentros y desencuentros de las Escuelas y Asociaciones Psicoanalíticas.
Sin adentrarnos en esos devenires, podemos sintetizar el aporte de cada uno de ellos en términos de legados teórico-clínicos que nos permitan avanzar en las vicisitudes propias a la infancia, al tiempo en que el infantil sujeto va siendo ligado, sujetado por la vía del lenguaje, a una cadena genealógica que lo ubica en una trama filiatoria habilitando operaciones subjetivantes.
La filiación está referida en un primer término a la posibilidad del humano parlante de ser ubicado en uno de los vértices del triángulo simbólico como hijo respecto de un padre y una madre, más allá de las vicisitudes y accidentes que en lo real de ese padre y/o en esa madre se presenten. Ser filiado por Otro es inherente al ser humano y nos diferencia de otras especies animales, en tanto pertenecemos mediante esa operación al rebaño humano habitando el lenguaje.
El psicoanálisis de niños se pronuncia desde sus inicios dirigiéndose a un interlocutor que, "(...)lejos de tratar de entender al niño como sujeto que desea, lo integra en diversos sistemas de recuperación, como objeto de cuidados, "robándole toda palabra personal" (Mannoni, M. ([1979]1990:12)
Las conceptualizaciones que el psicoanálisis de niños iba aportando, fueron imprimiendo un viraje al tratamiento de la "noción de infancia", haciendo camino a partir del mojón instituido por el texto freudiano, otorgándole un lugar de "derecho" a la fantasía inconciente (Klein), a la locura y al riesgo de vivir (Mannoni); a la "causa" de niños y adolescentes (Dolto), al juego (Winnicott) siempre en torno a la operatoria edípica, sus vicisitudes y derivaciones en la constitución subjetiva. En definitiva bregaron por otorgar un lugar a la palabra silenciada, hecho que implicó consecuencias fácticas alterando la relación institucióninfancia, adulto-niño tal como se la venía concibiendo y se manifestaba.
Las diferencias sustantivas en términos de la historia de las ideas y práctica clínica del psicoanálisis se establecen en torno a Jacques Lacan, signando profundos acuerdos y disidencias, quien recuperando el camino presentado por Freud respecto a la psicosis, habilita un nuevo rumbo también para el psicoanálisis de niños. Una de las bases fundamentales de sus teorizaciones será la concepción del inconsciente estructurado como un lenguaje.
Tanto Françoise Dolto como Maud Mannoni darán cuenta de Cómo se hicieron analistas
Dirá Dolto "Fui arrojada al psicoanálisis de niños por mi psicoanalista..." (Dolto, 2001:102) asignando un lugar - ya desde temprana edad y como producto de sus experiencias infantiles familiares - a su interés por los procesos psicológicos en la infancia. Su trabajo se orienta en todo momento de su hacer como analista a las posibilidades de interferir el "enfermar mental" antes de que se haga irreversible. Podemos leer en "Infancias" que ya desde muy pequeña decía querer ser "medica de la educación" criticando a la educación de los padres como causal del padecer temprano 2.
La historia personal de Maud Mannoni está estrechamente vinculada a la de Francoise Dolto, a quien conoce a partir de la lectura de su tesis Psicoanálisis y Pediatría. Fueron presentadas en París por una amiga común. "Esta extranjera" que soy yo va a ser adoptada por la familia Dolto" (Mannoni, [1988] 1992:21). De alguna manera, Dolto ejerció un padrinazgo respecto a Maud Mannoni tal como ella misma lo relata en "Lo que falta en la verdad para ser dicha".
Maud Mannoni se analizó con Lacan, a quien dice deberle su orientación teórica 3. Si bien tanto ella como Octave Mannoni 4 se ubicaban alineados con su pensamiento, conservaron una lectura y una posición crítica respecto a los imaginarios de las instituciones psicoanalíticas. Asignan a esta extranjería un lugar sustancial viabilizador de la escritura y la investigación clínica en y de territorios inexplorados hasta entonces respecto a la clínica de niños: la locura y el discurso colectivo respecto de la misma.
"Este libro deja a la locura decir una verdad"... frase que inicia y presenta la experiencia de Bonneuil ofertando - ante el encierro institucional y discursivo de la locura un dispositivo diferente al que denominara "institución estallada" 5. La influencia de la corriente de la anti-psiquiatría es reconocida por Mannoni sin abandonar una actitud crítica tanto hacia la misma como hacia aquellos que la abordan subestimándola - como un aspecto folklórico e ideológico.
El debate y la oposición a la clínica de niños de Anna Freud fueron dejados en evidencia. Mientras Anna Freud pedagogizaba el análisis de niños, Francoise Dolto y, posteriormente, Maud Mannoni, recuperaban de los fundamentos freudianos el psicoanálsisis de niños como psicoanálisis más allá de la adaptación técnica particular que, el trabajo con niños, conllevara: "la adaptación de la técnica a la situación particular que representa para el adulto el aproximarse a un niño, no altera el campo sobre el cual opera el analista: ese campo es el lenguaje (incluso cuando el niño todavía no habla)" (Mannoni, [1967]1987:7).
Decía anteriormente que "Francoise Dolto consagró su vida a prevenir el riesgo de entrada del niño muy pequeño en la psicosis" (Mannoni, M [1988] 1992:25), criterio que hoy día se sigue discutiendo, respecto a la "prevención" de los trastornos mentales a partir de la oportuna intervención analítica en la infancia.
¿Podemos tomar esta pregunta para interrogarnos respecto a los denominados niños en la calle? 6 Retomaremos este interrogante en próximas clases.
Ya en tiempos en que el tema de los derechos del niño no era de circulación habitual, toma posición por la "causa de los niños y los adolescentes" 7 subvirtiendo el discurso de la época, sobre todo, respecto a los derechos y deberes tanto de los padres con respecto a los hijos como, de los hijos respecto a sí mismos y a sus padres 8.
Les dirá lo que ella misma piensa de los efectos de la situación familiar. Estilo del cual Mannoni se diferencia aunque lo reconoce como herencia simbólica de su hacer de analista.
El psicoanálisis de niños encuentra en el descubrimiento freudiano un aliado para darle lugar a lo simbólico a través del juego. Diversas investigaciones fueron surgiendo a partir del trabajo con niños evacuados, refugiados de la segunda y patética guerra mundial.
Freud desde 1908 hasta 1920, consideró al juego como una creación poética, y luego descubre el papel desempeñado por el principio de repetición como función de dominio de las situaciones desagradables. El juego del niño se presenta como un texto para descifrar. (Mannoni, M [1967]1987:22).
Si un aporte sustantivo se le adjudica tanto a Dolto como a Mannoni, es el que se refiere a la escucha del discurso colectivo que "habla al niño" sean sus portadores los padres, educadores, personas ligadas a su crianza incluyendo al discurso de la ley, los circuitos administrativos y al analista ya que "la queja respecto del niño", también implica la representación que de la infancia tiene el adulto. Mannoni incluye a Freud en esta afirmación. El análisis de Juanito le permite a Freud afirmar la posibilidad de un análisis en la infancia. También se evidencian ciertas resistencias en Freud 9 que no impidieron desentrañar claramente el puesto ocupado por el niño en el fantasma materno.
Mannoni, recorre el aporte al psicoanálisis de niños realizado por Melanie Klein a quien critica la interferencia conductista a la cual dio lugar, llevándola hacia el terreno de la "realidad". La dialéctica de los objetos buenos y malos kleinianas no es más que el lenguaje del deseo, expresa Mannoni recuperando la lectura crítica de Klein por parte de Lacan.
"El psicoanálisis de niños se dejó atrapar regularmente por una ideología pedagógica, social o moral. Hemos visto cómo, desde el inicio, coexistieron dos movimientos de ideas: si bien el niño es estudiado a veces como un objeto real, también se lo capta en el sitio donde aparece dentro del discurso del adulto, y entonces la infancia surge dentro del mundo del fantasma" (Mannoni, M. [1967]1987:19)
Mannoni reconoce en sus diferentes escritos el aporte de Donald Winnicott promoviendo, de este modo, un puente en los desarrollos en psicoanálisis de niños más allá de los "países de origen" de sus fundadores y de las instituciones psicoanalíticas... sus adherencias y escisiones. Cuestiona la posición que implica la censura a ciertos conceptos y aportes en desmedro de otros - sólo por pertenecer a una determinada institución psicoanalítica. También la teoría será considerada como ficción.
El psicoanálisis, a partir de Freud, funda otro discurso 10 respecto a la infancia y respecto al "niño" en el análisis (al distinguir entre neurosis infantil y neurosis de la infancia) modificando el lugar del niño en la cultura y el valor del pensamiento en la infancia 11.
Freud inscribió un nuevo significante en el discurso "sexualidad infantil" y, otorgó a "niño" una significación diferente a la habitual, tanto en el discurso de su época como en la nuestra. Tal como citamos anteriormente, "Niño" es para Freud un término clave y permutable "un concepto trabajado por lo inconsciente" (Hillert, R. 1994:10).
Los desarrollos de Jacques Lacan, Françoise Dolto, Maud Mannoni, si bien contemporáneos franceses durante el siglo xx, representantes de diferentes "generaciones" de analistas, retornando a Freud, fueron sentando bases para otro modo de escuchar al niño y al discurso colectivo que lo habla. Sus enseñanzas cruzaron el Océano y han tenido una gran pregnancia en la Argentina. Sea para acordar como para disentir, siguen vigentes.
Entiendo que la riqueza de sus exposiciones clínicas en las cuales incluyen sus intervenciones; las conceptualizaciones e interrogantes clínicos representan una herencia simbólica de la cual podremos servirnos. Sin embargo, leer su clínica indica una posición creadora de dispositivos de acuerdo a las circunstancias. De ningún modo sus casos son presentados como "modelo" ni se ofrecen como ideales. La herencia que nos dejaron son puntos de partida más que de llegada. Retornar a sus textos con nuevos interrogantes representa una alternativa importante. Sobre todo cuando ciertos discursos hablan la infancia como fin 12 y no como inicio de un devenir subjetivo incierto sobre el cual los adultos no pueden desentenderse y el psicoanálisis puede interrogar con fundamentos. Hablar la infancia como "fin" no es sin consecuencias.
Sostengo como hipótesis que el psicoanálisis de niños francés, ubica en el discurso a niño como un significante; sometido en tanto tal a diversas significaciones constituyentes de diversos imaginarios en lo colectivo de la cultura de distintas épocas. Los efectos de las significaciones de los discursos y prácticas que recaen sobre el término "niño", no son sin consecuencias sea en la clínica, sea en lo familiar, sea en lo social, sea en lo jurídico, sea en lo administrativo, sea en lo institucional.
Es momento de dejar presentada otra cuestión, aquella que hace a las distinciones posibles entre el "niño" de Lacan; el "niño" de Dolto; el "niño" de Maud Mannoni. Su desarrollo excede los propósitos de este seminario aunque lo dejaremos presentado como una línea de trabajo a desarrollar.
Presentamos escuetamente la polisemia del término niño, al cual tomamos como significante. En la próxima clase nos adentraremos en una calificación que se asocia en diversos discursos ante la infancia en condiciones desfavorables, analizando un término: desahuciados. Término que pondremos en cuestión.
Notas
1 Remitimos al lector interesado en el tema a Hillert, Rebeca "Niños y analistas en análisis", Edit. Homo Sapiens, Rosario, Argentina 1994 y Hartmann, Alicia "En busca del niño en la estructura. Estudio psicoanalítico de la infancia y su patología" Edit. Manantial, Buenos Aires, Argentina, 1993.
2 Esta frase también la recupera Mannoni [1988]1992) cuando historiza su vinculación con Dolto.
3 Mannoni, Maud [1967] 1987
4 Octave Mannoni, psicoanalista y esposo de Maud de quien toma su apellido renunciando al propio, según sus escritos, por indicación de Françoise Dolto paras seguir los preceptos de la época-...
5 Mannoni, Maud [1976] 1982
6 Este tema se encuentra desarrollado en Minnicelli, M. "Infancias Públicas. NO Hay derecho", ediciones Novedades Educativas, 2004 (en prensa)
7 La causa de los niños y La causa de los adolescentes son títulos de dos importantes libros de Dolto.
8 Dolto, Françoise [1981a] 1986.
9 "En el discurso que tiene lugar de Freud a Juanito, hay una encrucijada hacia la cual convergen los fantasmas de todos los adultos (los padres de Juanito y Freud), en el que Juanito es el representante del deseo del adulto. Del deseo del padre de Juanito por Freud, y del interés teórico que su "caso" representa para las investigaciones de Freud (Mannoni, M. [1967]1987:13).
10 Foucault, Michel, 1969.
11 Hartmann, Alicia, 1993
12 Lewkowicz Corea, 1999 y diversos trabajos sobre Filosofía de la Educación.