Volver a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoMundo

Seminario
Posición del inconsciente

http://www.edupsi.com/posicion
posicion@edupsi.com

Organizado por PsicoMundo

Dictado por : Alfredo Eidelsztein


Clase 4
Saber y Verdad


Transferir clase en archivo .doc de Word para Windows


La propuesta, para hoy, era concluir con el trabajo que habíamos iniciado sobre la causa. El punto adonde habíamos llegado era distinguir las cuatro causas de Aristóteles, y el lugar que le corresponde a las otras dos. Intentamos tipificar un poco las cuatro causas distinguidas por Aristóteles y las otras dos, y nos quedaba la cuestión de que, para el sujeto, Lacan consideraba que las causas que operaban son Tyché y Autómaton. Hicimos ese pequeño recorrido etimológico y filológico para establecer la correcta traducción.

Al cierre de la clase pasada, lo que les decía era que igualmente la cosa no era tan sencilla porque las cuatro causas de Aristóteles que no eran Tyché y Autómaton –la eficiente, la formal, la final y la material–, eran utilizadas por Lacan, por ejemplo en «La Ciencia y la verdad», que es un escrito posterior a «Posición del inconsciente», lo cual podría indicar cierta contradicción con respecto a lo que habíamos argumentado de que Tyché y Autómaton eran, de las causas de Aristóteles, justamente aquellas que no entraban en el sistema lógico, y las que correspondían en su utilización en psicoanálisis.

Para concluir en un recorrido medianamente coherente, entonces, la idea para hoy es retomar el trabajo que Lacan hace de las cuatro causas de Aristóteles, en «La Ciencia y la verdad».

Quizás, primero, convengan unas palabras sobre «La Ciencia y la verdad». Yo les había pedido que lo leyeran para hoy pero, de todos modos, vamos a contextuarlo un poco para que este cuatro de las cuatro causas sea mejor entendido. En primer lugar, recordarán que para Lacan, en este escrito, la estructura del sujeto implica una división, y que esta división tiene estructura de banda de Möbius. Por ejemplo, nos propone –y ahí retoma algo que yo no había tenido en cuenta antes de «Posición del inconsciente»–, en el punto en donde vuelve a citar el trabajo de Laplanche y Leclaire, que la modalidad topológica mediante la cual se entiende la división del sujeto, puede resolver el problema de la doble inscripción. Si leyeron el trabajo de Laplanche y Leclaire, recordarán que uno de los puntos más problemáticos que ellos intentan resolver de Freud es el problema famosísimo de la doble inscripción que, en Freud, no tiene solución. Es la correcta respuesta a la pregunta: luego del levantamiento de una represión, ese material inscripto en el inconsciente, ¿pasa a ser una inscripción preconciente, o se produce una nueva inscripción preconciente y se conserva la inconsciente? ¿Se trata de un cambio de inscripción o de una doble inscripción? Para esto, la enseñanza de Freud no aporta solución. Y Lacan se sorprende muchísimo de que sus discípulos Laplanche y Leclaire no hayan hecho uso de lo que Lacan aportó al psicoanálisis, que son las superficies topológicas que han dado una perfecta solución al problema: la solución es una superficie topológica que se llama banda de Möbius.

La división del sujeto de la que se trata en psicoanálisis, tiene estructura de banda de Möbius. Y la división queda entre saber y verdad. Pero, ¡atención!, esto es constatado en la experiencia analítica. Quiere decir que es la división que enfrenta el psicoanalista. Todo el mundo conoce bien –al menos, seguramente, para todos Ustedes– la estructura de la banda de Möbius. No me queda claro que, para todos Ustedes, ya esté hecha la deducción de qué tipo de división es la división planteada por Lacan, si su estructura es la banda de Möbius. Creo que es una de las indicaciones de más importancia, de más trascendencia clínica, creo que un montón de problemas clínicos se resuelven cuando uno termina de entender de qué se trata la división propuesta por Lacan para el sujeto con el cual opera el psicoanalista.

En «La Ciencia y la verdad», ya no sólo nos dice que el sujeto es sujeto dividido y que su estructura es de banda de Möbius, sino que también nos da los dos términos de la división: saber y verdad.

No es muy fácil saber lo que significan "saber" y "verdad". Son dos efectos del significante. En «Intervención sobre la Transferencia» (que es un escrito de los que Lacan considera "de sus antecedentes", o sea anterior al Seminario 1), hay una interesantísima descripción de lo que es la verdad. Dice que, en el mundo del significante, la verdad es lo que corresponde como equivalente a lo que en el mundo físico es la gravedad. En el mundo físico la ley universal que vincula entre sí a todos los objetos es la ley de gravedad. Para el mundo simbólico, esa ley es la verdad. Una descripción sumamente interesante: es un efecto del significante, sólo hallable en el mundo humano, y es una de las dos caras de la división del sujeto —la otra es el saber.

Creo que podríamos, respecto del saber, tomar una definición provisoria: es la articulación del significante. El saber podría ser el conjunto de las articulaciones. Si Ustedes vienen a estudiar aquí, conmigo, descartando todos aquellos que vengan por motivos distintos a los de aprender –que perfectamente puede haberlos–, suponen que yo sé, que hay un saber en mí. Y podríamos preguntarnos de qué índole es ese saber. No es de la índole del significante en sí mismo, porque es muy difícil que alguno de Ustedes suponga que yo sé más términos que Ustedes. ¿Creen que, si yo hiciese una lista de conceptos psicoanalíticos, sería mucho más extensa que la que harían Ustedes? No, no se trata de eso. Lo que Ustedes vienen a buscar en mí, es cómo yo vinculo entre sí los términos. Quiere decir que "saber" es la articulación.

Y "verdad" queda, entonces, como aquella ley que vincula a todos los movimientos, estableciendo la dirección de esos movimientos, como la ley de la gravedad en el mundo de la física.

¿Cómo es la división? Tal como son las "dos caras" –que no existen, en verdad– de la banda de Möbius. Ustedes toman un papel que tiene un lado blanco y otro lado azul. Si es una tira de papel angosta y extensa, es mucho más fácil de hacerlo. Le pegan una media vuelta y lo unen y, entonces, en vez de hacer un cilindro, hacen una banda de Möbius porque le pegan una media vuelta. Quedarían unidas la parte blanca y la azul. Bien, la división del sujeto que experimenta el analista es una división como lo es la división entre las dos caras de la banda de Möbius: la blanca y la escrita. El problema es qué estatuto tienen –todos Ustedes lo saben– las dos aparentes caras de la banda de Möbius, si es que no son dos, ya que Ustedes podrían empezar a pintar de un color cualquiera uno de sus lados y, sin atravesar ningún borde, terminarían pintándola completamente. Quiere decir que, desde una perspectiva, son dos, y, desde otra, uno.

¿Desde qué perspectiva son dos? Desde la perspectiva de que es cierto decir que si yo atravieso este p unto de la banda de Möbius con un lápiz, por ejemplo, paso de un lado a otro; y si yo puedo decir esto, estoy diciendo que son dos. Con lo cual, hay un punto en que la banda de Möbius da la apariencia de tener dos lados. Pero son dos de la siguiente índole: si Ustedes empiezan a transitar el camino de la verdad y lo caminan con determinada extensión, o sea no huyen despavoridos enseguida –como le pasa a la mayoría de los seres humanos–, sucede que, sin darse cuenta, ya están en el del saber. Y si Ustedes caminan un cierto trayecto el camino del saber, imperceptiblemente –porque no han atravesado ningún borde– se encuentran en el de la verdad. Ésa es la división del sujeto. Es una división entre dos partes que, en rigor, no son dos. Es por eso que, para Lacan, el problema de la doble inscripción es un falso problema. Es como preguntarse: una vez levantada la represión, esa representación, ¿va al lado blanco o al lado escrito de la banda de Möbius? Uno termina concluyendo rápidamente que es el mismo problema, es el mismo lado. No hay, para el sujeto de la experiencia analítica, dos lados. Se resuelven todos los problemas conceptuales del psicoanálisis, si a la división se la considera con forma de banda de Möbius. Por ejemplo, pasa a ser estúpido sostener «hacer consciente lo inconsciente», vaciar una cosa para poner en la otra. Si Ustedes sacan del lado escrito, con muchísimo esfuerzo, para poner esas letras del lado blanco, nunca van a concluir porque es el mismo lado. Se resuelven todos los problemas que trae cualquier noción de inconsciente como superficie euclidiana, como bolsa, plano o cualquier cosa que sea euclídea.

La división de la que vamos a hablar hoy, entre saber y verdad, es una división tal que no hay verdad sin saber, ni saber sin verdad. Si Ustedes progresan del lado del saber, van a tener inexorables efectos de verdad. Si lo saben, es una gran tranquilidad porque es cuando pueden resolver tranquilos, en silencio, esos momentos en que vuestros pacientes les pregunten cosas del tipo: "Y, ¿para qué sirve saber esto?". Uno mismo puede hacerse esa pregunta, salvo que tenga bien claro que siempre que se recorre el camino del saber y se articule como corresponde, inexorablemente, se producirán efectos de verdad.

Pero Ustedes se dan cuenta de que, si uno dice "efectos de verdad", el sujeto y Ustedes pasaron para el otro lado. O sea, hubo lo que Ustedes están buscando: un cambio en la posición, pasaron del lado blanco al lado escrito. ¡Cuidado con creerse que están en la Isla de la Fantasía..! Porque si de ese lado siguen explorando su estructura, inexorablemente, se pasarán para el otro. Con lo cual, no hay por qué quedarse atónitos frente a los efectos de verdad. Puede haber una elucubración de saber sobre los efectos de verdad, y en realidad, si uno prosigue el camino, ocurre eso. Es por eso que es buena la pregunta.

La mitad de nuestros pacientes, hoy, son reanalizados. Pero lo son lo de consultorio privado, porque en el hospital depende ya de dónde está el hospital, cuál es su población, con lo cual si Ustedes quisieran saber cuántos cambios en la posición subjetiva ese análisis produjo (seguramente falló en el último porque está buscando un nuevo analista), se puede preguntar perfectamente por qué elucubración de saber hay; porque es correspondiente a la cantidad de cambios producidos en los efectos de verdad. Es decir, "¿Qué sabe Usted?". Y no se trata de ningún problema de hacer conciente lo inconsciente. Es que, explorando uno de los lados, uno tiene exactamente el mismo progreso del otro, porque la división del sujeto es en forma de banda de Möbius.

Para Freud, el inconsciente tiene fundamentalmente estructura lógica. La asociación entre los términos, para Freud, se debe a la casualidad de que aparezcan juntos, que es un problema temporal pero, fundamentalmente, un problema lógico. En el inconsciente se trata de lógica. Si la división tiene estructura de banda de Möbius, la lógica, entonces, ¿cómo es? Supongan que escribimos lado blanco y lado escrito. Si tiene estructura de esfera sería interior y exterior; entonces, por ejemplo, la escena en la cual violaron a la histérica cuando niña, si la estructura del sujeto es una esfera, ese recuerdo estará en el interior y, también, en el exterior. Pero "hay que llegar a las profundidades para encontrarlo". Ésta es una forma de concebir la división. Y, en realidad, es como solemos creer que se tratan las divisiones: del lado de afuera sí, del lado de adentro no. Por ejemplo el problema del esquema del huevo: el Otro, respecto de un sujeto, si el sujeto tiene estructura de huevo como el yo, y el ello; el otro está en el exterior y ‘sonamos’ porque el analista no tiene ninguna pertinencia, no puede estar incluido en el inconsciente. ¿Cuidado! Porque los lacanianos sostenemos muy firmemente la división. Pero me parece que nos confundimos al no darnos cuenta de que el individuo es una noción fuerte de división. El individuo es sujeto dividido entre lo que es él y lo que no es. Ésta es la división del sujeto. O sea que, lógicamente, es una contradicción. Quiere decir que, si como metáfora espacial, la estructura del sujeto es banda de Möbius, la estructura lógica del sujeto es contradictoria. ¿Sí quiere o no quiere el aumento? ¿Sí quiere recibirse o no quiere recibirse? Porque si cualquiera de las dos es sí y la otra no, no hay problema analítico. Si no quiere recibirse, que no se reciba. Nuestro problema es cuando el sujeto tiene esta estructura. En la experiencia analítica, nosotros encontramos al sujeto dividido así, es una noción de división sólo a nivel de topología; en ningún otro nivel se mantiene como división. La división es entre saber y verdad.

Ahora bien, vieron que en el pizarrón, en el último renglón, puse al sujeto que opera. El mago, el religioso, el psicoanalista y el científico son sujetos que hacen cosas. Hoy, en Occidente, tenemos estas cuatro modalidades de práctica. ¿Por qué el psicoanálisis entra en un cuadro así? ¿Por qué vinculamos al psicoanálisis con la Ciencia y por qué lo vinculamos con la magia y la religión? Lo que les pido, obviamente, son las respuestas que uno obtiene de «La Ciencia y la verdad».

Intervención: [inaudible].

A.E.: En estas cuatro disciplinas hay una particular relación entre saber y verdad. Por ejemplo, la Ciencia, en relación con la verdad. Observen el cuadrito que escribí en el pizarrón. En realidad, la Verdrängung, Verneinung, Verwerfung , (y lo puse entre paréntesis para indicarles que Lacan no dice esto, no está propuesto por Lacan) son las respuestas de la magia, la religión y la Ciencia, de estas tres prácticas, respecto de la verdad como causa. Así pues, en la magia está reprimido, en la religión está desmentido, y en la Ciencia está forcluido. Con lo cual, osé decir que este cuadro se arma así, porque son las cuatro prácticas donde se articulan saber y verdad. No hay que perder de vista que la Ciencia, respecto de la verdad, no quiere saber nada; con lo cual, es un cuadro armado muy peculiarmente, porque si pusiésemos por las relaciones entre saber y verdad, podríamos haber quitado la Ciencia porque las tres prácticas donde se articulan saber y verdad son magia, religión y psicoanálisis.

Así que, yo propongo otra explicación a la estructuración de este cuaterno. ¿Alguno leyó «La Ciencia y la verdad» y tiene teoría para esto? Obvio que muchos de Ustedes deben haberlo leído y no tienen respuesta, porque con leer Lacan a veces las respuestas no aparecen en la primera lectura o en la lectura que uno hace para el viernes... Vuelvan a leer «La Ciencia y la verdad», se lo recomiendo calurosamente para uno de esos días de frío. Porque Lacan define al sujeto de la práctica analítica de otra manera: lo define como «sujeto sufriente». El sujeto con el que trabaja el analista es el «sujeto sufriente» —a mí entender, la mejor definición jamás dada del sujeto.

Entonces, magia y religión están ahí porque son los otros lugares donde se va a consultar cuando uno sufre, ni más ni menos —si no, pregunten a vuestros pacientes. Lo que venimos a descubrir, es que hay ahí dos prácticas en que saber y verdad se articulan. Eso es lo que empieza a resultarle interesante a Lacan. Pero, en Occidente, si uno sufre, si uno padece va a consultar al brujo, al mago, al chamán, o al religioso, si no es que va al analista.

¿Y por qué tenemos, entonces, a la Ciencia como otro elemento, aquí?

Intervención: [inaudible].

A.E.: El problema es que la medicina no es Ciencia. Los psicoanalistas existimos porque hay una confusión. No conviene que vayan a ‘avivar giles’, ahora... Estábamos cenando anteanoche en mi casa y, entonces, mi señora me pregunta cuándo voy a dar la conferencia en La Plata, y mi hijo le contesta la fecha –el 25 de octubre–, y todos lo miramos: ¿cómo es que éste sabe? Sabía porque la conferencia yo la titulé «La muerte del Psicoanálisis». Entonces, mi hijo confesó que pensó: "¡Cagamos! ¿De qué ‘morfamos’ 1 ahora?"... ¿Cuál es la falla que justifica la existencia del psicoanálisis? Que los médicos se convirtieron en científicos y se olvidaron de que practican con sujetos sufrientes. Por ese error, que le está llevando la vida a la medicina, entiendo que existen los juicios de mala praxis, no es porque crecieron las compañías de seguros. Hay un problema en la praxis del médico, él cree que trabaja con la Ciencia. No trabaja con sujetos sufrientes, te mira a la cara y, directamente, te manda a hacer ochenta y cuatro; cuando vos volvés de hacértelos, sin siquiera levantar la cara, observa los resultados de los estudios, te hace la receta y, "que pase el siguiente"... Ése es un error sobre el que hay que reflexionar.

Para Lacan, el psicoanálisis existe porque el médico, luego del surgimiento de la Ciencia, cambió su posición. Hay médico, ¿antes o después del cogito cartesiano? Antes. Médico hay desde siempre. Siempre que hubo un nucleamiento humano, hubo un lugar en donde ‘cagar’, un lugar en donde preparar la comida, interdicciones del incesto, y hubo siempre alguien que se encargue de recibir las demandas de sufrimiento. Esto es humano, en los animales no hay nada de eso. Pero siempre hubo alguien que recibía las demandas de sufrimientos. Y ocurre que los médicos dejaron de recibir las demandas de sufrimiento. El médico debería escuchar. No acepto que la clínica de la medicina sea la "clínica de la mirada" y que la del psicoanálisis sea la "clínica de la escucha". La clínica del médico es la clínica de la escucha, pero nosotros decimos el mismo error que ellos cometen. Así que, no, la medicina es una práctica, pero es una práctica que no está aquí en el cuadro porque no tiene la relación entre saber y verdad. ¿Cuál es la posición del médico, entre saber y verdad? Te duele mucho la espalda, y te duele mucho. Vas al médico, te saca una radiografía y te dice que no tenés nada, y la consulta concluye ahí mismo. Y Ustedes, ¿a quién carajo le dicen que es verdad que eso duele? O sea, cayó del lado de la Ciencia, hacen una forclusión de la verdad, no quiere saber nada de eso.

¿Qué hace el doctor cuando Ustedes, a pesar de su diagnóstico, le dicen, si se atreven, que así y todo, eso les duele? Nosotros seguimos teniendo respeto al médico y, entonces te quedás... Una vez que te dice que no tenés nada, al médico ya no le interesa más eso. Si el médico ‘se avivara’ y se pusiera a escuchar de veras, ¡se le llenaría el consultorio de pacientes! No hay ninguno que diga: "Bueno está bien, no importa la radiografía, cuénteme qué le pasa, ¿en qué momentos le duele? ", etc.

—¿No anda Usted un poco nervioso?

—¡Ah! ¿Sabe, doctor? ¡Es cierto! Estos días estoy bastante nervioso...

—Y, bueno, ése es el tema. No tiene que hacerse tanto problema, procure estar más tranquilo y llámeme en unos días para contarme cómo anda, ¿sí?

Claro que, ahí mismo, dejás cien dólares sobre el escritorio... Pero ocurre que, habitualmente, no intervienen así, porque no creen que ésa deba ser su posición. Cambiaron la posición. El médico, en verdad, siempre estuvo para eso, nunca estuvo para aplicar ningún discurso científico.

Pregunta: Vos decías que la medicina no es una Ciencia, sino una práctica. ¿Cuál sería, entonces, la diferencia entre Ciencia y práctica?

A.E: La Ciencia es una cierta elucubración del saber que implica ciertas condiciones, por ejemplo, un algoritmo fundante, la matematización, etc.

Intervención: [inaudible].

A.E.: No, la Ciencia no forcluye al sujeto, la Ciencia lo sutura mediante la lógica. O sea, la Ciencia es una modalidad de operar con el saber: se lo matematiza, se lo trabaja en forma algebraica, tiene un montón de condiciones para operar con el saber. Eso es Ciencia. Es cierto que la medicina, a diferencia del médico brujo, se apoya en la Ciencia, eso sí. ¿Por qué te da tal medicamento y no otro? Lo da porque tiene respaldo científico. El médico moderno tiene que tener respaldo científico, pero él no es en sí mismo un científico, sino un practicante que practica sobre el sufrimiento.

Volvamos a nuestro cuadro. ¿Por qué magia y religión con el psicoanálisis? Porque también son los lugares adonde el sujeto sufriente va a presentar sus demandas. Y la Ciencia no es el lugar adonde el sujeto plantea su sufrimiento. Así que, ¿por qué está en nuestro cuadro? ¿Qué relación tiene la Ciencia con el psicoanálisis?

Intervención: la Ciencia es una respuesta a la causa del sufrimiento.

A.E.: A mí me parece que no. No creo que sea así. ¿Por qué al psicoanálisis le interesa la Ciencia?

Intervención: [inaudible].

A.E.: ¡Ah! Pero vos lo estás diciendo porque el psicoanálisis es científico, pero ¿científico en el sentido de que está matematizado como la Ciencia, o en el sentido de que la medicina moderna debe ser científica? ¿El psicoanálisis es como la física de Einstein, o es como la medicina moderna? La medicina moderna no es Ciencia pero se apoya en la Ciencia. ¿Por qué no consultan al homeópata? (desde luego, pregunto a aquellos de Ustedes que no van al homeópata). Porque no tiene respaldo científico. Los que sí consultan al homeópata, no se sientan tan incómodos, es cierto que curan, pero el brujo también; y, que yo sepa, curan aun mucho mejor. Una amiga de mi hermana va lo de la bruja y le contó que mi sobrinita nueva llora sin parar desde que nació, con lo cual mi hermana está por suicidarse... Entonces, le dijo que si quería se la podía curar, sin que siquiera hiciese falta que la lleve; con lo cual, mi hermana ‘zafó’ –le daba vergüenza ir a ver una bruja– y puso en práctica las indicaciones de la bruja: tenía que darle vuelta la ropa, y no sé qué otros procedimientos típicos de bruja... "¡Creer o reventar!": mi sobrinita no llora más. ¿Es la primera vez que alguien les cuenta algo así? ¡Millones de veces! O sea que curan. Así que, que los homeópatas curen... ¿Ustedes ya corroboraron –si tienen algún paciente que va al homeópata– quién es el enemigo del homeópata? El psicoanalista, jamás el alópata. Al homeópata le importa un carajo el alópata, hace como que no existe. Pero de quien sí desconfía es del psicoanalista, prefiere que le cuenten a él, porque procede como nosotros.

¿Por qué está la Ciencia en nuestro cuadro? Somos los que trabajamos con los mismos objetos que la magia y la religión. Ustedes distinguen perfectamente entre la viejita que va a ver al cura, y al cura en sí. No son lo mismo. El cura no es un sujeto sufriente, el psicoanalista tampoco debe serlo. Pero, ¡cuidado!, con "sujeto religioso", no estamos refiriéndonos al cura, sino al que va a ver al cura para consultarlo. ¿Por qué está la Ciencia? Porque el psicoanalista es heredero de la Ciencia. Porque hubo Ciencia, hay psicoanálisis. ¿Porque hubo Ciencia, hay religión? No, no, no. Todo lo contrario. Ciertas religiones son antecedentes de ciertas Ciencias. La religión judeocristiana es el antecedente de la Ciencia de Occidente, no a la inversa. Así que, la antecedencia lógica es que porque hubo Ciencia es que hay psicoanálisis. Y el psicoanálisis surgió en Viena porque no podía nacer en ningún otro lugar que no sea Occidente, en donde la Ciencia ya se había instalado. Nosotros operamos con el sujeto de la Ciencia, con el efecto sujeto propio a la elucubración de saber que llamamos Ciencia moderna, que produjo un nuevo tipo de subjetividad. El psicoanálisis se aplica a ese tipo de subjetividad, efecto de la Ciencia, que padece distinto que antes.

Para ese padecer, hay respuestas modernas y antiguas. Magia y religión son antiguas y psicoanálisis es moderna. El psicoanálisis es la única respuesta específica para ese específico malestar. ¿Lo pescaron? ¿Que diferencia tienen la magia y la religión, con el psicoanálisis, respecto de la Ciencia? Fíjense en la columna del saber. En la magia, el saber queda velado y se disimula tanto en la tradición como en el acto: nunca, jamás, ningún mago va a decir por qué ese ‘yuyo’ que te da es eficiente; lo mismo del ‘gualicho’ 2 que es para enamorar, nunca va a decir por qué. Si Ustedes preguntan por qué, la respuesta que reciben es "Mirá, mejor dejame la bolsita. No me pagues, esto no es para vos: andate" . O sea, un efecto muy calculado de histeria.

Hay saber en la magia, el saber que hay en el chamán. Porque Lacan no dice que no lo haya, dice que queda de lado y se disimula tanto en la tradición como en el acto. ¿Cuál es el saber? ¿Ustedes pueden ponerse de brujas? No saben. Supongan que van como fue mi suegra, hace cuarenta años, porque mi cuñada se orinaba. ¿Qué le dan? No saben. Por ejemplo, un ladrillo caliente, poner un ladrillo caliente debajo de la cama. Hay un saber porque a cada cosa, una solución. Para que se enamore alguien de ti, un ‘gualicho’... Y si vas porque te enfermas, un ‘gualicho’. Para todo, ¡un ‘gualicho’..! Para cada cosa, hay una respuesta. Salvo que este saber es reprimido: de ese saber no se debe hablar. Y si Ustedes piden que se dé cuenta de ese saber, no van a obtener respuesta. Hay una enseñanza posible, pero ese saber no es transmisible.

¿Y qué se dice del psicoanálisis? ¿Cómo se aprende? La polémica del decano de la Facultad con la Fundación del Banco Patricios en la carta de lectores de La Nación. Saben que hay una polémica ya desde hace un mes y medio... Hay una larga polémica porque la Fundación Banco Patricios dijo que venía a enseñar psicoanálisis dado que, en la Facultad, no se lo enseñaba. Y eso lo comunicó el Banco Patricios a través de una entrevista paga. Y el decano de la Facultad, que es el profesor Raúl Courel, Profesor Adjunto de Escuela Francesa, titular de una materia y Profesor de este postgrado, le contestó que el psicoanálisis se aprende en el propio análisis. ¡Se equivocó ‘fierísimo’..! ‘Se le vinieron al humo’ porque había un flanco abierto; si no, sería igual que la magia. Y si el psicoanálisis es igual que la magia, no sé Ustedes pero, al menos yo, me dedico a otra cosa... Yo respeto al que va a lo de la bruja, pero no a la bruja. Respeto al desesperado, no a la bruja. Y si el psicoanálisis es como la magia, el saber queda reprimido, queda velado. Esta actividad que estamos haciendo intenta sostenerse en los principios contrarios —que hay transmisión posible del saber porque es heredero de la Ciencia. Estoy yendo por esta vía para responder por qué aparece la Ciencia en el cuadro: porque somos herederos de la Ciencia. Pero en el meollo del psicoanálisis se metieron los procedimientos de la Ciencia, tenemos ambición científica.

Pregunta: [inaudible].

A.E.: Para Lacan, el «pase» es el procedimiento que constata el fin del análisis, que es un problema teórico de larga data –análisis terminable o interminable–, como el de la doble inscripción. Bien, para Lacan, el análisis es terminable, posible de ser terminado. No se hagan problema los que hace veintiocho años que están en análisis, no está escrito en ningún lugar que la sesión deba durar cinco, diez o veinte minutos. Aunque, veintiocho años... Va un poco lento. Pero en su estructura es terminable, pero para ser terminable tiene que tener un fin, y, el fin, ¿tiene que ser inefable o comunicable? Comunicable, transmisible. Es el «pase». Y hay elucubración de saber sobre el pase porque, justamente, por eso es que somos herederos del sujeto de la Ciencia. El problema es que me parece que hay una torsión möbiana muy complicada que, a mi entender, se convirtió en el lugar del retorno de la mística al psicoanálisis. En el punto más elaborado de la teoría psicoanalítica, el punto de su mayor elaboración, esto es, la elaboración lacaniana (en términos teóricos, Klein apenas balbucea, y Freud tiene contradicciones increíbles), el pase debe estar entre uno de ésos. Justo en el punto de máxima elaboración teórico-lógica, se instaló –a mí entender– lo inefable como mística. Y es por eso que se puede sostener que se aprende psicoanálisis en el propio análisis. Si alguien me dice "¡Venga! ¡Analícese conmigo!", es el ‘curro’ más grande y más obvio de denunciar, es una forma de conseguirse pacientes...

Pregunta: [inaudible].

A.E.: El fin de análisis produce un analista, pero no un practicante. Sinceramente, ¿para qué nos rompemos el culo estudiando? Segundo, ¿comprueban el efecto clínico de vuestro estudio? Cada vez que pescan algo tres pacientes hacen ¡click!, y cambiaron. No niego que si Ustedes tienen un conflicto neurótico que les hace pelearse con todas las chicas jóvenes y si tienen pacientes que son chicas jóvenes, esos tratamientos no van a andar, pero con los tipos y las ‘jovatas’ van a andar bien. No se hacen analistas practicantes, analizándose. Y aquí se trata de practicantes. Se trata de la relación de deseo de saber: el analista, como fin de análisis, es deseo de saber. Y, ¿cómo tenemos el saber del lado del psicoanálisis? Problema de la comunicación del saber en psicoanálisis: "Pas de savoir". Lo tuve que poner en francés porque en francés hay una doble negación, "ne" y "pas". Y la negación fuerte es el "pas". Quiere decir que para nosotros es "no", entonces es "no saber". Pero saben también que Lacan está diciendo que, en "pas de savoir", ese "pas" se entiende como "paso", paso del saber. Es un paso. Quiere decir que para Lacan hay tanto un problema de no saber, como un problema de un paso al saber. se llega al saber, pero es imposible que no sea articulado con un "no saber".

Vamos al cuadrado de la izquierda de éste, que es donde se define el saber. En la Ciencia, el saber es comunicable, en oposición a la magia y a la religión. Si tenemos tiempo, quizás, después les doy unas citas de San Agustín, de «De Trinitate» que, para todos aquellos que lo quieran, se lo ofrezco —es muy difícil de conseguir. El problema es que yo lo tengo de la Biblioteca de Autores Católicos, que tienen censor. Quiere decir que los libros que publican tienen censura. Por ejemplo, en la primera página dice: "Censor: padre ....". Así que, no son confiables...

«De Trinitate» dice exactamente lo que dice Lacan. Encontré en este libro un argumento para cada uno de estos puntos. Se considera que es lo mejor publicado desde el cristianismo sobre la Trinidad. Los que conocen el problema de la Trinidad, consideran que es lo mejo. Hay un párrafo, en este libro, que es un argumento lógico de por qué Dios es uno y trino, a la vez. Lacan dice que la religión cristiana puso la Trinidad para hacer perder a la razón (cosa que a mí me tranquilizó muchísimo porque yo no entiendo la Trinidad...). El cristianismo puso la Trinidad para que no se entienda, no se puede entender, no es para entender, es para atacar justamente el punto de razón. Y en «De Trinitate», San Agustín –que es un argumentador lógico impresionante– dice que hay que desconfiar mucho de todos aquellos que se extravían por el camino de la razón: la razón tiene que estar sostenida y apoyada en la fe. Toda la historia de Copérnico, Galileo y demás, lo demuestra categóricamente. Cuando el saber iba en contra de las Sagradas Escrituras, había que desconfiar de él, no de las Escrituras.

Entonces, en la Ciencia, el saber es comunicable en oposición a la magia y la religión. Pero su forma lógica incluye el modo de comunicación que sutura al sujeto que implica. Así pues, la Ciencia, en su elucubración de saber, implica un sujeto. Hay un sujeto que se llama el «sujeto de la Ciencia», pero la forma de trasmitir el saber sutura al sujeto. Si el sujeto está dividido es porque hay un corte y, topológicamente, el procedimiento contrario al corte es la sutura, como en la cirugía. Los dos procedimientos topológicos son corte y sutura. Sutura del sujeto es quitar lo que hay de división propia al sujeto, mientras que para Lacan hay un "pas de savoir".

La fórmula es "pas de savoir ". Entonces, ¿hay que saber, sí o no? Sí y no. ¿Por qué? Banda de Möbius. La fórmula es correcta por estructura lógica, se hace coincidente con el sujeto con el cual tenemos que operar. Entonces, ¿por qué "sí y no"? (Ya estamos pareciendo locos...), ¿por qué sí hay que decir al "no"? Ustedes son psicoanalistas, ¿saben de psicoanálisis? Sí. Pero el saber que tienen como psicoanalistas tiene la estructura de "pas de savoir". Entonces respecto del paciente que acaba de llegar a su consulta, ¿saben algo? No, tienen que pasar a saber sobre ese paciente, y lo lograrán sosteniendo un "pas de savoir". Sólo se produce una elucubración de saber, en tanto y en cuanto se acepte que no se sabe. No se puede saber sobre el sujeto que recién llega a la consulta. Nosotros hacemos una elucubración de saber que es transmisible, hablamos de nuestros casos, sabemos sobre ellos, pero no se puede transmitir sobre ellos.

El psicoanálisis no es una ciencia. Lo es, en cambio, la psicología. La psicología, ¿sabe sobre los sujetos? Sí. No se posiciona como "pas de savoir". El psicólogo sabe sobre el sujeto que viene a la consulta. Por ejemplo, si está deprimido, le va a preguntar qué le pasa, y si le dice que lo despidieron del trabajo, le va a decir que su depresión es a causa de eso. La psicología es la ciencia del sujeto, y es un saber sobre el sujeto que no se basa en el "pas de savoir". El problema es que me parece que los psicoanalistas se están basando en el "no saber", en la otra cara. Es así que se llega a sostener que el psicoanálisis se aprende en el diván. Creo que se lee el "pas de savoir" sin hacer de eso la ambigüedad correspondiente al significante. El "pas de savoir" es muy interesante porque, en la misma columna en que he puesto el saber, he puesto la Ciencia. La Ciencia comunica el saber a través de matemas. En psicoanálisis, los matemas se trabajan como "pas de savoir". Es interesantísimo, no quedan como puro saber. El matema, en psicoanálisis, es utilizado pero en él nunca pierde la ambigüedad propia del significante.

Espero me disculpen por el ejemplo tan burdo que les daré respecto de esto (sucede que hoy no estoy con mis mejores luces porque no me siento muy bien). Sin lugar a dudas, si Ustedes trabajan con matemas, no se les puede escapar que para alguien puede ser: "¡Mate, ‘ma!", es decir pedirle mate a la mamá. No se les puede escapar nunca. Por eso es "pas de savoir". Porque, siempre, en el matema, se incluye la estructura del sujeto sin suturarlo. Si el matema sutura al sujeto, estamos en el campo del saber de la Ciencia, porque es comunicable sin sujeto. La Ciencia intenta que, en la transmisión de ese saber, no esté presente el sujeto. Que esté presente el sujeto es "pas de savoir", que quiere decir "saber, sí y no".

El psicoanálisis se caracteriza por dejar abierto su sujeto. Es que nuestro matema implica al mismo tiempo, para nosotros, saber y no saber. No puede ser que esto no sea aplicable a algún paciente neurótico. Si para algún paciente no se aplica, entonces Lacan se equivocó. Si existiese un único caso que demuestre que la teoría es incorrecta, toda la teoría cae. ¿Esto se aplica, entonces, a todos los casos? Si responden que sí, son como psicólogos... Estarían, así, sabiendo sobre "todos los casos". Este "pas de savoir" se aplica, pero no saben qué carajo es... ¿Cuál es el significante que inscribe la castración del Otro, para vuestro caso? "Pas de savoir": lo saben y no lo saben. No se olviden de que, en el matema, al "objeto a" lo llamamos así porque justamente inscribe perfectamente este problema, opera para todos los casos, es el objeto causa del deseo, pero... ¡no sé qué es! Llamarlo "objeto a" es bárbaro. Ustedes creen que saben lo que es el objeto de la pulsión, objeto del deseo, sujeto del deseo; genera la ilusión de que uno sabe. No podemos evitarlo porque somos sujetos hablantes.

Dicho así, "objeto a", es el intento de Lacan de matematización para quitarle el significado. ¿El "objeto a" es bárbaro, o es una ‘cagada’..? Al estar matematizado, carece de significado. Como matema, implica la maniobra de "pas de savoir". Como matema, hacemos explícita elucubración de saber: el objeto con el que labora el psicoanálisis es el «objeto a».

La magia labora con otro objeto pero ellos no lo dicen, nosotros sí lo decimos. Pero no sabemos qué es el "objeto a" para cada caso. Sin embargo, para cada caso sabemos que se aplica, sí lo sabemos. En alguna medida, nos comportamos como científicos pero, en otra medida, sostenemos la no sutura del sujeto, sostenemos la banda de Möbius, con sus dos caras que, en verdad, no son sino una.

¿Cuál es el procedimiento mediante el cual, electivamente, la Ciencia sutura al sujeto? La lógica. Es por eso que tiene una estructura de contradicción lógica. El inconsciente es una lógica que no coincide con la lógica que se transmite en la disciplina lógica. De la Ciencia, es la lógica simbólica moderna la que produce la sutura del sujeto. La lógica simbólica moderna trabaja con la verdad, porque las tablas son tablas de verdad. ¿Dónde hay, en la Ciencia, otra dimensión de la verdad que no sea en la lógica? En ningún otro lado. Así que la lógica fue creada por la Ciencia para que se haga cargo de la verdad de los enunciados. ¿Qué es, para la lógica, la verdad? Un juego de letras, un puro juego de letras. No sé si a alguno le habrá gustado la lógica y ese jueguito, no hay nada más ‘boludo’... Y la pregunta que uno se hace siempre es ¿para qué carajo sirve? Los lógicos responden que sirve para establecer la verdad de los enunciados. Pero, ¿acaso Ustedes utilizaron, alguna vez, una tabla de verdad para establecer la verdad de lo que dice vuestra pareja..? Imaginen, por ejemplo, que un día llega tarde a casa, con una media de nylon en el cuello... O el caso de que tu jefe te diga que no van a renovarte el contrato, pero que la verdad es que "sos una empleada extraordinaria y estamos contentísimos con vos. En caso de que necesitemos otra, más adelante te vamos a llamar"... ¿Acaso, aplicás ahí las tablas de verdad? Sí, por supuesto: ¡para metérselas por el culo al jefe..!

¿Alguna vez se aplican las tablas de verdad? No, jamás. Están destinadas a la sutura del sujeto, a quitarse de encima la banda de Möbius. ¿Entre qué y qué? Entre saber y verdad.

Y nosotros nos interesamos por el saber y la verdad.

Hasta hoy, nuestro tema era la causa, porque una de estas dos dimensiones tiene que ver con la causa: la verdad. Lacan propone que la verdad tiene que ver con la causa.

Recuerdan que yo les recomendé, para el tema de la verdad en Lacan, leer «Intervención sobre la Transferencia». Ahí, la verdad es definida como una analogía. Hemos estudiamos bastante que la causa es la respuesta a las cuatro modalidades de la pregunta "¿por qué?". Quiere decir que siempre, para Lacan, la verdad es la causa, porque es aquello mediante lo cual se responde a "¿por qué?". ¿Qué diferencia hay, entonces, entre la definición de verdad en «Intervención sobre la Transferencia», y ésta? ¿Cuál es la noción de verdad para Lacan? No qué es, sino cómo se define, cómo se caracteriza, cuál es la teoría de Lacan sobre la verdad. Es ésta: «no hay verdad de la verdad» y, además, que «tiene estructura de ficción».

No se les escapa que tener estructura de ficción es lo mismo que decir que es un camelo. Y, entonces, decir que es un camelo es decir que es mentira; y decir que la verdad es mentira es lo mismo que decir que no hay verdad de la verdad. En psicoanálisis, si te preguntan "Eso que se dijo, ¿es verdad, sí o no?". Sí y no: sí es verdad, y no es verdad. Quiere decir que no se puede decir que algo sea verdadero, porque no se puede decir, de la verdad, que no sea falso. Es la misma estructura de la banda de Möbius. ¿Cómo se puede definir a la verdad? Tiene el problema de que la no verdad también es verdad. Lo cual es lo mismo que decir que tiene estructura de ficción, esto es, la misma que la mentira. Si una palabra mentirosa quiere postularse verdadera, dice de sí que es verdad. Por ejemplo, mediante un "se lo juro por la vida de mi madre, de mi esposa y de mis hijos". Y, ¿cómo se presenta, como verdadera, una palabra verdadera? De igual modo. Con lo cual, no hay posibilidad de distinguir entre una palabra verdadera y una mentirosa.

Pregunta: Pero, ¿cuando se da el caso de que hay una referencia al objeto a? .............[inaudible].........

A.E.: ¿Qué idea tienen Ustedes de lo que es un referente? Respóndanme intuitivamente, no hay necesidad de que vayamos a la Bedeutung y demás. Lacan tradujo como "Significación del Falo" el título alemán de una conferencia que dictó en alemán, «Die Bedeutung des Phallus». Pero más adelante dijo que se había equivocado, que lo tradujo mal, porque «Bedeutung» es "referente". Entonces, debió haber sido "El Falo como Referente": el significante fálico es el significante referente de todos los significantes. Ésa era la idea de Lacan, pero con "La Significación del Falo" ya estás hablando de otra cosa. El "referente" fálico te hace pensar en la relación entre el significante fálico y los otros significantes. La "significación" del falo te hace pensar en la significación del significante fálico. Así que, el referente está tomado en Lacan como un problema esencial. Está en ese escrito de Frege, que es uno de los más famosos, que se llama «Über Sinn und Bedeutung», "Sobre el sentido y la significación", o bien "Sobre el sentido y el referente" —nadie sabe cómo traducirlo, porque está este problema del referente.

Para el sentido común, ¿cuál es el referente del significante "mesa"? La mesa. Nosotros sabemos que no. Si la mesa fuera el referente de "mesa", ¿cuál sería el referente de "table"? No me digan que es el mismo, porque entonces ¿cómo justifican la diferencia entre una cosa y la otra? Así que no hablamos de «referente» como el objeto respecto del cual la palabra habla. Pero sí nos damos cuenta de que a nuestros sujetos, en análisis, les sucede que hay ciertos objetos que empiezan a funcionar como polarizando determinadas conductas, actitudes y, más que nada, fenómenos discursivos. Si Ustedes quieren, el carretel de hilo para el "fort-da". Si yo les preguntase antes de hablar de todo esto, por el referente del "fort-da", muchos hubiesen dicho, sin duda, que es la madre. ¿Quién estaba o no estaba? La mamá. Quiere decir que nosotros no tenemos ese problema. «Toda significación remite a otra significación» es el ataque a la teoría del referente como objeto material que sostiene la palabra. No lo hay. No hay amor. Y con la palabra "amor " te comunico el amor que tengo dentro de mí. Especialmente, hay que pensar este problema, para la cuestión de los afectos. No hay afectos dentro de mí y busco las palabras para decirlos. No hay. La prueba genial de esto es dada por Lacan en el Seminario 1, cuando trabaja El círculo de las Preciosas, y habla de: "me falta la palabra ", Esa expresión está fechada en el siglo XVIII; da el nombre del poeta que acuña la expresión, porque fue un tipo quien la inventó.

Les pregunto: ¿desde que hay significantes es que puede haber lapsus? Sí. Y, ¿en el caso de los sueños? Piensen en los sueños que interpretó el faraón. Hace como cuatro mil años que hay sueños. ¿Y Lapsus del estilo "Signorelli"? ¿Los hay desde Freud, o desde antes? No veo ningún motivo para no suponer que desde siempre. Ahora bien, ¿remitían al inconsciente? No. Porque hasta que no hubo el inconsciente, de Freud, nunca se pudo llevarlos al analista. Así que, no. Eso sí que no. ¿Quiere decir que la gente pudo tener la sensación de que le "faltaba la palabra"? No. Nadie tuvo la sensación de que le faltaba la palabra, hasta que un tipo inventó la frase "me falta la palabra". No se puede creer, pero es así.

O sea, la batería del significante es completa, nadie siente nada que el significante no haya engendrado, por ejemplo, la sensación de que te falta la palabra. Y es genial porque Lacan va adonde te "falta la palabra". Uno podría decir con "tengo la sensación de que me falta la palabra" se trata del fin de análisis, de que es el A barrado. Pero sería un verdadero exceso, es para desconfiar de eso. Uno tiene la sensación, especialmente respecto de la sexualidad y de la muerte, de que "falta la palabra", como es el caso de un velorio en que uno nunca sabe bien qué decir a la persona que sufre la pérdida de alguien querido, o en el caso de que te gusta esa ‘minita’ y no sabés bien cómo decirle lo que querés decirle. Pero solamente "falta la palabra" porque el significante engendró esa expresión. Eso está fechado. Antes de eso, a nadie le faltó la palabra, aunque parezca mentira. Quiere decir que nadie puede tener un afecto como referente, ya que los afectos tienen por referente al significante. Y esto sólo lo saben los psicoanalistas.

Pero cuando ella habla del objeto a como referente, se refiere a otra cosa: en torno a lo cual gira la cadena significante. Es una idea muy primitiva en Lacan, en el Seminario 5 y en el 6, ya está presente. Con lo cual, uno dice que se tiene un referente: el objeto a. El problema es que "objeto a", en sí mismo, no quiere decir nada, es "pas de savoir". Pero es el referente de la cadena significante. Nosotros somos los únicos que sabemos por qué la gente habla. Los lingüistas, en cambio, no saben por qué la gente habla. ¿Por qué? No me van a decir que la gente habla porque suponen que tienen algo para decir. En el 99% de las veces, comprobamos con todos nuestros amigos y seres queridos que la gente habla sin tener nada para decir... ¿Cuántas veces Ustedes tienen algo para decir? ¿Por qué uno habla?, ¿cuál es la causa del hablar?, ¿acaso, conseguir comida? No, la mejor forma de conseguir comida es un palo. Una hembra y comida se consiguen con un palo... Con lo cual, por qué es que se habla tiene una causa. Nosotros tenemos el referente de la causa. Pero no sabemos nada del objeto a —por eso lo llamamos "objeto a". ¿Es el objeto de la pulsión?, ¿el objeto perdido? "Pas de savoir". Está perdido por un hecho de estructura, no por un accidente histórico. Quiere decir que nosotros tenemos el referente pero no sabemos nada de él. Es lo mismo que decir que sabemos cuál es, pero que no sabemos nada de él. A Lacan le gustaba, para estos problemas, utilizar el nombre del libro de Agustín De Cussa, «La Docta Ignorancia», porque de eso se trata. Es un saber, pero que se elucubra, se elabora, se desarrolla en torno a una falta, a una falla del saber.

Entonces, para ir cerrando la clase de hoy, tenemos tres modalidades de práctica para recibir al sujeto sufriente: psicoanálisis, magia y religión. Como son tres modalidades creadas y concebidas para el mismo problema, es concebible que se confundan. Así que, muchas veces los psicoanalistas nos parecemos muchísimo a los curas... Hay que estar siempre alertas a este problema. Y, por otra parte, también, muchas veces nos parecemos a brujos —la eficacia simbólica. ¿No les sorprende? Dicen dos ‘boludeces’ y al paciente se le fue el síntoma... ¡Es como magia! Porque Ustedes no saben nunca. A veces, entienden por qué el paciente empeora, pero el misterio más grande del que nunca, jamás, Ustedes saben, es por qué los pacientes mejoran...

Y el otro referente es la Ciencia para la estructuración de este cuadro que he hecho para Ustedes. Porque nosotros somos herederos de la Ciencia y, por tanto, somos los únicos que tenemos una modalidad específica para operar sobre el sufrimiento que ocasiona la existencia misma de la Ciencia.

Por otra parte, en la magia (iremos rápido para ver si entendemos el cuadrito), se procede según la lógica de que un significante responde a otro significante. O sea, la magia se apoya sobre una verdad de estructura: que el significante responde a otro significante. Por ejemplo, un significante en la naturaleza responde al significante del encantamiento. ¿Qué sería un significante en la naturaleza? La lluvia. Hay gente que le habla a las plantas y dice que las platas crecen mejor y más rápidamente si uno les habla. Pero no conozco a nadie que le hable a las plantas y no las riegue. Si al sembrado de maíz vos le hablás y le hablás, y le hablás sin proveerle de agua... ¿Por qué un hecho de la naturaleza sería un significante?

Intervención: [inaudible].

A.E.: ¿Por ejemplo? ¿Cuál, con cuál? ¿Por qué el trueno es un significante? Hay un relámpago y, si tenés un chico al lado, le decís: "Vas a ver que, ahora, vendrá un trueno", es decir que están asociados por una ley de la naturaleza, no por una ley del significante: la velocidad de la luz es mayor que la del sonido. Entonces, ¿por qué decimos que es significante? Porque, para el ser humano, la lluvia es significante en tanto y en cuanto entra en una serie de oposiciones significantes. Ni más, ni menos que por ello. Y no porque recibe un nombre, ¡cuidado con la nominación! La gallina puede recibir un nombre, pero no es la nominación lo que hace de la lluvia un significante; sino el hecho de que esté en relación significante con otros significantes. ¿Por qué hay un encantamiento para que llueva? ¿Por qué los indios Sioux hacen el baile de la lluvia? Si vos bailás, ¿llueve? Llueve tanto si bailás, como si no bailás. Entonces, ¿qué?, ¿acaso los indios Sioux son lo más ‘boludo’ que hay? ¿Son ‘boludos’ los indios? Ustedes saben que la antropología no acepta "pueblo primitivo". Eso ya desapareció. Quiere decir que la categoría "inferior" no existe más. No es que nosotros sabemos que se juntan las nubes y que por eso llueve. ¿Los indios saben más, o menos que Ustedes? Saben más, saben muchísimo más, saben mucho, mucho más sobre las estrellas y todo eso. Y, ¿por qué bailan? ¿Por qué los indios Sioux quieren que llueva? ¿Para bañarse? Para que crezca el maíz. Es decir que la conexión significante es "lluvia" con "crecimiento del maíz". Ningún animal riega las plantas. Hay, pues, una concatenación entre "lluvia" y "crecimiento del maíz". Entonces, como la lluvia pasa a tener este valor significante, vinculándose a otro significante –por ejemplo, a "crecimiento del maíz", y éste a su vez, con "alimento para nuestros hijos"–, es toda una cadena significante.

La magia pone a trabajar otro significante. La danza, por ejemplo, es una concatenación significante porque el indio sabe que, para él, la lluvia es significante. Pero como se trata del sujeto sufriente, en el caso de la magia, nos hace falta el chamán. ¿Por qué? Vieron que dividí el cuadro en tres, que puse "significante", "asociación significante", y "un significante es lo que representa un sujeto para otro significante". Hace falta, aquí, de este lado, poner "chamán", porque se trata de operar sobre el sufrimiento de un sujeto. Es decir que, si tomás al sujeto como un significante, tendrás que poner del otro lado un sujeto como un significante. Es por eso que el chamán cura con el cuerpo, entra en trance, y tiene que entrar en trance porque el cuerpo debe entrar en el procedimiento simbólico porque se trata de operar en la relación cuerpo-simbólico del lado del sufriente. Es una lógica cerrada.

Pregunta: [inaudible].

A.E.: Sí, pero ¿cómo se utiliza el significante, ahí? ¿Saben Ustedes cómo se llama, en antropología, a que con ciertos pases de plumitas, huesitos y pielcitas, y algunas recitaciones más o menos balbuceadas, se te vaya el dolor de panza, puesto en comparación con el resultado de tomarte veinte gotitas de Paratropina? Lévi-Strauss lo denomina: «eficacia simbólica». Esto es, que la causa es significante pero se considera que el significante es eficaz. En la Ciencia moderna, no. El científico, mediante el significante, intenta que la materia responda. Pero de lo que se trata, para la Ciencia, es de la causa vinculada a la materia, y no al significante. Es por eso que, para los científicos como Mario Bunge, el psicoanalista es un hechicero, porque, efectivamente, nosotros trabajamos con «eficacia simbólica» —bastante misteriosa, por cierto, ya que decimos algo a la gente y se le va el dolor de panza, de cabeza y, a veces, increíblemente, hasta se le va una soriasis, y no por la aplicación de un ungüento. Ven, entonces, el punto de contacto.

El saber queda velado. Y lo de la proyección les propongo dejarlo.

Pasemos, ahora, a la religión. Vieron que la primera definición de magia, que escribí, es ña de "falsa Ciencia". En el primer renglón, intento definir, junto a Lacan, las cuatro modalidades de práctica, en relación con la Ciencia. Entonces, magia será "Ciencia falsa" —es falso que eso sea Ciencia. En cuanto a la religión, entonces: "rebasando o en conflicto de verdad con la Ciencia". Esto es lo que dice todo el mundo, que la religión está más allá de los problemas materiales del científico. Y siempre a ese más allá lo asignamos a Dios. Ese conflicto de verdad con la Ciencia, ¿en dónde estaría? En la causa, y más precisamente, en el origen. Según el calendario hebreo, ¿en qué año estamos? En el año 5756. Es decir que Dios creó el mundo hace 5756 años. La Ciencia dice que el mundo existe desde hace muchísimo más, y que no puede ser que haya sido hace apenas 5756 años. Ése es un conflicto típico. No sé cómo es para la religión cristiana, pero me parece que no da otra fecha, sino que cambia el sistema de cuenta. Así, el Nuevo Testamento no viene a desmentir el Antiguo.

Tomamos la Ciencia como eje de las definiciones. De manera que, tenemos lo que la Ciencia dice que es la magia, lo que la Ciencia dice respecto a lo que es la religión y, finalmente, lo que la Ciencia dice que es el psicoanálisis, a saber, una "paranoia lograda". Mario Bunge dice que los psicoanalistas somos todos locos... Bueno, en realidad, eso no lo dice tanto, pero lo que sí dice es que el psicoanálisis es una locura, una gran locura. ¿Donde se apoyaría la locura?, ¿en qué radica?, ¿cuál sería esa locura? ¿Cuál es la diferencia entre un psiquiatra –que con el médico se hace científico y se vincula al sufrimiento humano– y Ustedes, los psicoanalistas? La diferencia estriba en que los psicoanalistas creemos en la causa de la palabra, mientras que el psiquiatra piensa que la causa de la esquizofrenia es una proteína o una enzima, independientemente de si esa enzima o esa proteína fue descubierta o no, si tiene nombre o no; mientras que nosotros tenemos una teoría que es "puro delirio". Para la Ciencia, el psicoanálisis es un gran delirio.

Estamos definiendo las cuatro prácticas por la relación entre saber y verdad, haciendo eje en la Ciencia.

Hoy nos detendremos aquí. En la próxima reunión, concluiremos con el cuadrito y comenzamos con la segunda o tercera página de «Posición del inconsciente». Traeré entonces la bibliografía para leer "alienación y separación": Hegel y Marx.

Correcciones: Luciano Echagüe

Notas

1 Se emplea habitualmente, en Argentina, «morfar» por "comer".

2 «Gualicho» = "brujería", "sortilegio", "hechizo ", etc.


Ir a la página principal del Programa de Seminarios por Internet de PsicoMundo

Logo PsicoMundo