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Seminario
Sexología
sexologia@edupsi.com
http://www.edupsi.com/sexologia

Organizado por : PsicoMundo

Dictado por :
Lic. Virginia Martínez Verdier y Dr. Carlos Alberto Seglin


Clase 14

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TEMARIO:

TRASTORNOS SEXUALES MASCULINOS

Lic. Virginia Martínez Verdier

INSATISFACCION SEXUAL MASCULINA:

Los varones -presos de su anatomía- tienen un funcionamiento sexual más complicado que las mujeres. Esto los hace más proclives a padecer diferentes perturbaciones en su respuesta sexual (deseo, excitación y orgasmo).

Pero también -presos de la cultura- muchos varones viven su sexualidad atrapada en mitos y prejuicios que limitan su capacidad placentera. Cuando tienen dificultades sexuales, generalmente sienten que su masculinidad está en peligro. La cultura nos fue enseñando que un "verdadero hombre" siempre "debe" funcionar, y bien. Esta creencia está arraigada tanto en varones como en mujeres.

Es importante que el hombre recapacite acerca del lugar que le da a su vivencia real de placer y donde ubica la posibilidad de lograrlo. Los mensajes culturales enseñaron a los varones a remitir su gratificación exclusivamente a sus genitales; de hecho, la erección y la eyaculación pueden acaecer en escasos minutos. Sin embargo, el que un varón eyacule o no, no significa que haya gozado sexualmente. La vivencia de satisfacción es decoficada por el cerebro; como somos seres humanos, un reflejo mecánico que no incluya áreas emocionales reduce el impulso sexual a una descarga meramente higiénica.

Las diferentes piezas del "Rompecabezas sexual" -educación, personalidad, salud física, influencia cultural, relación de pareja, estilo de vida, etc.- van entremezclándose para lograr armarlo con mayor o menor armonía y satisfacción.

Muy sintéticamente, las Disfunciones sexuales masculinas son:

  • voluntariamente cuándo la realizará.
  • alcanzar su orgasmo tarda muchos minutos en hacerlo.
  • Estas dificultades pueden ser de origen orgánico o emocional. Sólo un buen diagnóstico puede determinarlo. Acorde a las causas, los abordajes terapéuticos difieren o se complementan.

    La profundidad de la disfunción depende de si el problema es desde siempre o aparece en determinado momento de la vida, y de si surge en todas las situaciones sexuales o sólo en alguna.

    La posibilidad de solucionar las perturbaciones sexuales a través de un tratamiento específico, está determinada, fundamentalmente, por cada persona, por su búsqueda de integración emocional y por su deseo de cambio y superación.

    AVATARES DE LA DISFUNCION ERECTIVA:

    Comúnmente llamada "impotencia", la disfunción erectiva es la dificultad de mantener la erección genital durante un encuentro sexual. Considerar impotente al hombre que la sufre lo eleva prejuiciosamente, a una falta de potencia en general.

    La capacidad erectiva corresponde a la segunda fase de la respuesta sexual masculina, la excitación. Esta se pone en marcha a través del funcionamiento del sistema circulatorio, el que hace que todo el cuerpo se acalore y sonroje y que llegue sangre a los genitales. De hecho, la erección se produce por la entrada de sangre al pene. Las dificultades erectivas implican que ella no llegue o no se quede todo el tiempo necesario para el realizar el encuentro sexual.

    En estos últimos tiempos esta dificultad sexual masculina ha estado en boca de todos. Muchos se sintieron identificados, otros preocupados por el paso de la edad, otros, simplemente lo tomaron con humor. Casi nadie fue indiferente.

    Es lógico pensar que si así fue es porque las dificultades con la erección son comunes en los intentos sexuales de los varones, pero también porque saca a la luz el significado individual y social que tiene su permanencia.

    Es habitual que los varones consulten con mayor frecuencia que las mujeres ante sus dificultades sexuales. Podría pensarse que esos varones tienen más problemas sexuales que sus compañeras. Sin embargo, parece ser que ellos se preocupan mucho más. La fisiología y la cultura se asocian en su contra.

    Cuando los varones están deprimidos, estresados, atravesando una crisis, o simplemente, cuando los años pasan y su respuesta sexual fisiológica comienza a enlentecerse, puede sucederles que se descubran "no funcionando" como querrían.

    El tipo de educación recibida, la personalidad, la salud física, la influencia cultural, la relación de pareja, el estilo de vida, entre otras, son diferentes piezas que componen el "rompecabezas sexual personal" y que van entremezclándose para lograr armarlo con mayor o menor armonía y satisfacción.

    Por ejemplo, la mayor edad requiere de estímulos directos sobre el pene para lograr su erección. Muchas parejas se acostumbraron a utilizar conductas sexuales menos activas hacia el varón. Este necesitará cambiar el estilo sexual que tenían. Si ambos se lo permiten observarán conformes que no existía ningún trastorno real.

    En cambio, un varón que ha recibido una educación muy estricta y prohibitiva con respecto a la sexualidad y que se sometió a esas normas, mostrará dificultades para desear sexualmente y/o para mantener una erección. Aunque el deseo es la fase previa a la excitación y no es imprescindible fisiológicamente para que ésta se produzca, muchas veces influye psicológicamente inhibiéndola.

    Lo mismo puede suceder en un vínculo de pareja conflictivo. ¿Cómo desear estar o entrar en contacto corporal con una mujer que no lo conmueve o con la que tiene sentimientos negativos? Ante la intención conciente de acercamiento, las emociones opuestas pueden jugar una mala pasada.

    Cuando el varón se decide a consultar, suele hacerlo a su médico clínico o al urólogo, que si no son especialistas en Sexología pueden intentar tratamientos, finalmente frustrados, sin el conocimiento específico del tema. Otros tratan de tranquilizar a su paciente diciendo: "Ya se le va a pasar", o "Descanse", o "¿Qué quiere?, es la edad". Este consuelo aparente coloca al paciente en el lugar de la resignación y la impotencia -no sólo sexual-, para hacerse cargo de sus problemas. Y la preocupación continúa.

    El diagnóstico de un especialista es el primer paso para volver a recuperar la confianza perdida, ya que permite comprender la particularidad de cada caso y las diferentes posibilidades de solución.

    Las dificultades con la erección, como otras disfunciones sexuales, pueden ser de origen orgánico o emocional. Sólo un buen diagnóstico puede determinarlo. Acorde a las causas, los abordajes terapéuticos difieren o se complementan.

    Para diagnosticar la profundidad de la perturbación es necesario saber si el problema es desde siempre o aparece en determinado momento de la vida, y si surge en todas las situaciones sexuales o sólo en alguna. Esta discriminación es fundamental para establecer el tipo de tratamiento y el pronóstico del trastorno.

    Algunas veces la dificultad sexual que los limita no es tan seria como creen y tiene una solución relativamente rápida. Otras, sólo necesitan revisar su modalidad sexual para que "mágicamente" el problema desaparezca. Otras veces necesitan de un tratamiento más prolongado. Y en otros casos se hace indispensable la solución predominantemente orgánica.

    No existen los tratamientos mágicos. La posibilidad de solucionar la disfunción erectiva con herramientas terapéuticas que apunten a lo orgánico o a lo psicológico y vincular, está determinada fundamentalmente por cada persona, por su búsqueda de integración emocional y por su deseo de cambio y superación.

    El lograr mantener o no una erección no es sinónimo de satisfacción sexual. Para que así sea es necesario que todas las fases de la respuesta sexual estén integradas armónicamente y que las emociones sean coherentes entre sí y con la pareja sexual.

     

    PERTURBACIONES DEL ORGASMO MASCULINO:

    El que un varón eyacule o no, no significa necesariamente que haya gozado sexualmente. Como sucede también en las mujeres, la vivencia de satisfacción es decodificada por el cerebro. Como somos seres humanos, un reflejo mecánico que no incluya á reas emocionales reduce al impulso sexual a una mera descarga de tensión.

    La cultura enseñó a los varones a remitir su gratificación exclusivamente a los genitales. De hecho la erección y la eyaculación pueden suceder en escasos minutos. Las mujeres tardan más tiempo que los varones para alcanzar una excitación adecuada que les permita llegar al orgasmo; más allá  de las cuestiones culturales, esta diferencia temporal se basa en diferencias anatomo-fisiológicas. Es por ello que la capacidad del varón de mantener su excitación durante un tiempo prolongado, disfrutando de la sensibilidad de todo su cuerpo, le permite sostener su propio placer y compartirlo compatibilizándolo con el de su pareja.

    Considerando diversas causas y situaciones particulares en las mujeres con respecto al orgasmo pueden darse dos posibilidades: alcanzarlo o no. En cambio, en los varones se pueden producir una serie de variantes orgásmicas determinadas por causas orgánicas, emocionales, educativas o vinculares.

    Algunos varones operados de próstata pueden perder la capacidad orgánica de expulsar el semen hacia afuera, llevándolo hacia la vejiga (eyaculación retrógrada). Sin embargo, estos varones conservan la sensación orgásmica ya que las contracciones musculares continúan manifestándose, y son ellas las que son decodificadas por el cerebro como placenteras. Puede suceder que, aunque mantengan su capacidad orgásmica, se sientan disminuidos sexualmente porque no se hace evidente su climax al no poder ver su eyaculado. En estos casos la problemática está centrada en los condicionamientos culturales o la personalidad del sujeto por valorar lo evidente antes que lo realmente sentido. La consecuencia orgánica de esta dificultad es la pérdida de la capacidad reproductora.

    Algunos varones -estadísticamente muy pocos- eyaculan débilmente, sin fuerza, el semen se escurre hacia afuera (anhedonia eyaculatoria o eyaculación sin placer). Esto indica que las contracciones musculares también han sido débiles; aunque logran eyacular, el orgasmo es prácticamente imperceptible, lo cual suele producir sensaciones de frustración e insatisfacción. Estos episodios pueden remitirse a dos causas: debilidad de la tonicidad muscular genital o motivaciones emocionales (inhibición, miedos o prejuicios ante la sexualidad y/o dificultades de pareja).

    Otros varones suelen mantener un control muy estricto de su orgasmo, lo cual puede resultar que, aunque mantengan un ritmo y un estímulo adecuado, tarden muchos minutos en eyacular (más de 30 minutos) no por decisión de controlar, o en casos extremos no lograr hacerlo (eyaculación retardada y aneyaculación respectivamente). Esta dificultad tiene su paralelo en la anorgasmia femenina. Sus causas son exclusivamente psicológicas. Suelen ser hombres muy rígidos e hipercontrolados en la expresión de sus emociones; sienten que el descontrol puede ser peligroso para la integridad de su persona. Generalmente han sufrido de una educación muy estricta, la cual los inhibió afectivamente. Estos varones suelen llevar una vida sexual conflictiva, ya que el temor de repetir la frustración puede llevarlos a inhibir su deseo sexual y/o a perder su capacidad erectiva. Así mismo, un mal vínculo con su pareja puede incrementar la dificultad.

    En la eyaculación precoz la denominación "precoz" se debe a que los varones que la padecen suelen eyacular rápidamente. Algunos cuando intentan penetrar a su pareja, otros luego de los primeros movimientos dentro de la vagina.

    La eyaculación precoz es considerada una dificultad desde hace pocas décadas, cuando se comenzó a dar importancia al placer femenino. Anteriormente era bien visto por las mujeres que sentían la sexualidad como una obligación conyugal, que su marido eyaculara rápido para terminar pronto con una situación desagradable. Cuando las mujeres desean compartir el placer con su pareja, el hecho de que el varón no pueda sostener la relación coital se convierte en un conflicto.

    Esta dificultad en principio parece perturbar solamente el placer femenino, sin embargo, el varón se pierde la posibilidad de sentir altos niveles de excitación, por lo cual su vivencia de placer est  limitada.

    Suele suceder que los varones comiencen a vivir su eyaculación precoz como un problema luego de los cuarenta años. Durante la juventud, el varón puede, fisiológicamente, volver a tener una erección en pocos minutos; esta facilidad le permite reparar su primera eyaculación rá pida con un segundo intento. Pero, con el paso de los años, la capacidad de tener una erección inmediata se va prolongando y allí el varón se encuentra con el conflicto de querer y no poder.

    La dificultad de la eyaculación precoz reside específicamente en la incapacidad del varón para controlar voluntariamente el reflejo de su eyaculación y en no tener plena conciencia de las sensaciones previas al orgasmo. Los varones pueden aprender, y de hecho muchos lo hacen, a controlar su eyaculación. Generalmente este aprendizaje lo realizan durante la adolescencia para sostener el placer.

    A los varones con eyaculación precoz se les escapa el semen. Un paralelo gráfico sería que "se hace pis encima". Los seres humanos aprendemos a partir del año y medio de edad a controlar nuestros esfínteres; podemos tener ganas de "hacer pis o caca" y podemos esperar, no nos hacemos encima. Con respecto al eyaculador precoz le pasaría que se hace encima, ya que no puede esperar, no puede controlar y decidir cuando eyacula porque no aprendió a hacerlo.

    Estos varones suelen ser personas muy ansiosas, en movimiento constante, no pueden quedarse mucho tiempo quietos, todo lo hacen rá pido, comer, trabajar, etc. También han vivido su sexualidad adolescente con ansiedad y apuro por no ser vistos al masturbarse o por haber iniciado su vida sexual activa con prostitutas que los apuraban. Suelen ser personas que se angustian ante altos niveles de excitación y eyaculan rápido para desembarazarse de la angustia.

    La relación de pareja también influye en esta dificultad sexual. La mujer puede tener una actitud denigrante con respecto al desempeño de su marido (recordemos la película "Las puertitas del Sr. López"), o haber hostilidad entre ambos o dificultades en la intimidad en general. Las desavenencias conyugales pueden ser causa de diversas dificultades sexuales, no sólo de la eyaculación precoz. La elección inconsciente de uno u otro síntoma sexual depender  de la estructura de personalidad y de la historia personal.

    Aclaremos que las situaciones de abstinencia sexual suelen llevar a eyacular precozmente aunque el varón sepa controlarse. Así mismo puede suceder con una nueva pareja sexual, debido a la ansiedad y la falta de conocimiento y ajuste entre ambos.

    Las causas de la eyaculación precoz son generalmente emocionales, fundamentalmente por ansiedad y por un mal aprendizaje.

    Esta disfunción sexual es fácilmente tratable mediante la terapia sexual y su porcentaje de solución es alto (90 %).

    Recordemos que en todas las dificultades sexuales, para establecer un pronóstico de solución del problema es necesario evaluar si la disfunción es primaria (desde siempre) o secundaria (aparece en determinado momento de la vida), generalizada (en todas las situaciones sexuales) o situacional (en determinadas situaciones sexuales). Los problemas primarios y generalizados son más difíciles de solucionar que los secundarios y situacionales. Sin embargo, la posibilidad real de solución está determinada por cada persona, por su deseo de cambio y superación.

    A modo de sugerencia, y con la finalidad de descentrar el concepto de placer de lo exclusivamente genital les propongo - a ambos sexos- que intenten aumentar los niveles de percepción de los estímulos agradables que llegan a sus sentidos: un aroma especial, el sabor de una comida, un roce casual, los sonidos armónicos y las imágenes atractivas. Traten de oler, saborear, tactar, oír y ver con intensidad: se sorprenderán gratamente.

     

    STRESS: EL ENEMIGO SEXUAL:

    "Stress", palabra muy difundida en este final de milenio; y, fundamentalmente, síndrome muy sufrido por un gran número de personas.

    El stress es un conjunto de alteraciones biológicas y psíquicas provocadas por diversas agresiones sobre una persona. Ante un ataque, el organismo reacciona para defenderse; si el estímulo agresivo es muy largo, se puede producir  agotamiento. Este cansancio extremo es el stress.

    La sexualidad es una energía que nos energía conecta con el placer de hacer cosas que nos gustan: deportes, paseos, hobbies, y también hacer el amor.

    Cuando nuestro organismo está atravesando situaciones de agotamiento, esa energía disponible para el placer debe ser utilizada para reponer las fuerzas de sobrevivencia cotidiana. Por lo cual, sólo queda como forma posible de vida, el cumplimiento de las obligaciones. El disfrute desaparece.

    ¿Qué‚ situaciones llevan al stress? Suele creerse que, fundamentalmente, las razones laborales (exceso, tensiones, competencia, miedo a perder el trabajo, pérdida efectiva del trabajo, etc.). Sin embargo, las relaciones sociales, familiares o de pareja con alto grado de conflicto, perturban el equilibrio emocional, y, finalmente, este desequilibrio llega a manifestarse en síntomas orgánicos.

    Con respecto a la sexualidad, una persona stressada no disfruta de su sexualidad ni puede hacer disfrutar a su pareja. La Respuesta Sexual (deseo, excitación y orgasmo) suele interferirse. La ausencia de deseo es el trastorno sexual más frecuente que resulta del stress. Desaparecen "las ganas". Si igualmente la persona se obliga a "cumplir con el débito conyugal", es probable que aparezca la dificultad para excitarse. Aunque sucede en ambos sexos, en el varón se hace evidente ya que tendrá dificultades para lograr una erección completa. También el orgasmo puede empezar a desaparecer.

    Cuando un trastorno sexual se va instalando en los encuentros sexuales de la pareja, comienza a estructurarse un círculo vicioso que produce, a su vez, insatisfacción, frustración y aumento del stress.

    Algunas personas en estado de agotamiento psicofísico, tienden a negar este agotamiento y se muestran hiperactivas en su vida diaria. Suelen usar los momentos sexuales para descargar mecánicamente tensiones y ansiedades; no registran concientemente la insatisfacción, pero sí lo hace su organismo que suele reaccionar a través de diferentes síntomas psicosomáticos: cardíacos, digestivos, alérgicos, sexuales, etc.

    Existen situaciones críticas cuya solución depende de la persona que las sufre; otras, cuya solución depende del paso del tiempo; otras, cuya solución depende de otros; y otras que son irresolubles.

    El primer paso para comenzar a solucionarlas es tomar conciencia de ellas y de su influencia negativa sobre la vida personal y la salud; organizar estrategias concientes de lucha; y pedir ayuda. Una mano amiga, una oreja, un hombro donde poder llorar, hacen milagros.

     

    DISFUNCIONES SEXUALES MASCULINAS DE CAUSA ORGÁNICA

    Dr. Carlos A. Seglin

    Uno de los puntos de discrepancia entre los terapeutas sexuales y los médicos dedicados al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas es el porcentaje de disfunciones debidas a etiología orgánica. Claro está que cada quien trata de "llevar agua para su molino" y a veces esta actitud no permite un adecuado diagnóstico y tratamiento de la disfunción.

    Un colega, médico especialista en urología, frente a este tema se pronuncia de la siguiente forma:" todas las disfunciones sexuales masculinas tienen un compromiso emocional, algunas de ellas tienen además un sustrato orgánico".

    Creo que la observación es acertada, ya que el varón que presenta una disfunción, aún de causa claramente orgánica sufre un impacto emocional que no puede soslayarse.

    Aunque nuestro campo de trabajo sea la tarea psicoterapéutica en general, o sobre las disfunciones sexuales en particular no podemos dejar de conocer que existen múltiples situaciones clínicas que alteran la respuesta sexual desde su fisiología. Tenemos la obligación ética de pedir la interconsulta en el momento oportuno y saber nuestra función, los límites de la clínica y ubicarnos en el eje del tratamiento o acompañar adecuadamente los avatares "del cuerpo".

    La respuesta sexual masculina puede verse afectada en sus diferente etapas y a modo de ordenamiento seguiremos, al igual que con las disfunciones femeninas de causa orgánica la secuencia de la respuesta sexual humana: deseo, excitación, meseta, eyaculación- orgasmo, y resolución.

    ETAPA DEL DESEO:

    Recordemos que el deseo sexual está modulado por los niveles de testosterona. Por ende las alteraciones endocrinológicas que disminuyan la testosterona tendrán su repercusión en el impulso sexual.

    El aumento de la secreción de prolactina ( hormona producida en la glándula hipófisis, en la base del cerebro) compite con la testosterona. Este aumento de prolactina puede deberse a stress emocional crónico, tumores secretores de prolactina o utilización de diversos fármacos: antieméticos, antiparkinsonianos, neurolépticos.

    La secreción de testosterona se mantiene en el varón adulto disminuyendo luego de los sesenta años. La castración (por ejemplo debida a accidentes o cirugia de tumor testicular) y la llamada "castración química" (medicación antiandrógena utilizada en el tratamiento del carcinoma prostático) anulan la circulación de testosterona testicular. Los niveles de testosterona producida por las glándulas suprarrenales alcanzan para mantener las funciones vitales pero el componente biológico del deseo sexual se verá disminuido.

    En la cirrosis hepática (sea de etiología alcohólica o no) se produce un deterioro en la capacidad de metabolizar los estrógenos que naturalmente produce aunque en pequeña cantidad el hombre. Así el efecto de acumulación de éstos también inhibe la secreción de testosterona.

     

    ETAPA DE EXCITACIÓN

    La respuesta fisiológica al estímulo sexual durante la etapa de excitación se manifiesta por la tumefacción de los cuerpos cavernosos del pene. estas estrucutras requieren de una adecuada circulación arterial para lograr la erección. La patología arterial es mayor en varones. El tabaquismo y la hipercolesterolemia, factores predisponente a los transtornos de la microcirculación arterial y capilar son de mayor envergadura en la población masculina.

    La diabetes insulinodependiente, de larga evolución y mal controlada puede disminuir la capacidad de excitación ,ya que provoca alteraciones en el trofismo de los nervios periféricos (polineuropatía diabética). Al alterar la capacidad de percibir el estímulo sexoerótico la respuesta excitatoria será menor. Dado que esta enfermedad afecta además la microcirculación afecta ambos aspectos de la fisiología de la erección el sistema nervioso y el vasvcular.

    Al igual que en la mujer la esclerosis múltiple puede afectar el mecanismo de la erección aún antes de presentar otras manifestaciones en el sistema nervioso.

    El alcoholismo crónico afecta al sistema nervioso periférico (polineuropatía alcohólica). En consecuencia disminuye la capacidad de responder al estímulo erótico mediante una erección.

    Las infecciones localizadas en el pene son evidentes aún para el paciente y si aparece dolor durante la erección o al intentar el coito es posible que la erección se pierda. Las infecciones de la uretra no suelen alterar la etapa de excitación, aunque si producirán dolor eyaculatorio.

    Cabe mencionar que la estrechez del prepucio (fimosis) puede producir una disfunción erectiva durante la etapa de excitación a partir del dolor que la misma produce en estos casos. Lo mismo ocurre cuando el frenillo peneano es largo y "tironea" del glande durante la erección.

    Otra patología a tener en cuenta que interfiere con la erección es la enfermedad de La Peyronie. Esta es un proceso inflamatorio que afecta el cuerpo del pene, produciendo placas inflamatorias y luego fibrosas (cicatrizales) .

    El mecanismo de producción no está claramente comprendido pero pareciera que los microtraumatismos repetidos sobre el cuerpo del pene (tales como intentar coitos vigorosos en estado de semierección) podrían determinar y/o agravar las lesiones. La consecuencia es la aparición de una "placa" de tejido duro, dolorosa en el momento de la erección. Es el dolor el factor que limita la erección.

    ETAPA DE MESETA

    Al igual que en la mujer, para poder mantener la fase de meseta el varón necesita una aptitud cardiorrespiratoria como para tolerar un esfuerzo moderado. Se acepta que un varón que puede subir dos o tres pisos por escalera sin presentar fatiga acentuada puede asumir el gasto cardriorrespiratorio que implica un coito.

    Las secuelas de infarto agudo de miocardio, las cardiopatías degenerativas, las insuficiencias valvulares son algunas de las causas más comunes de incapacidad para afrontar la etapa de meseta.

    A veces aparece la disfunción erectiva frente a los primeros síntomas de fatiga, o bien como conducta evitativa que inconcientemente protege frente al temor de un empeoramiento cardíaco. La aparición de extrasístoles (latidos cardíacos fuera del ritmo) si son frecuentes pueden alterar esta etapa por la sensación penosa que la persona percibe.

    El asma, en su momento de crisis aguda dificulta la entrada y salida de aire en los pulmones, con el consiguiente déficit en la oxigenación. El trabajo muscular que se produce durante el encuentro sexual aumenta la demanda de oxígeno. La sensación penosa que aparece por la obstrucción bronquial (disnea) desalienta la prosecusión del acto.

    Todas las causas ya mencionadas que afectan la etapa de excitación también impedirán una buena evolución de la etapa de meseta, ya que para mantener la erección es necesario un equilibrio dinámico entre la entrada y la salida se sangre de los cuerpos cavernosos.

    Si el flujo de entrada arterial disminuye no alcanzará para mantener comprimido el sistema venoso de drenaje y la sangre circulará libremente, perdiéndose la erección completa. La indemnidad de este sistema de drenaje venoso es necesario para mantener la erección.

    Las lesiones traumáticas que producen "cortocircuitos" entre el sistema arterial y el venoso (técnicamente se llaman shunts arteriovenosos) alteran este mecanismo vascular y dificultan o impiden la erección.

    Hace algunos años se le daba importancia a lo que se llamaba "fuga venosa" una patología que en realidad no siempre es demostrada categóricamente. Esto ha dado origen a intentos de solución quirúrgica o mediante esclerosis de las venas del drenaje de la circulación peneana, con regulares resultados. De hecho el stress emocional (tanto frente a la situación sexual, como a la evaluación médica) producen una "fuga venosa funcional" sin que medie lesión orgánica.

    Las lesiones del sistema nervioso periférico secuelas de traumatismos, cirugías de próstata, vías urinarias o rectales también alterarán la erección, ya sea actuando sobre el componente sensitivo como sobre las vías que regulan la circulación arterial.

    ETAPA DEL ORGASMO Y RESOLUCIÓN

    También en el varón las enfermedades del sistema nervioso central o periférico, por ejemplo enfermedades desmielinizantes (esclerosis múltiple), metabólicas (polineuropatía diabética , carencial o alcohólica), traumáticas (hernias de disco vertebral,lesiones medulares, secuelas de cirugías oncológicas), impedirán la aparición del reflejo orgásmico y/o su percepción conciente, si afectan estructuras vinculadas al mismo.Solamente con una adecuada evaluación neurológica se puede tener una dimensión de su repercusión.

    Las enfermedades infecciosas de la uretra y la próstata producen una sensación dolorosa durante la eyaculación.El reflejo eyaculatorio se producirá, pero la sensación placentera del orgasmo se verá interferida.

    Es interesante comentar un sindrome de aparición ocasional pero de importancia porque no debe ser confundido con enfermedades infecciosas de la vía genitourinaria. Es el "sindrome de dolor post-eyaculatorio". Los varones que lo padecen refieren dolor de distinto tipo e intensidad, que aparece inmediatamente luego de la eyaculación. Puede durar segundos u horas y ser leve o insoportable. Es necesario descartar patología inflamatoria o infecciosa de la vía urinaria. El dolor no se relaciona con la micción, sino solamente con la eyaculación .

     

    FARMACOLOGÍA Y RESPUESTA SEXUAL

    Los antiandrógenos que se utilizan como tratamiento complementario del cáncer de próstata inhiben el deseo sexual por inhibición de la secreción de testosterona.

    Medicaciones de uso frecuente para modular los transtornos digestivos funcionales (metoclopramida, sulpirida) aumentan los niveles de prolactina,con su consecuencia sobre el deseo.

    Los betabloqueantes (propanolol), utilizados en el tratamiento de la hipertensión, alteran la respuesta vasocongestiva al estímulo erótico, alterando la excitación y la meseta.

    Los neurolépticos sedativos y los antipsicóticos interfieren con la respuesta sexual en sus distintas fases. Todos en general y la tioridazida en particular alteran la fase del orgasmo, inhibiendo las sensaciones orgásmicas o produciendo una eyaculación nula o retrógrada (hacia la vejiga)

    Los antidepresivos retardan y aún inhiben la respuesta orgásmica. Esto no sólo ocurre con los tradicionales, sino que aparece también al utilizar los modernos ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Además producen una inhibición del deseo sexual,(muy acentuada con el uso de fluoxetina)

    Estos efectos no están presentes en todas las personas,y su aparición e intensidad se deben a múltiples factores: edad. predisposición, sensibilidad particular al fármaco, efecto "placebo negativo" (la aprensión del paciente frente al uso del fármaco).

    Conclusión: frente a un paciente varón que presenta una disfunción sexual es importante descartar la presencia de factores orgánicos que determinen o potencien la disfunción.

    Más allá de la lectura psicodinámica o relacional que podamos construir sobre la dinsfunción no descartar factores orgánicos (incluso claro está los debidos a tratamientos psicofarmacológicos) resta al paciente la posibilidad de encontrar una alternativa terapéutica eficaz. Debemos considerar también la evaluación clínica en un paciente que ve agravada su disfunción durante su tratamiento psicoterapéutico, para descartar una enfermedad con compromiso orgánico.

     

    FOBIAS SEXUALES

    Lic. Virginia Martínez Verdier

    Helen Kaplan notó que casos de disfunciones sexuales aparentemente sencillas de resolver con terapia sexual, no respondían a ella. Descartando los diversos motivos por los cuales esto puede suceder, descubrió que entre ellos existe uno que denominó fobia sexual.

    La fobia sexual, como toda fobia, es el miedo irracional a un objeto o situación, en este caso, a situaciones sexuales. Puede manifestarse con diversos grados de profundidad. Desde una simple difunción sexual, como falta de deseo o dificultades con la excitación, hasta dificultades en el acercamiento a los otros como objetos sexuales, con timidez extrema, incapacidad de seducir o ser seducido (dificultades del cortejo) o los síntomas histéricos de acercamiento-rechazo.

    Este tipo de trastornos requieren de tratamientos especiales que incluyen técnicas para trabajar las fobias además de las habituales de la terapia sexual.

     

    BIBLIOGRAFIA

    - Consejo Nacional de Población. "Antología de la Sexualidad Humana". Tomos I, II y III. Miguel Angel Porrúa Grupo Edit. México. 1994.

    - Flores Colombino, Andr‚s. "Colección Cuadernos de Sexología". Nro. 1 a 12. Ed. Dismar. Montevideo. 1991.

    - Giraldo Neyra, Octavio. "Explorando las sexualidades humanas". Ed. Trilla. Bs.As. 1983.

    - Kaplan, Helen. "El sentido del sexo." Ed. Grijalbo. Barcelona. 1981.

    - Kaplan, Helen. Manual diagnóstico de los trastornos sexuales. Ed. Grijalbo. Barcelona. 1985.

    - Mc Cary. "Manual de Sexualidad Humana". Manual Moderno. México. 1987.

    - Masters, W. y Johnson, V. "La respuesta sexual humana". Ed. Intermédica. Bs.As. 1978.

    - Masters, W., Johnson, V. Y Kolodny, A. "La sexualidad humana". Ed. Grijalbo. Barcelona. 1987.

    TAREAS

    1.- Averigue qué lugares de lucha y defensa de las minorías sexuales existen en su región.

    2.- Consiga material de divulgación, investigación, etc. de esas Instituciones.

    3.- Léalo y saque sus conclusiones. Envíe un comentario a los docentes.

     

    NOS LEEMOS EN LA PROXIMA. HASTA ENTONCES.


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