Seminario
Sexología
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Organizado por : PsicoMundo
Dictado por
:
Lic. Virginia Martínez Verdier y Dr. Carlos Alberto Seglin
Clase 16
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Temario:
- Homosexualidad. Dr. Carlos A. Seglin
- Ninguna perversión. Lic. Virginia Martínez Verdier
- El mito de la penetración. Lic. Virginia Martínez Verdier
- Reflexión de una participante del Seminario
HOMOSEXUALIDAD
Dr. Carlos A. Seglin
"Estimada señora X:
Colijo de su carta que su hijo es homosexual. Me ha impresionado hondamente el hecho de que usted no mencione este término en su información acerca de él. ¿Puedo preguntarle por qué lo evita?. La homosexualidad no es seguramente una ventaja, pero no es nada de que haya que avergonzarse, no es vicio, ni degradación, ni se la puede clasificar como enfermedad............es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como si fuera un crimen y es también crueldad.........."
Fragmentos de la Carta a la madre de un homosexual norteamericano.
Sigmund Freud
Durante el siglo XIX la Psiquiatría ocupó en las sociedades occidentales el lugar que anteriormente tuviera la Iglesia, es decir, normatizar y reglamentar sobre lo "normal" y lo "anormal".
Uno de los puntos a reglar fue la sexualidad, y en especial la orientación hacia dónde esa sexualidad se dirigía. Lo que para la legislación penal era una práctica (la sodomía), para la psiquiatría fue entonces una categoría de persona: el homosexual.
Así el discurso psiquiátrico decimonónico osciló entre una actitud represiva, vigilante y punitiva, por un lado, y por el otro un papel liberador al iniciar una discusión científica sobre el tema.
El puntapié inicial para la investigación científica de la homosexualidad fue dado en Alemania donde algunos doctores (muchos de ellos homosexuales) intentaron que se quitara del código penal la tipificación de delito para las prácticas homosexuales entre hombres.
En una carta al Ministro de Justicia de Hannover el médico húngaro K.M. Benkert utiliza por primera vez el término "homosexual".
LA TESIS DEL URANIO
Benkert había tomado la tesis de que la "homosexualidad" era una entidad aparte de otro médico alemán: Karl Heinrich Ulrichs. Entre 1864 y 1879 Ulrichs publicó doce volúmenes sobre la homosexualidad.
Para él el homosexual constituía un "tercer sexo" "Urning" o "uranio" en idioma español.
Lo entendía como una persona en la que el alma femenina habitaba un cuerpo masculino. Su premisa era que se debía a una anomalía congénita., un error de la naturaleza, por lo cual no debía ser perseguido, ni discriminado.
No aceptaba además que hubiese diferencias entre homosexuales en cuanto abuso sexual de menores, violencia sexual o enfermedad mental. Solamente describía la mayor incidencia de suicidios entre los "uranios", pero esto debido a la homofobia y a la persecución.
Ulrichs ya distinguía entre sexo, género y práctica sexual, teoría que ha resurgido en este siglo con los sociobiólogos.
¿COMPRENSIÓN O DISCRIMINACIÓN?
Magnus Hisrchfeld se convertiría en el promotor de la liberación homosexual en Alemania, creando el Comité Científico Humanitario. Conceptualizaba al homosexual como un ser en estado intermedio (Zwischenstufen) tanto en lo físico como en lo psíquico, suponiendo una etiología hormonal.
En 1919 funda el Instituto de la Ciencia Sexual, el primero para el estudio científico de la sexualidad humana.
Pronto aparecieron dos tendencias claramente diferentes, la corriente que consideraba a la homosexualaidad como una condición patológica que necesitaba tratamiento psiquiátrico (Richard von Krafft-Ebin) y la que entendía a la homosexualidad como una anomalía sin mayores consecuencias para la personalidad del individuo, y cuya curación era innecesaria o imposible (Havelock Ellis).
Este sexólogo inglés desafió el estereotipo de los homosexuales, negando que la mayoría de los homosexuales masculinos fuesen afeminados. Afirmó además que no imitaban el estereotipo de la relación heterosexual con los roles activo-pasivo. Desde su Instituto Británico para el Estudio de la Psicología Sexual emprendió una campaña a favor de la liberación gay.
En el polo opuesto , el alemán Richard von Krafft Ebin, discípulo de Ulrichs, promovió la tesis de que toda actividad sexual no procreadora era una perversión con consecuencias desastrosas. En su obra magna "Psycopathia Sexualis" opinó que la génesis de la homosexualidad era el resultado de un patrimonio genético más el producto de un medio ambiente determinado. Esta combinación llevaba a una degeneración del sistema nervioso. Aunque opinaba que era injusto perseguirlos los colocaba en la categoría de insanos que debían ser internados. Más moderado Westphal la denominó "deseo sexual contrario" y opinaba que podía tratarse en forma ambulatoria.
Jean Marie Charcot, director del Hospital Salpetriere concluyó en que era de carácter hereditario y que era imposible curarla con la hipnosis. Paul Moreau .la categorizó como una debilidad constitucional que podía formarse por un medio adverso o por la masturbación. Los ubicó en un estado intermedio entre la razón y la locura, con riesgo de terminar esquizofrénicos.
Hasta la abogacía participó de este debate. César Lombroso, abogado criminalista italiano la conceptualizó como una regresión a los estados primitivos del hombre, una falla en el proceso de civilización del niño.
La discusión prefreudiana se centró en el carácter hereditario.La teoría constitucional de la homosexualidad fue utilizada para atacar el discurso punitivo y las condenas penales: no debía castigarse como un crimen algo que estaba más allá de la volición de los individuos.
FREUD
El padre de la psicología dió origen a las tesis modernas sobre la homosexualidad.
Si bien la incluyó entre las perversiones no está demás recordar que este término no incluía un concepto valorativo y que no las entendía como síntoma de un carácter patológico o degenerativo. Interpretaba que éstas formaban parte de la constitución considerada como normal y que estaban en la esencia innata de todos los hombres, siendo de intensidad variable, y que podía acrecentarse además por influencias exteriores.
Conceptualizó a la bisexualidad como una disposición originaria, presente en todos los individuos.
A diferencia de sus predecesores no creía en un impulso innato que conduciera hacia la heterosexualidad. La normalidad era para él la norma o sea el patrón más común del desarrollo, no necesariamente vinculado con la salud. La unificación de los instintos "perversos" y la "normalidad" son a su juicio el esfuerzo que hacemos al entrar en la sociedad humana. La presión cultural es el instrumento para dar lugar a la monosexualidad y particularmente a la heterosexualidad.
Para Freud la heterosexualidad estaba relacionada con la resolución del Complejo de Edipo (nombre tomado de la obra de Sofocles Edipo Rey). El deseo por la madre, reprimido por el temor a la castración, se reprimirá durante la etapa de latencia, volviendo a hacerse presente en la pubertad, desplazado hacia las otras mujeres.
No siempre esta resolución sería hacia la heterosexualidad. Esto estaría causado por:
a - la constitución inicial dependiendo del balance entre las tendencias masculinas y femeninas, en la ya bisexualidad original.
b- constitución narcisista versus anaclítica. De predominar la constitución objetal sería más difícil que el niño abandone a su objeto de deseo (madre) para conservar su pene y su yo (narcisismo). Todas las alternativas homosexuales son narcisistas. Las anaclíticas pueden ser homo u heterosexuales. según el objeto de amor sea el padre o la madre.La madre a su vez puede constituirse en objeto de amor en su forma "fálica" o "castrada".
c - Objeto del deseo. Existen tres posibilidades de atracción sexual : el yo, la madre o el padre. Si el niño escoge a su madre hará una elección heterosexual, si al padre, homosexual. Sin embargo puede escoger a la madre y proyectar su yo a otros hombres como objetos sexuales, dando una resolución homosexual.
d - pasividad versus actividad se da según el momento en que se da la identificación con la madre. si lo hace antes de descubrir que la madre está castrada será activa y agresiva, si lo hace luego de darse cuenta de la falta del pene será pasiva y femenina.
De la combinación de estos factores resultarán las diversas posibillidades de resolución.
No hay en Freud una teoría desarrollada acerca de la génesis de la homosexualidad. Postuló una serie de posibilidades basadas en "fallas" en el proceso de desarrollo vinculadas con la fase edípica.
Ronald Bayer resume en seis las teorías freudianas sobre la homosexualidad.
1 - apego del niño por sus genitales como fuente de placer.
2 - la frustración profunda que se experimenta en la fase edípica en aquellos niños que desarrollan un vínculo especialmente intenso con sus madres. En la pubertad en vez de renunciar a su madre se indentifican con ella, se transforma en ella y busca objetos suceptibles a reemplazar a su propio yo a los que amar y cuidar.
3 - casos combinados entre fijación anal y vinculación estrecha con la madre. Desearían disfrutar el sexo como ella lo hace, constituyéndose el padre como objeto amoroso.
4 - ausencia de la madre por ausencia de ésta el niño podría desarrollar un vínculo muy fuerte con el padre u otro adulto varón, buscando luego a otros varones para recrear la primer experiencia amorosa.
5 - miedo a la cólera sucitada por los deseos edípicos.Frente al temor excesivo de ser castigado por el padre el niño abandona a la madre y a todos los objetos femeninos. La homosexualidad aliviaría así el temor a la castración.
6 - odio hacia el hermano . En cuanto el hermano menor trasformaría el odio hacia el mayor al sentir que ambos desean a su madre, en amor homosexual hacia el hermano.
LA TESIS DE LA ENFERMEDAD
Luego de Freud el discurso psiquiátrico sobre la homosexualidad sufriría varias modificaciones. La tesis de que la homosexualidad era una parte intrínseca de la psique individual , intermedia en el desarrollo hacia la heterosexualidad era demasiado revolucionaria y liberal para la psiquiatría decimonónica. Muchos psiquiatras y psicoanalistas neo-freudianos comenzaron a postular que la homosexualidad constituía una psicopatología que necesitaba tratamiento.
Después de la Segunda Guerra Mundial se elaboraron técnicas de modificación de la conducta para "curar" la homosexualidad. Nuevas formas de tortura moderna, según Thomas Szass.
Durante la década del 50 la psiquiatría en EEUU colaboró con el macartismo al considerar a los homosexuales como "enfermos mentales", convirtiéndose en una fuerza de control social.
La escuela de la psicopatología fue sostenida entre otros por Sandor Ferenczi, amigo y discípulo de Freud. Consideraba a la homosexualidad como un síntoma mediante el cual aparecían los más diversos trastornos psíquicos. Distinguía dos clases de homosexualidad:activa y pasiva. El homosexual pasivo era según su teoría un verdadero invertido en su propio ego. Entendía que realizaban un Complejo de Edipo invertido que lo hacía sentirse como su madre y desear ocupar su lugar.
En cambio al homosexual activo lo consideraba como un hombre en todos sus aspectos, solamente que había cambiado su objeto de deseo, por una represión debida a un severo castigo de sus padres cuando experimentaba heterosexualmente en forma precoz. Lo entendía como una huída neurótica de las mujeres.
Para Clara Thompson, una de sus seguidoras, la heterosexualidad era biológicamente superior y el síntoma homosexual podía expresar miedo a la responsabilidad adulta, necesidad de desafiar la autoridad, un síntoma de autodestruccción, etc.
Distintoa psicoanalistas han teorizado sobre la génesis de la homosexualidad. Para M.Klein la fase oral es la determinante de la homosexualidad, y no la edípica.
En el decenio de 1940 Sandor Rado promueve la teoría adaptativa. Con ella los intentos de "curar" la homosexualidad cobraron auge. Según esta teoría la conducta psicológica es la resultante entre dos fuerzas: Las necesidades del individuo y las demandas de la sociedad. El individuo desarrolla entonces una "adaptación" al medio social tratando a su vez de asegurar su supervivencia y satisfacer sus necesidades. Propone que la herencia biológica ha sido desplazada en los seres humanos por la cultura.
Basado en el dimorfismo de los órganos genitales la superioridad y naturalidad de la heterosexualidad, no existiendo el deseo orgásmico innato del propio sexo.
En los años 50 Bieber realiza un estudio que incluye a 77 psiquiatras que dieron información de 106 pacientes homosexuales y 100 heterosexuales. No se propuso determinar si la homosexualidad era patológica, ya que la asumía como tal, sino comprender los factores etiológicos. Desarolla un modelo de familia homosexual que incluye una madre dominante y castrante, minusvalorizadora del padre quien es a su vez hostil y distante. Este patrón clásico formaría la homosexualidad durante la fase edípica.
Charles Socárides (Universidad de Columbia EEUU) ganó prestigio entre 1960 y 1970. Consideró que tanto la homo como la heterosexualidad eran conductas aprendidas, entendiendo la homosexualidad como una perturbación del desarrollo normal explicable por miedos infantiles masivos. Su mayor aporte fue señalar que estos miedos operan previamente a la fase edípica. El fracaso de establecer una identidad propia antes de los tres años tiene según socárides consecuencias nefastas. Concluye que al ser preedípica es más patológica y que el homosexual busca en esto evitar el atrapamiento de la madre y obtener una inyección de masculinidad por medio del acto homosexual. Era muy optimista con respecto a la cura aseverando haber curado a más del 50% de sus pacientes homosexuales.
Lionel Oversey, también de la escuela de Columbia afirmaba que cualquier individuo que no pueda tener sexo heterosexual es un fracasado, neurótico y dependiente.
LA CORRIENTE CONTESTATARIA
La contribución de profesionales de otras disciplinas fue importante para cuestionar la posición de la psiquiatría. Antropólogos como Margared Mead y Bronislaw Malinoswski defendieron la teoría del relativismo cultural que demostraba cómo la conducta sexual no podía ser descontextualizada formando parte de una totalidad social.
A partir de 1950 comienzan las asociaciones de lieración homosexual que se convierten en grupos de presión poítica sobre los psiquiatras. A esta lucha se suma el feminismo en los años 60 enfrentando los estereotipos del sistema patriarcal. Las más radicales proclamaban que el lesbianismo era la praxis política del feminismo.
Desde distintas disciplinas diversos investigadores demostraron su oposición a la tesis de que la homosexualidad constituyese una enfermedad mental.
En 1948, Alfred Kinsey un zoólogo norteamericano realizó un exhaustivo estudio de las prácticas sexuales en su sociedad. Su encuesta distribuida entre miles de individuos sorprendió a los mismos investigadores. Mediante esta encuesta descubrió que el 50% de los hombres no son exclusivamente heterosexuales durante su vida adulta, y que el 37% ha tenido por lo menos alguna experiencia homosexual que lo ha llevado al orgasmo. Opinaba que lo que es estadísticamente normal no podía ser psicológicamente anormal. Consideró que la orientación sexual era aprendida y que la cultura transformaba el potencial sexual indeterminado hacia los fines apropiados.
Formuló que la homosexualidad formaba parte de un "continuum" de la sexualidad humana. Diseñó una escala para categorizar el quantum de homo y heterosexualidad de cada individuo. Esta escala e 0 a 6 permitía ubicar a los individuos en cuanto a su elección sexual desde el 0 (heterosexualidad exclusiva) hasta el 6 (homosexualidad exclusiva). En el grado 3 ubicaba a los bisexuales.
El psicoanálisis y la psiquiatría hicieron caso omiso a las investigaciones de Kinsey y solamente una minoría de investigadores la utilizaron durante los siguientes treinta años.(Weinberg, Williams, Master & Johnson).
Según las investigaciones de Master & Johnson 77% de los homosexuales masculinos y femeninos habían tenido relaciones heterosexuales y el 60% de los homosexuales se ubicarían en la escala 3 de Kinsey.
Ford y Beach también en los años 50 revolucionaron con su análisis de 76 culturas distintas en las que encontraron 64% de ellas en las que existía algún tipo de homosexualidad. Estudiaron también los primates y encontraron que entre ellos existían prácticas en individuos del mismo sexo aún habiendo posibilidad de disponer del sexo opuesto.
Evelyn Hooker demostró a su vez que no había forma de distinguir a individuos hetero u homosexuales mediante test proyectivos tales como Roschach, Maps y Tat.
Thomas Szasz cuestionó el enfoque psiquiátrico y la prerrogativa de categorizar salud y enfermedad mental y la acusó de reemplazar a la Iglesia en su lugar de institución de control social.
Más moderado, Judd Marmor contribuyó a mediar entre los más radicalizados y la psiquiatría oficial. También creyó que la orientación sexual era una conducta aprendida, rechazando la tesis de la bisexualidad constitutiva.
En 1968 Martin Hoffman utiliza por primera vez el término "gay", admitiendo que se refería a una cultura distinta y no solamente a una práctica sexual. Advirtió que los problemas del homosexual no se debían a algo intrínseco de la sexualidad sino a la discriminación social. Aceptó el concepto de que los homosexuales varones son más promiscuos, pero lo atribuyó a una cuestión de género y no de orientación sexual. Al no haber el freno que la mujer impone a la sexualidad más agresiva, objetal y distanciada de los varones la relación entre dos varones potenciaría estas características.
Mientras tanto el movimiento de liberación homosexual boicoteaba desde 1969 las reuniones de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría. Su demanda era sacar del DSM a la homosexualidad como enfermedad mental.. Luego de años de negociaciones en 1973 en Honolulú la convención optó por excluirla de la lista de enfermedades mentales, incluyendo el ítem de "disturbio de la orientación sexual"cuando era egodistónico con el individuo.
LA SOCIOBIOLOGÍA: JOHN MONEY.
Para este carismático investigador del John Hopkins Hospital la orientación sexual es el resultado de una compleja trama de factores biológicos hormonales y culturales (proceso de socialización). Las hormonas predisponen y la cultura determina. En una homología con el lenguaje la orientación sexual y el género son como el lenguaje. Las personas están neurológicamente capacitadas para aprenderlo pero es la sociedad quien lo enseña.
Para Günter Dörner, endocrinólogo de la Universidad de Berlín el hipotálamo femenino difiere del masculino, siendo el hipotálamo de los homosexuales varones similar al femenino.
Para D.F. Swaab (Holanda) es la región supraquiasmática del hipotálamo la que presenta dimormismo sexual.
En 1991 Simón LeVay con un cuestionado trabajo demuestra la diferencia de tamaño del núcleo INAH 3 del hipotálamo entre mujeres y homosexuales varones por un lado y varones heterosexuales por otro.
En 1993 la revista Science publicó un artículo donde se describen marcas genéticas en el cromosoma X (Xq28) que se encontraba en forma significativa en familias con varios individuos gay y con mayor frecuencia en gemelos gay.
Toda esta serie de investigaciones sobre los determinates biológicos retrotrajo el estado de los conceptos a las teorías de Magnus Hirshfeld. El riesgo de estos conceptos es que la homosexualidad siempre se asume como algo inferior adquirida por defecto o falla ya sea genética, congénita, pre o post-natal.
EL CONSTRUCCIONISMO SOCIAL
En la década de los 70 se atacó al determinismo biológico, introduciendo a la cultura en el análisis de las diferencias entre los sexos. La contribución de Michel Foucault al cuestionar la existencia de la homosexualidad como concepto antes del siglo XIX es importante para comprender que estamos ante una construcción histórico social, que categoriza y encasilla lo que anteriormente era una práctica (la sodomía) como atributo de un particular tipo de individuos ( los homosexuales)
Esta categorización de las prácticas sexuales y de los individuos no es aplicable fuera de su contexto histórico y cultural. Es así que los griegos no definían a las personas por su objeto de amor sino por su actitud: activa o pasiva.
Se establece la diferencia entre el comportamiento homosexual (que es universal) y la identidad homosexual (que es una construcción histórico social). Un acto sexual fisicamente idéntico puede tener distinto significado según su contexto social e histórico.
John P. De Cecco de la Universidad de San Francisco cuestiona la viabilidad del término homosexualidad. Sostiene que es necesario "operacionalizar" el término para poder conceptualizar. Así la orientación sexual de una persona estaría definida por la intersección de tres escalas que incluyen lo físico, lo emocional y lo imaginario con todas las posibilidades y entrecruzamientos que esto propone.
Este nuevo modelo trasciende las divisiones actuales de la sexualidad humana, basadas en una división arbitraria impuestas en el siglo pasado por la medicalización de la sexualidad por la naciente psiquiatría.
Nos impone también una reflexión sobre nuestros conceptos sobre las polaridades salud-enfermedad, normalidad-anormalidad, heterosexualidad-homosexualidad
NOTA DE OPINION
NINGUNA PERVERSION
Publicada en el Diario Página/12, el 28/11/95
Lic. Virginia Martínez Verdier
Aclaración:: Esta nota fue motivada por el juicio realizado ante el asesinato de un soldado conscripto. En la búsqueda de los motivos se trató de establecer que uno de los culpados por el asesinato (Canevaro) era homosexual, y ese era el motivo del crimen.
"Yo no soy homosexual" declara Canevaro. "Es un individuo sádico, y el sadismo es una de las actitudes del perverso" informa el perito psicólogo Eduardo Gighliani pareciendo justificar así su hipótesis de la homosexualidad de Canevaro.
Motiva estas líneas la necesidad de aclarar, desde mi punto de vista profesional, diversos factores que rodean la temática de la homosexualidad.
Las declaraciones del perito psicólogo -referidas por los medios- parecen basarse en teorías psicológicas y psiquiátricas tradicionales acerca de la homosexualidad al considerar las investigaciones y conceptualizaciones contemporáneass.
El término "perversión" fue tradicionalmente utilizado para las conductas sexuales que se desviaban de la norma. Por lo tanto, es portador de un juicio de valor, ya que la "norma" es establecida por cada cultura y sociedad en determinado momento histórico.
El "sadismo" es la conducta por la cual se obtiene placer generando dolor en el otro. Un homosexual puede ser sádico y perverso, como también puede serlo un heterosexual. El sadismo y la perversión no son características propias del individuo homosexual. Un sujeto puede ser hetero u homosexual con una personalidad equilibrada o desequilibrada. La homosexualidad en sí no define la personalidad, ni es una enfermedad, sino una conducta sexual.
Actualmente, la homosexualidad en sí no está considerada como una patología psiquiátrica ni sexológica. Así lo manifestó la Organización Mundial de la Salud en la Clasificación Internacional de Enfermedades, 1° reunión realizada en 1992 (la primera deeclaración se remonta a 1976). También lo hace la Asociación de Psiquiatría de EE.UU, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales revisado, DSM-III R, editado en 1987).
Insisto, más allá del diagnósito psicológico de Canevaro, es fundamental que los profesionales de la salud evitemos la iatrogenia (daño realizado a través de la práctica). Así por extensión todos los homosexuales "entran en la misma bolsa" y eso produce confusión y sufrimiento en las personas involuntariamente involucradas en una errónea conceptualización de la homosexualidad.
NOTA DE OPINION:
EL MITO DE LA PENETRACION
Publicada en el Diario Página/12, el 6/2/98
Lic. Virginia Martínez Verdier
Aclaración: esta nota está motivada por el juicio que se realizó en nuestro país, en la provincia de Catamarca por la violación y asesinato de un adolescente María Soledad Morales. Durante el juicio se quiso establecer que entre el amante de María soledad (Tula) y el culpado por el asesinato (Luque) había relaciones homosexuales, por lo que se les realizó un estudio rectal para confirmarlo.
Las situaciones sociales suelen relacionarse de tal manera que muchas veces, llevadas por mitos y prejuicios, producen confusión, ambigüedad, y hasta falsas conclusiones.
Las pericias médicas que se propusieron realizar a Guillermo Luque y Luis Tula con la intención de comprobar si mantuvieron conductas homosexuales carecen de valor desde el punto de vista sexológico.
Las conductas homosexuales no incluyen necesariamente o exclusivamente la penetración anal. Este mito es de la misma categoría de aquel que considera a las relaciones sexuales como coitales. Por lo cual todo otro tipo de conductas eróticas pasan a ser meros aditamentos de la relación "completa".
Siguiendo esta creencia es que la actitud violatoria del taxista que obligó a una mujer a practicarle el sexo oral, no fue considerada como tal..
De hecho numerosos hombres heterosexuales gozan con las fantasías o con actitudes concretas de penetración anal realizada por su pareja.
Como ya lo estudió Freud hace casi 100 años, el ano es una zona erógena fundamental en el ser humano y las vivencias desarrolladas durante los primeros años de vida determinan aspectos de la estructuración de la personalidad. El que los varones se permitan sentir placer anal no significa más que eso: permitirse sentir placer.
La homosexualidad -masculina, en el caso que nos ocupa- no se define por la penetración anal, sino fundamentalmente por la elección de personas del mismo sexo como objeto de deseo erótico.
Las conductas sexuales que pueden ser realizadas en un encuentro sexual son las mismas más allá de la orientación sexual de quienes las utilicen, y están ligadas a la creatividad, la desinhibición y el permiso para sentir placer. Obviamente dentro del marco del consentimiento y cuidado mutuos, sin la inclusión de menores.
La variedad de conductas eróticas sólo están al alcance de nuestras manos, nuestra piel, nuestro cuerpo todo como generador de placer y armonía personal.
REFLEXIONES DE UNA PARTICIPANTE DEL SEMINARIO
Sexualidad en el ámbito laboral:
Actúo en tres ámbitos de trabajo, donde son notorias las diferencias en cuanto a profundidad en las expresiones de la sexualidad.
1- Como arquitecta en mi estudio, mi socio es "gay".
Alternamos nuestro trabajo altamente creativo, con momentos de preguntarnos nuestras "diferencias y coincidencias", habiendo podido desprejuiciarnos y contar con otros conocimientos de nuestros mundos hetero y homosexual.
Preguntas: ¿Por qué en otros ámbitos no es tan fácil o a veces tiene tanto costo (dolor por las etiquetas) este "abrir nuestros diferentes mundos a otros?
2- Coordino talleres de teatro: aquí fundamentalmente es un lugar donde no hay forma de no poner el cuerpo y las emociones.
Es notable cuando se inician en esta actividad, las trabas, tabúes y mitos que traen inscriptos en el cuerpo.
Desde la dificultad de contactarse con su propio cuerpo hasta la dificultad de contactarse con los otros. El poder armonizar las emociones, a medida que van logrando diferenciarlas y que su cuerpo las vaya mostrando. A medida que se van desinhibiendo, que se van conociendo, los contactos corporales son más expresivos e intensos. Son más libres para expresar lo que van sintiendo y escuchar o sentir lo que le pasa al otro.
Pregunta: ¿No deberíamos crear otros tantos ámbitos donde estas libertades fueran cotidianas? ¿Qué otras cosas son necesarios para que un mayor números de personas acceda a esta experiencias?
3-Formo parte de una compañía de teatro independiente, que trabaja intensamente en crear, producir y poner en escena en distintos centros culturales, una variedad de obras.
Nuestro grupo es heterogéneo en edades, formaciones culturales e identidades sexuales. Heterosexuales, gay y lesbianas.
Nuestras expresiones "diferentes" no han influido para nada en el hecho de poder concretar la tarea que nos propusimos, muy por el contrario esas diferentes expresiones de la sexualidad nos han ido enriqueciendo.
Pregunta: ¿Es nuestro constante trabajo en armonizar cuerpo y emociones que nos permite lograr esta continuidad por encima de nuestras diferencias? ¿Son esas mismas diferencias los motores que impulsan nuestra labor?
El Dr. Carlos Seglin nos ha informado sobre las discusiones, opiniones e investigaciones realizadas a lo largo del siglo y aunque se fue llegando a acuerdos, todavia hoy los profesionales de la salud seguimos discutiendo entre nosotros cuál es "la verdad". Sigamos pensando, discutiendo, reflexionando sobre él y otros tantos temas que incluyen fundamentalmente una actitud ideológica más que científica para poder definirlos.
¡NOS DESPEDIMOS HASTA LA PROXIMA!