Seminario
Sexología
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Organizado por : PsicoMundo
Dictado por
:
Lic. Virginia Martínez Verdier y Dr. Carlos Alberto Seglin
Clase 19
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Lic. Virginia Martínez verdier
Dr. Carlos A. Seglin
TEMARIO:
- Sexualidad y discapacidad. Dr. Carlos A. Seglin
- Bibliografía.
- Tareas.
- Comentarios.
SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD
Dr. Carlos A. Seglin
Uno de los capítulos más complejos y generalmente ignorados dentro del estudio de la sexualidad de las personas es el estudio de las personas con discapacidad.
Comenzaremos por operacionalizar los conceptos. En la década del 70 la OMS definió deficiencia, discapacidad y minusvalía.
Deficiencia: "es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica". Se manifiesta ante el hecho notorio cuando el individuo toma conciencia de su alteración.
Discapacidad: "es toda restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad (por la deficiencia) en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano."
Minusvalía: "es una situación desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o una discapacidad que limita o impide el desempeño de un rol, que es normal en su caso". Es un fenómeno social.
Posse y Verdeguer definen como discapacitados a: "aquellos que teniendo el potencial adecuado, no realizan con independencia las distintas actividades que surgen de las necesidades humanas".
Podríamos agregar a esta definición que de alguna u otra forma todos presentamos diferentes discapacidades, algunas manifiestas, otras menos relevantes o que no nos colocan en una situación de minusvalía . Las disfunciones sexuales pueden entenderse a su vez como "discapacidades", pasibles de ser rehabilitadas.
A su vez las personas que presentan una discapacidad (cualquiera sea su clase), pueden presentar capacidades sexuales similares a las personas "no discapacitadas".
Para su conceptualización teórica podemos dividir a las discapacidades:
Según su inicio:
- congénitas
- adquiridas
Según el área afectada:
- mentales
- orgánicas
y estas a su vez
Según el sistema afectado:
- neurolocomotoras
- viscerales
- sensoriales
Aspectos psicológicos de las personas con una discapacidad congénita o adquirida durante la infancia
El nacimiento de un niño con una discapacidad o su adquisición durante la infancia interferirá en la posibilidad de adquirir autonomía y diferenciación como sujeto. La familia sufre un duelo por la pérdida del niño ideal esperado. John Bolwy investigó las etapas del duelo y podemos aplicar este esquema para comprender las etapas que transitará la familia.
- Fase de embotamiento de la sensibilidad
- Fase de anhelo y búsqueda de la figura perdida
- Fase de desorganización y desesperanza
- Fase de mayor o menor grado de reorganización.
Fase de embotamiento de la sensibilidad
Se adormece la sensibilidad frente al impacto de la discapacidad. Se niega el diagnóstico y el pronóstico. Puede aparecer desapego hacia el niño y arrebatos de ira.
Fase de anhelo y búsqueda de la figura perdida
Se intercalan accesos de cólera con períodos de incredulidad e intentos de remediar lo irreversible. Hay recelo frente al diagnóstico . Son típicas de esta etapa el llanto, la ira y las acusaciones. Hay accesos de hiperactividad orientada al cuidado del niño o a la búsqueda de soluciones de todo tipo.
Hay autorreproches, autocastigos y acusaciones mutuas de descuido como motivador de la discapacidad.
Fase de desorganización y desesperanza
Aparecen las frustraciones. Se piensa que ya nada podrá hacerse hay apatía y abandono del niño y de la familia.Se pierde la voluntad y el deseo de luchar.
Fase de mayor o menor grado de reorganización.
Si el duelo sigue un curso favorable la familia se va acomodando a las posibilidades del niño real. Debe existir una aceptación activa y abandonar la ilusión de la reversibilidad total de la discapacidad.
Aspectos psicológicos de las personas con una discapacidad adquirida durante la juventud y-o la adultez.
Las personas que adquieren una discapacidad durante su vida adulta transitan etapas similares a las descriptas por J. Bolwy. Así mismo, su entorno familiar acompañará en forma más o menos armónica las etapas de la persona que adquiere la discapacidad. El intejuego entre las posibilidades de adaptación a la discapacidad de la persona afectada y las de aquellas personas emocionalmente involucradas (familiares, pareja) determinará el ajuste psicosocial a alcanzar.
Analizaremos a continuación aquellos aspectos singulares de las diferentes clases de discapacidades y su repercusión en la sexualidad.
Discapacidades mentales
Lo singular de la sexualidad de las personas con discapacidad mental no se halla en la respuesta sexual en sí misma, que no se verá afectada en los casos de discapacidad mental que no incluyan otras deficiencias. Lo que ocurrirá en cambio es que debido a su menor coeficiente intelectual la evolución psicosexual se verá demorada o detenida en distintas etapas de lo que ya hemos visto como desarrollo psicosexual.
Las causas del déficit intelectual son variadas y en general se deben a enfermedades congénitas o adquiridas en los primeros años de la infancia.. Podemos citar como ejemplos mas frecuentes enfermedades metabólicas (fenilcetonuria, galactosemia), endocrinopatías ( hipotiroidismo), cromosómicas (Sindrome de Down, sindrome del cromosoma x "frágil"), dismorfias cerebrales (microcefalia, macrocefalia, hidrocefalia, agenesia del cuerpo calloso,craneoestenosis) lesiones cerebrales secundarias a enfermedad prenatal ( toxoplasmosis fetal, embriopatía rubeólica, sífilis congénita, alcoholismo materno, hipertensión materna) perinatal ( hipoxia o isquemia cerebral por placenta previa, distocia del parto aspiración de líquido amniótico) o postnatales (meningitis, traumatismos encefalocraneanos, tumores, hidrocefalias). Podemos incluir los factores psicosociales (desnutrición, falta de estímulo, aislamiento, maltrato psicofísico)
Más allá de la causa del déficit intelectual y teniendo en cuenta lo particular de cada patología y cada caso podemos generalizar que la sexualidad de las personas con un déficit intelectual estará en consonancia con tres factores:
- Edad cronológica: Determinará la maduración de su aparato genital y el nivel de "pulsión" hormonodependiente. Se deberá tener en cuenta al evaluar el impacto que la expresión de la sexualidad de estas personas tiene sobre los otros, en cuanto a la exhibición de sus cuerpos o la instrumentación de los mismos a fin de encontrar gratificación sexoerótica. Así mismo deberá considerarse como el factor determinante de las posibles consecuencias reproductivas de su ejercicio.
- Edad mental: referida al coeficiente intelectual. Determinará características de la sexualidad de estas personas en base al desarrollo psicoevolutivo alcanzado.
- Edad social: se refiere a la adaptabilidad lograda en base a la estimulación provista por el medio familiar y el entorno. Si el estímulo ha sido adecuado, generalmente la edad social supera a la edad cronológica.
Entonces es necesario destacar que la expresión de la sexualidad de las personas con discapacidad mental estará en función del desarrollo psicosocial alcanzado, aunque se expresará a través de un organismo que presenta una edad cronológica diferente. Esto es lo que generalmente confunde, cuando se atribuye a la persona con deficiencia mental la intencionalidad y finalidad de un "cuerpo" adulto.
A los fines didácticos podemos clasificar el retardo mental en profundo , severo, moderado y leve.
Las conductas sexuales estarán en consonancia del nivel mental alcanzado.
Retardo mental profundo
Funcionarán emocionalmente como si tuviesen hasta un año de edad. Incapaces de valerse por sí mismos la posibilidad de satisfacción erótica llega hasta la autoestimulación, cuando les es posible organizar mínimamente un esquema corporal.
Retardo mental severo
Su máximo desarrollo es equiparable a los dos años de edad.Pueden aprender hábitos mínimos de higiene y control de sus esfínteres.Comunicación simple verbal. Sus relaciones afectivas pueden incorporar otras figuras diferentes a quienes lo cuidan. Buscarán la satisfacción sexual con su propio cuerpo, con objetos y con el cuerpo de quienes sean afectivamente significativos. Pueden llegar a diferenciar a ambos sexos. No llegan al coito por propia decisión, aunque pueden ser víctimas de abusos.
Retardo mental moderado
Se los equipara a niños de 6 a 7 años. Por ende tendrán autonomía , hábitos de higiene y pueden desempeñar tareas simples. En lo sexual atraviesan las etapas oral, anal y genital , conocen la diferencia de sexos y se identifican con las figuras de apego. Elegirán dentro de sus posibilidades a un compañero/a con quien compartir exploraciones sexualmente gratificantes. Pueden llegar al coito ocasionalmente por imitación o entrenamiento por otros.
Retardo mental leve
Pueden alcanzar una edad mental puberal. Su capacidad de aprendizaje es lenta, aunque lograr relativa independencia social. Sexualmente pueden tener comprensión de su respuesta sexual y de sus necesidades sexoeróticas, tendiendo a la busqueda de una apareja afectivo erótica.Buscan el placer sexual y se orientan hacia la hetero u homosexualidad.Dentro de sus actividades sexuales se puede incluir el coito y aunque con dificultades se los puede educar para una sexualidad responsable.
Discapacitados sensoriales
Nos referimos a aquellas personas que en forma congénita o adquirida tienen afectados uno o más de sus órganos sensoriales es decir aquellos que nos comunican con el mundo.
Claro está que la afectación de los órganos sensoriales de no mediar alteraciones intelectuales concomitantes solamente impedirán desde la persona discapacitada integrar los estímulos sexoeróticos correspondientes al sistema afectado ( visual, táctil, olfatorio, auditivo, gustativo).
Sin embargo pueden agregarse disfunciones en la esfera sexoerótica más allá de la limitación sensorial y estas están relacionadas a factores familiares y sociales.
Según Posse y Verdeguer los principales factores son:
- Alteraciones en los vínculos paterno-filiales
- represión de las manifestaciones de la sexualidad
- falta de independencia
- autoimagen de "cuerpo enfermo"
- escasa socialización
- insuficiente valoración familiar y social de la persona con discapacidad
- actitudes sociales negativas y de discriminación.
- menores posibilidades de encuentros sociales y sexuales (invidentes,sordomudos)
- ausencia de una educación sexual adecuada.
Discapacitados viscerales
Entendemos por discapacidad visceral a aquella producida por una disminución crónica e irreversible de la función de uno o más órganos o sistemas: cardiovascular, respiratorio, digestivo,endócrino, etc.
En estos casos la discapacidad influirá sobre la sexualidad:
- afectando la respuesta sexual humana
- afectando la autoestima y la autoconfianza.
- interfiriendo en los vínculos de pareja
- ocasionando discriminación social.
Enfermedades cardiovasculares
Por frecuencia estas enfermedades son las que producen mayor cantidad de disfunciones sobre la sexualidad.
Además del impacto emocional que la enfermedad cardiovascular produce en el paciente y en su pareja y familia, especialmente relacionado a las fantasías de muerte, las enfermedades cardiovasculares pueden limitar la capacidad de realizar actividad física. El espectro va desde el restablecimiento ad integrum hasta la incapacidad de realizar esfuerzos mínimos tales como peinarse.
Una vez pasada la etapa aguda en los casos de infarto de miocardio el médico cardiólogo podrá evaluar la capacidad de tolerar el esfuerzo físico. Aunque la relación sexual implica adaptaciones cardiovasculares al esfuerzo tales como aumento de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial, se estima que el esfuerzo requerido para realizar una actividad sexual coital es equivalente a jugar al golf o al tenis de mesa, o tomar una ducha vigorosa.
En el caso de secuelas post infarto se debe además considerar el temor del paciente y de su pareja sexual a que se repita un nuevo infarto.
Enfermedad respiratoria crónica
Las enfermedades respiratorias crónicas tales como el asma y el enfisema pulmonar, o las secuelas de cirugías pulmonares con pérdida de la masa pulmonar funcionante traerán consigo una disminución de la capacidad respiratoria. Dado que la respuesta sexual requiere una adaptación respiratoria al esfuerzo la disfuncionalidad estará dada por la falta de oxigenación y la fatiga muscular ocasionada por el esfuerzo respiratorio. De igual forma que en las enfermedades cardiovasculares la tolerancia al esfuerzo determinará las posibilidades de responder al esfuerzo sexual.
Diabetes
Esta enfermedad interfiere en la sexualidad afectando la microcirculación vascular y el sistema nervioso periférico (vasculopatía y polineuropatía diabética). Esto dificultará las etapas de excitación especialmente en el varón dada la dificultad que ocasiona en la erección. La neuropatía diabética alterará también la capacidad de responder orgásmicamente al estímulo.
Hepatopatías
Las alteraciones crónicas con déficit de la función hepática, tales como la cirrosis alcohólica o secundaria a hepatitis crónica producirás disminución en el metabolismo de los estrógenos. En el varón afectado esto puede producir por competencia con la testosterona disminución en la libido y alteraciones en los caracteres sexuales secundarios (vello, barba, distribución de la grasa corporal)
Discapacidades musculoesqueléticas
Toda lesión que afecte la capacidad de moverse en forma armónica e indolora afectará la posibilidad del goce sexual por las dificultades mecánicas que la misma imponga (incapacidad o dificultad para acariciar, adoptar posiciones de acoplamiento) la espasticidad muscular y el dolor y la deformación inherente a algunas de ellas ( artropatías, artitis reumatoidea)
Discapacidades neurolocomotoras
Son aquellas en que la minusvalía motora no se debe a lesión exclusiva del aparato músculo esquelético, sino que compromete además al sistema nervioso, siendo esta lesión la causa principal del trastorno motriz.
Ejemplos de ellas son las enfermedades congénitas como el mielomeningocele, adquiridas como la esclerosis múltiple y las secuelas de traumatismos medulares.
Si recordamos que la respuesta sexual es producto de la interacción del sistema nervioso, vascular y muscular, comprenderemos que las lesiones del sistema nervioso interferirán con la misma.
Así la etapa de excitación y meseta (lubricación y turgencia de clítoris y plataforma orgásmica en la mujer; erección en el hombre) y la etapa orgásmica se verán afectadas si existen lesiones a nivel de la médula espinal.
Sin profundizar en detalles neuroanatómicos que exceden al enfoque que nos proponemos en este seminario cabe recordar que las lesiones o enfermedades que comprometan a la médula en sus porciones superiores (columna dorsal superior y columna cervical) impedirán que las percepciones sexoeróticas despertadas por contacto en las zonas afectadas en su inervación sean percibidas concientemente y que los impulsos corticales favorezcan el desencadenamiento de la excitación y el orgasmo. Si no existen lesiones en los centros de erección y orgasmo (que se ubican en la columna dorsolumbosacra) es factible que se produzcan fenómenos de excitación y eyaculación o contracciones orgásmicas por vía refleja con estímulo adecuado, sin que exista percepción de ello.
Aún así estos reflejos no suelen alcanzar la efectividad de la respuesta completa por la falta de la facilitación y retroalimentación de los centros superiores y corticales.
La capacidad reproductiva se ve afectada en mayor medida en los varones ya que es preciso que se pueda producir una eyaculación adecuada para la inseminación. Cuando ésta se puede desencadenar puede ser retrógrada (hacia la vejiga) o escasa. En cambio la fertilidad de las mujeres no suele verse comprometida, aunque sí ocurrirán dificultades en el trabajo de parto por falta de percepción de las contracciones e imposibilidad de pujar con fuerza.
Todos estos conceptos son generales y cada caso tendrá diferentes dificultades dependiendo de la etiología, la afectación completa o parcial, las metámeras afectadas y la evolución de la patología
Tengamos presente además que es posible que las patologías que produzcan una discapacidad sea mental, visceral , o neurolocomotora; requieran medicaciones que a su vez interfieran la respuesta sexual, lo que incluye otro factor a tener en cuenta cuando consideramos la disfuncionalidad sexual.
A modo de conclusión
Más allá de la causa o característica de la discapacidad de la que se trate o de las consecuencias que esta discapacidad provoquen sobre la sexualidad de la persona afectada es necesario recordar que siendo la sexualidad una parte inalienable del ser humano todo esfuerzo que aportemos a su mejoramiento o restitución contribuirá sin dudas a su calidad de vida y a la de quienes comparten su mundo afectivo; familiares, hijos, pareja.
Parafraseando a Howard Rush quien dice que " rehabilitar no es solamente una serie de técnicas restauradoras, es una filosofía de responsabilidad médica", consideramos que rehabilitar la sexualidad de las personas que presentan una discapacidad es una filosofía de responsabilidad ética frente a un ser humano que sufre. No hacerlo es condenarlo a una mayor minusvalía.
2.- BIBLIOGRAFIA:
- Soto de Lamuza, JL. Sexualidad y minusválidos. Dos realidades frente a frente. Ed. Popular. España. 1987.
- Verdeguer, Silvia y Posse, Federico. La sexualidad de las personas discapacitadas. Ed. Fundación Creando Espacios. Bs. As. 1991.
- Cabello Santamaría. Francisco. Sexualidad de las personas con necesidades físicas especiales. Aspectos psicólogicos. En Cuadernos de Sexología. Sexualidad y discapacidad física. Barcelona.
3.- TAREA:
Elija entre las siguientes opciones, la que considere más apropiada:
- El acto sexual debe aumentar la capacidad de confiar en uno mismo y en los demás.
- El acto sexual debe ser divertido y placentero.
- El acto sexual debe aumentar la posibilidad de ser honesto y abierto.
- El acto sexual debe proporcionar una liberación física.
- El acto sexual debe permitir una libertad completa para el individuo.
- El acto sexual debe aumentar las posibilidades de intimidad y comunicación en una relación.
- El acto sexual debe liberar a una persona de las presiones de la sociedad, de la familia, de la tradición.
- El acto sexual debe exaltar el respeto por sí mismo para los que toman parte de él.
- El acto sexual debe permitir a las personas que hagan "las cosas a su manera".
- El acto sexual debe basarse, expresar y/o acrecentar el compromiso mutuo de los que toman parte de él.
- El acto sexual debe ser acorde con las convicciones religiosas personales.
4.- COMENTARIOS:
- Si todo continúa en orden quedan cuatro clases para finalizar el Seminario.
- Virginia Martínez Verdier participó del 14° Congreso Mundial de Sexología que se realizó en Hong Kong en Agosto. Presentó un Poster con el 1° Curso Oficial de Formación de Educadores Sexuales que se realiza en Argentina, del cual somos Directores con Carlos Seglin y Gloria Fernández.
- La experiencia del Seminario en Psiconet queremos presentarla en el próximo Congreso Latinoamericano de Sexología que se realizará en el Cusco, Perú en el 2000. Aceptamos ideas y sugerencias.
- ¡HASTA LA PROXIMA!