Seminario
Topología y Psicoanálisis
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Clase 1
De la necesariedad de una
topología
A cargo de : María Casas
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La topología debe dar cuenta de aquellos cortes que hacen que modifiquen la estructura con la que se encuentra y acoge en el origen.
He tomado como epígrafe para esta clase un fragmento que citamos en la presentación del seminario y que Lacan dice en l971 en L´etourdit, texto que escribe entre los Seminarios Oú pire y Encore; me parece que puede ser tomado como uno de los momentos en que sitúa el estatuto que da a la topología articulado con el lugar del analista -ese lugar en que responde por la dirección de un análisis y el dar cuenta de ese proceso, de sus intervenciones y sus efectos-.
A lo largo de su enseñanza Lacan aparece haciendo un esfuerzo para desembrollar y desprender las relaciones en juego entre los términos presentes en la experiencia analítica.
Es en ella y como constituyente de la función radical del inconsciente que pondrá y articulará la relación del sujeto al significante.
El análisis con neuróticos le permite ver lo que en su estructura se revela. El neurótico quiere saber ... quiere saber lo que hay de real en lo que es su signo. Lo que hay de real en lo que es como efecto de significante. Comentará: al final es con las histéricas, al igual que Freud. donde aprendo pues ellas hablan sin saber, más allá de lo que dicen.
Interroga la experiencia analítica con el fin de encontrar allí el estatuto de eso que ella tiene que atender en la demanda del sujeto.
Y situará en función del Discurso Analítico, teniendo en cuenta el lugar desde el cual habla el sujeto, sus dichos y el modo singular en que se ubica en relación a lo imposible de decir.
Lo imposible es lo Real. Lacan aparece rigurosamente freudiano al definirlo de este modo, pues sitúa esta categoría a partir de la lectura que hace del enunciado del mito de Totem y Tabú la equivalencia que allí presenta Freud del padre muerto y el goce. Equivalencia a la que le da el valor de un operador estructural. Lacan cuando trabaja Del Mito a la Estructura, puntúa que el mito trasciende cuando al enunciar "a título de lo real, que aquello que ocurrió realmente, que es en lo que insiste Freud, que eso es lo real, que es el padre muerto quien tiene la salvaguarda del goce y que de ahí partió la prohibición" (1).
Dice allí que el "padre muerto sea el goce es algo que se presenta como signo de lo imposible" (2). Plantea, lo imposible como un tope lógico pues es a partir de allí que todo se ordena, puntuando que se diferencia y se distingue de lo que él, articula de lo Simbólico y de lo Imaginario. Más adelante retomaré estas cuestiones.
Como venía diciendo, será por la articulación gramatical de lo que dice el analisante y el estatuto lógico que tenga su palabra que algo allí podrá ser escuchado. Es el decir de lo dicho que desde un mismo lugar insiste para volver a ser dicho. Eso que vuelve al mismo lugar es lo Real.
El lugar es el mismo, es el lugar que descubre lo real e impide que se cubra, que se tapone y que propiciará lo metonímico, es decir la repetición que hará diferencia.
Insistencia significante, insiste porque el decir hace exsitir el dicho, "es lo que queda olvidado detrás de lo que se dice, en lo que se escucha" (3).
Freud había descubierto en el inconsciente la incidencia de un saber que está fuera del dominio de la conciencia, pero no por eso deja de estar articulado como un lenguaje.
Lacan plantea a partir de allí una noción de sujeto dividido por el significante y que lo hará aparecer como efecto de la marca y soporte de su falta. Sutura de una falta, el ser del sujeto se mostrará esencialmente divido.
El sujeto será lo que responde a la marca con lo que le falta a ésta.
Efecto de verdad que entrega el inconsciente, a través de sueños, del acto fallido, del chiste, del síntoma, quedando evidenciada una vez más, la primacía del significante.
Inconsciente que articulará lo que de ese ser viene al decir. Efectos de palabras del sujeto, ahí, justamente, en ese nivel en que él se constituye como efecto de significante.
Marca de una identificación primaria que funciona como ideal al que llamó rasgo unario. Aquí se ve la reversión de la fórmula introduciendo una negatividad en uno de los polos del significante.
Esto significa que con el término sujeto no designa ninguna clase de substancia, ni ningún ser del conocimiento, sino que Lacan plantea que se trata del sujeto cartesiano.
Ahí se da lo que es el inconsciente.
El inconsciente no es lo que uno tiene en el interior, no es un ser de profundidad. El inconsciente es lo que articulará como un lenguaje lo que de ese ser viene al decir.
Lacan, entonces observará que el inconsciente no pertenece al espacio euclidiano, de allí su preocupación por encontrar un espacio que le sea propio.
Implementará en un momento de su enseñanza, los conocimientos que desde la topología de superficie le permiten hacer tangible la relación del sujeto con el significante y la función radical con el inconsciente. Así, mediante la Banda de Moebius permitirá dar soporte a las leyes del significante que trabaja en el Seminario de la Identificación: Un significantes no puede significarse a sí mismo y un significante representa a un sujeto para otro significante (4 ). En este tiempo, despeja esta cuestión tomando de la lingüística como referente a Saussure, concibiendo una diferencia respecto a la inscripción en dos caras de la relación significante-significado en la medida que la convierte, mediante una torsión, en un objeto de una sola cara.
Ahora bien, había dicho que en el Discurso Analítico la palabra del analisante según los lugares que ocupe esclarecerá cuál es la relación que presenta a lo Imposible de decir, lo que implica entonces, que no-todo puede decirse; eso que no puede ser dicho es lo que propicia la escritura, es lo que hace posible que lo necesario sea la escritura..
Trabaja con una noción de sujeto que es causado por un objeto y que sólo se hace notable mediante una escritura.
Huellas del lenguaje como las llama Lacan, que justamente pondrán de manifiesto que el ser que se articula allí es por ser dicho. Lo que va a quedar escrito en ese dicho son las condiciones del goce. Es por eso que según la modalidad gramatical de lo que dice y por la ubicación que tenga la palabra según como se inscriba en relación a la lógica de la sexuación ,es decir, según como se inscriba en relación a la Castración, que algo allí será mostrado.
Pues, es en relación a cómo se ubica frente a la imposibilidad lógica, a cómo sostiene la no-relación sexual, que todo ser que habla se inscribe de un modo u otro en relación a la castración, ya sea del lado masculino o del lado femenino.
Aparecerán en el discurso restos de ese goce, como efectos de verdad, a través de las formaciones del inconsciente y del síntoma para ser leídos, descifrados. Entonces, lo que se dice es el goce pero ese goce queda olvidado. En el dicho aparecerá sólo un resto perdido. ¿Por qué perdido?, a raíz del pasaje que realiza por la batería de los significantes de la lengua que lo lleva a cargarse de sentido.
La enunciación de una verdad puede advenir. Pues, el sujeto al introducir la privación y por el acto de enunciación en que se pregunta por la posibilidad de la inexistencia, dará su lugar en relación a lo Real. Verdad que sólo podrá decirse a medias, en la medida que justamente no-todo puede decirse; no porque ella sea a medias o medio-verdad.
Lacan precisará que la experiencia analítica permite hacer tangible la distorsión que es inherente al embaucamiento imaginario y sólo es posible reducirla cuando se hace referencia a la estructura.
Dirá "... fue necesario mucho tiempo para darse cuenta que, gracias a la topología, lo que se encierra en un toro no tiene absolutamente nada que ver con lo que se encierra en una burbuja"(5).
Plantea que se trata de una estructura y en el transcurso de sus elaboraciones toma como herramienta a los aportes que le brindan la topología, la geometría proyectiva, la teoría de los nudos, para poner de relieve lo que hace a la estructura del sujeto. Las va a implementar para situar la relación con ese Real en juego.
Esa estructura es diferente de la espacialización de la esfera.
En el Discurso de Roma ya habla que la propiedad del anillo, en tanto simboliza la función del sujeto en sus relaciones con el Otro, se sostiene en que el espacio de su interior y el de su exterior son los mismos. Lo que esto hace sensible, es que desde el punto de vista del espacio exigido, estos dos espacios: el interior y el exterior, a partir del momento en que rehusa a darles otra sustancia que la topológica, son los mismos.
De ese texto ya puede desprenderse una topología que intenta ubicar esa discordia constitutiva del sujeto con el objeto.
El sujeto no está envuelto como se cree, en el todo, al menos en el sujeto que habla.
En la experiencia clínica podemos observar que es en la dependencia de la demanda del Otro que el neurótico intenta fundar su deseo.
Hay algo ahí fundado en la estructura del sujeto en tanto que habla, que es aquella por la cual Lacan fomenta la topología del toro.
Lo que le permite este objeto es poner en evidencia la carencia de armonía ideal que podría exigirse del objeto a la demanda y de la demanda al objeto. Se le torna necesario mostrar esa necesaria discordancia.
Lacan en el seminario de La Identificación va a plantear desde otro lugar la tripartición: privac ión, frustración y castración en la constitución del sujeto y dirá que, si se puede manifestar, justamente, como uno, es por que se ha originado a partir de una privación.
El sujeto a partir de allí, atravesará por una experiencia que se constituye, por la existencia, antes que nazca, de una estructura discursiva, y por la necesidad que esta experiencia supone del lugar de un Otro que lo determinará a que cada vez, que aparezca como lo que fue, es decir como Uno, al repetirse diferirá, por lo que lo impulsará a hacerse sujeto de la reiteración y que lo distinguirá en cada repetición en su diferencia absoluta.
Es aquí que el sujeto va a conquistar lo esencial, en tanto función radical de su propio situamiento en la estructura.
Lacan utiliza el toro para distinguir cada repetición en su diferencia absoluta, de ese modo este objeto topológico le permite mostrar la existencia de lazos irreductibles a un punto.
Lo que aparece representado intuitivamente, entonces, es que el objeto en sí mismo como tal, en tanto objeto del deseo, es el efecto de la imposibilidad del Otro de responder a la demanda; en este sentido es que ante dicha demanda, cualquiera sea su deseo, el otro no podría satisfacerlo, deja por lo tanto, forzosamente en descubierto parte de la estructura.
Lo que lo ha llevado a la construcción del toro es la necesidad de definir cada uno de los rodeos como un uno irreductiblemente diferente. Para que esto sea así, es necesario que algo haya aparecido en lo real, el rasgo unario, lo cual permitirá suponer que algo pueda contarse, pueda hacer serie. Es ese Uno lo que otorga toda su realidad a lo ideal, Lacan va a decir ahí, que lo ideal es todo lo real que hay en lo simbólico.
El sujeto se introduce en esa relación radical que es insustituible y que oscila en una pulsación que va del cero al uno. Aparece y desaparece en una pulsación siempre repetida, como efecto del significante, siempre desvaneciendo y renaciendo. Puede verse que a medida que progresa nunca se vuelve a encontrar lo que ha perdido, muy por el contrario prolifera sin límite como presentificando en forma de serie una determinada manifestación de lo infinito.
Si bien el rodeo es necesario, encuentra su límite pues el punto cero en el origen no existe, siempre en el juego de identificación de la privación primordial no hay como efecto un puro hueco, un cero inicial de la realidad del sujeto que se encarna en la pura falta. Hay siempre un residuo, que surge de la experiencia frustrante, algo que escapa a su dialéctica, un residuo que Lacan llama objeto a.
El objeto a es lo que supone de vacío una demanda, permite imaginar lo que puede ser un deseo del que ningún ser es soporte. Un deseo sin otra sustancia que la que se asegura -como desarrollará más adelante- con los propios nudos.
En el año 1975 respondiendo a Marcel Ritter sobre cuestiones que plantea en relación a la pulsión dice:" que lo Real es lo que hay en la pulsión, que hace la función de agujero", mostrando la necesidad de diferenciar, lo que sucede a nivel del orificio corporal de lo que funciona en el inconsciente.
Es interesante en ese texto, la lectura que hace de cómo Freud ubica ese lugar que aparece en los sueños como el del "ombligo del sueño", como aquello no reconocido y que denomina del orden de la represión primordial, de la Urverdrängt.
Plantea que parte del ser hablante, para poder arribar a una noción del inconsciente que presenta una geometría diferente pues es en la articulación de un lugar en el cuerpo que hace nudo y que es puntuable, ya no en su lugar primero puesto que ahí, hay un desplazamiento que está ligado a la función y al campo de la palabra.
Manifiesta que es en el campo de la palabra que se revela que hay algo imposible de reconocer. Aquí ubica una diferencia respecto a Freud en el modo que piensa esta cuestión en la Tradeumtung, ya que para él, no pone tanto el acento sobre la función de la Imposibilidad. Lacan dice allí que de lo que se trata es de lo Unmöglich, es decir que de lo que se trata es de lo que no puede decirse ni escribirse. Pero justamente, que no pueda decirse ni escribirse no significa que no deje de no escribirse.
Hay algo ahí, algo que designa un límite por lo cual lo Simbólico queda repercutiendo y que aparece en lo que se dice en el dicho, ya sea por una metáfora comparable a lo que es de la pulsión.
Entonces, aparece ahí en lo Simbólico, que la pulsión se identifica a algo distinto y que Lacan expresa que podría ser como la esencia del nudo, puesto que aparece anudado, no más bajo la forma de un orificio sino de un cierre. Dice así:" es un orificio que se ha anudado".
Es aquí, entre la identificación del agujero a un punto anudado que por tener la palabra, al nivel de su real, que un tercer término aparece, es como formando imágenes que el cuerpo subsiste, es decir en forma imaginaria.
Hay una relación al Falo que instaura ahí un tercero irreductible. Pues, con la función fálica en el ser hablante se introduce, en la relación entre los sexos, un tercero.
De este modo, se articularía lo que juega en el transcurso de lo que va: del no deja de no escribirse al deja de no escribirse. Es decir, lo que no deja, no cesa de no escribirse, es la no-relación sexual -lo Imposible- a lo que cesa de no escribirse en tanto modo de la Contingencia -el Falo-.
Muestra de ese modo, eso que posibilita escribir el lugar de la falta.
Señala que la noción de Imposibilidad es una noción central y que se trata no sólo de una cierta Imposibilidad que está ligada a un reconocimiento sino a una Imposibilidad de conocer lo que concierne al sexo.
La no relación sexual es fundamental en lo Real para lo que es del ser hablante. Pues es necesario que no cese de escribirse, caso contrario aparecería un discurso que no haría semblante.
Es vía la experiencia analítica que importa distinguir el inconsciente de esta no-relación sexual en tanto esta no-relación sexual está ligada a lo Real del ser humano.
Lo Simbólico, al dirigirse hacia lo Real da la naturaleza del objeto a, ya que es a nivel de lo Simbólico que la relación a la muerte se puede revelar. Puesto que es la muerte del padre lo que permite poner en el centro de la lógica el universal "todo hombre es mortal". Lacan dice de este modo: "Todo hombre nacido de un padre, del que se nos dice que como está muerto, él -el hombre- no goza de lo que tiene que gozar" (7). Esta equivalencia entre padre muerto y el goce, ya estaba planteada como vimos en Freud.
Al mismo tiempo, todo lo que es del orden sexual es desplazado.
Ahí, tenemos: Real, Simbólico e Imaginario.
Lacan en su insistencia en encontrar un modo de dar formalización a la experiencia analítica, plantea una nueva manera de escribir.
Venía en sus enseñanzas de plantear como cada sujeto se inscribe en relación a la Castración para lo cual trabajó cuatro fórmulas que sustentó en los aportes sobre la indecibilidad y la inconsistencia del propio sistema de las matemáticas que había demostrado Göedel en su teorema.
Es en este momento, que se sirve de los nudos, del nudo Borromeo.
En el texto Redondeles de Cuerda (8), observa la necesidad de distinguir lo que hace en el uso del lenguaje a la cadena, ahí él dice aquello que puede "representarnos la metáfora ... tan difundida de la cadena".
Había delimitado que el redondel era "la metáfora más inminente del Uno en tanto encierra un agujero".
Toma en su análisis, las frases interrumpidas, los mensajes en código, de Schereber para entrever la presencia de una sustancia allí, que le permiten advertir acerca de "la necesidad de una frase tal, que al faltar, han sido liberada las demás, les ha sido retirado el Uno".
Muestra cómo aparece allí la inscripción en la estructura del lenguaje, la relación al Otro cuando éste no ha sido barrado, cuando no ha operado la función del Nombre del Padre.
Toma como ejemplo, cuando se escribe en el lenguaje matemático con letras, basta que una letra no se sostenga para que todas las demás no presenten un orden válido y se dispersen.
Entonces, dice, en un primer momento, que justamente el nudo Borromeo por su propiedad "es la mejor metáfora del que sólo procedemos del Uno".
Ahora bien, que sea la mejor metáfora de que procedemos del Uno no quiere decir que en el nudo Borromeo se vea una metáfora pues allí lo que observa es la estructura que la sostiene. Ya veremos en el transcurso del seminario cómo en sus elaboraciones acentuará que la topología es la estructura.
El Uno no se anuda con nada de lo que al Otro le parece sexual y ahí marca la diferencia con la cadena, en tanto está formada sólo por Unos, hechos de la misma manera.
Desde aquí ya podemos ver como queda articulada al nudo su relación al Nombre de Padre.
En este mismo artículo Lacan dice que hizo intervenir al nudo Borromeo para traducir la fórmula: "Te pido -¿qué?- rechazar -¿qué?- lo que te ofrezco -¿por qué?- porque no es eso. Eso es: el objeto a".
Mediante la escritura trata de formalizar algo del orden de lo finito. De ahí que el nudo le sirva para poder escribir, para poner al alcance de la vista los modos de relación entre infinito, goce y el Nombre del Padre.
Queda así planteado un modo de escribir la heterogeneidad de la estructura.
Lo Real en tanto Imposible queda inscripto en la estructura del lenguaje y la escritura nodal le permite ubicar la inviolabilidad del agujero, la articulación de las categorías, Real, Simbólico e Imaginario, así como los efectos que se desprenden de sentido, de goce y de no-relación en sus intersecciones. Cuestiones que desarrollaremos, en su momento, según hemos planteado en nuestro programa de trabajo.
En el seminario RSI puntúa que mediante el nudo, por la puesta en el plano del nudo, es que puede haber una reducción de lo Imaginario, puesto que lo Imaginario tiende a reducirse por aplanamiento. Es por ello que necesita de una topología que le permita considerar el elemento eliminable que ella misma contiene, como le sugieren las consideraciones de Poincaré acerca de la topología en general. Pues, se trata de reducir la función llamada de representación, de la reducción del sentido, de vaciar de sentido, no se cansa de decir de diferentes maneras que el sentido del síntoma va a depender del porvenir de lo Real.
Con esta topología Lacan muestra como lo Imaginario falla, al mismo tiempo que eso Imaginario forma parte de la estructura, sólo que eso Imaginario sería como lo engañoso que presenta la estructura.
Lacan plantea que siempre le pareció afortunada la ilusión de que no podríamos trasmitir nada a seres transplanetarios acerca de la especificidad de la derecha y de la izquierda porque para él eso permite fundamentar la distinción de lo imaginario y de lo simbólico.
El espacio no es intuitivo. Esto no significa que la intuición no entre en juego. El espacio es matemático, va a decir.
Esto significa que el espacio sabe contar. Se pregunta por qué a este Real no podría ser el número el que lo vehiculice en el lenguaje.
Estas cuestiones las iremos trabajando en el curso de las clases.
Lacan a partir de la teoría de los cardinales de Cantor, - quien elabora la posibilidad de construir un conjunto infinito no numerable, al que se considera como un infinito actual-, puede leer que hay conjuntos que son imposibles de enumerar y justamente en eso imposible de enumerar es donde está en juego lo Real. Esta construcción efectuada por Cantor es , según expresa el Dr. Carlos Ruiz "un paso importante en la simbolización y ese paso señala lo Real, cerca lo Real Cerca lo Real y hay una finitud en juego". Esto es lo que a Lacan le interesa en la medida que considera que en el goce se juega una finitud.
Sigue puntuando el Dr, Ruiz "que haya escritura va a depender de algún modo que elementos finitos escriban un infinito, un infinito potencial".
Ahora bien, a través la escritura nodal busca la manera de topologizar la infinitud del goce como un modo de presentar y situar cómo el sujeto regula su goce.
Trabaja las tres categorías de lo Real Simbólico e Imaginario en correspondencia con las categorías planteadas por Freud, Inhibición, Síntoma y Angustia.
Con el nudo formado con tres eslabones, advierte que no puede, como ya lo iremos desarrollando, diferenciar cual corresponde a cada una de las categorías, Real, Simbólico e Imaginario, de allí que busque en el nudo formado por cuatro eslabones, el modo de situar esa diferencia.
Eso le satisface, en la medida que ahora encontrará posiciones que se pueden fijar anticipadamente, según se ubiquen los eslabones, poniendo de relieve con ello la función de la nominación. Con este nudo le permite hacer una escritura que asegure la inviolabilidad del agujero; agujero es una noción topológica, a la cual volveremos en su momento. Pondrá de relieve la diferencia entre lo que nombra y el Saber del inconsciente.
He tratado de hacer un desarrollo apretado de la necesariedad de la topología en el curso de las enseñanzas de Lacan; la topología, como hemos planteado, aparece a partir de su esfuerzo por tratar de cernir y dar un estatuto a lo Real, que se juega en la Clínica. En su concepción lo Real es sólo abordable vía demostración.
REFERENCIAS
- Lacan, J. - Seminario El reverso del Psicoanálisis, Editorial Paidós, 1992
- Lacan, J. - Ibid, pag 131
- Lacan, J. - Seminario de la Identificación, inédito Esc. Freudiana de Buenos Aires.
- Lacan, J. - Ibid. Clase 22. 11.61
- Lacan, J. - Létourdit Silicet, N° 4. Edit. du Seuil, 1973.
- Lacan, J. - Seminario Aún, Editorial Paidós, l981
- Lacan, J. - Seminario El reverso del Psicoanálisis, Editorial Paidós, 1992
- Lacan, J. - Seminario Aún, Editorial Paidós, l981
- Lacan, J. - Seminario de la Identificación versión inédita Escuela Freudiana de Buenos Aires.
- Lacan, J. - Seminario R.S.I. versión inédita. Escuela Freudiana de Buenos Aires.
- Dr. Carlos Ruiz - clases inéditas acerca del seminario L´etourdit dadas en 1966/67
María Casas